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Jorge Salinas-y-Tomas-Garcia

Jorge Salinas Martínez, Tomás Garcia Zaragoza

Sales manager, Mobile Competence Center, Worldline Global; Blockchain Solution Manager, Worldline Iberia.

Euro digital: la evolución natural promovida por el Banco Central Europeo

Estos tres últimos años hemos escuchado de forma recurrente el término CBDC (Central Bank Digital Currency), que podríamos traducir por moneda digital emitida por un banco central. Más del 85% de los bancos centrales del mundo ya son partícipes de estudios, pruebas de concepto y pilotos desde el 2020. Evidentemente, también ha captado el interés de los responsables políticos, los reguladores, la industria y el público en general.

El pasado mes de octubre de 2020, el Banco Central Europeo (BCE) dio a conocer a través de su informe sobre el euro digital  su posición respecto a las CDBC y las primeras pistas de lo que tiene que convertirse en el medio plazo en el llamado euro digital. Este documento constituye el análisis más completo de los motivos que existen detrás de una CBDC europea y sus características deseables.

¿Euro digital?
Pueden darse dos taxonomías del euro digital: la de la moneda utilizada para compensar liquidaciones entre instituciones financieras o aquella diseñada para ser utilizada por todos los participantes de la zona económica europea: individuos, negocios e instituciones financieras. En el presente artículo nos centraremos en la segunda opción.

El objetivo no es sustituir al euro tradicional sino complementarlo

Complemento del euro tradicional
El euro digital seguiría siendo un euro: como el dinero efectivo (billetes, monedas), pero digital. Pretende ser una forma electrónica de dinero emitida por el Eurosistema (el BCE y los bancos centrales nacionales) y accesible a todos los ciudadanos y empresas. Su propósito no es reemplazar al efectivo, ni siquiera parcialmente, sino complementarlo y cohabitar con él para poder garantizar que los ciudadanos de la eurozona puedan mantener un acceso gratuito a un medio de pago sencillo, universalmente aceptado, seguro y fiable.

¿Hay un caso de uso para el CBDC y el euro digital? El análisis llevado a cabo por el Eurosistema parece indicar que sí por varios motivos. A nivel estratégico, la Comisión Europea quiere centrarse en la creación de una solución de pago digital que pueda operar en toda Europa enfocándose en la emisión del dinero digital que sirva como motor de innovación para la construcción de servicios de valor añadido por parte del sector privado.

Este euro digital debe tener como característica de diseño ser una moneda más segura, rápida, eficiente y resiliente para el sistema de pagos que las transacciones actuales y podrá estar ligado a una identidad real para aumentar la seguridad y prevenir delitos como el blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo. No está decidida la cantidad máxima que podrá transferirse, pero para cantidades pequeñas, el nivel de anonimato o “pseudo anonimato” deberá ser ajustable para igualar su uso al del efectivo.

Otro de los grandes motivos de la apuesta europea por la moneda digital es la propia soberanía financiera europea por la irrupción disruptiva de criptomonedas en el ámbito privado que puedan convertirse en una alternativa. La proliferación de este dinero digital, como Bitcoin y las Stable Coins, es una de esas fuentes de posible competencia. La aparición de activos digitales de emisión privada, como el Diem de Facebook (antes conocido como Libra) es otro. La propia emisión de CBDC por otros bancos centrales (EEUU, China) empuja al BCE a posicionarse también por una moneda digital propia.

La hoja de ruta pasa por decidir las diferentes opciones de diseño, realizar pilotos y decidir su emisión en un periodo de cinco años

Adicionalmente, se busca que esta moneda digital tenga un diseño que permita adaptarse a las tendencias que definirán el futuro de los pagos y las finanzas. Un ejemplo de este tipo de evolución es el dinero programable, que básicamente permite operar mediante unas reglas y condiciones complejas: imaginemos el ejemplo “subsidios gubernamentales específicos para la compra de comida y ropa”. Este dinero solo podría gastarse en comercios dedicados a este tipo de artículos.

Parámetros de diseño del euro digital
En resumen, el resultado del estudio y consulta del BCE respecto a una futura moneda digital, identifica una serie de características clave que deben ser diseñadas para cumplir con las expectativas y objetivos que se persiguen:

  • El euro digital debe ser convertible 1:1 respecto al euro y poder utilizarse como medio de intercambio, unidad de cuenta y reserva de valor en toda la eurozona.
  • Debe permitir la privacidad en los pagos que pueden equipararse a los efectuados con efectivo hoy.
  • El usuario final podrá disponer de este medio de pago a través de sus dispositivos móviles y dispositivos físicos preferentemente.
  • Podrá utilizarse como forma de pago offline (sin conexión a internet) a través de códigos QR o el uso del protocolo NFC (Near Field Communication) presente en la mayoría de los dispositivos móviles.
  • Debe ser fácil de usar, seguro y no incurrir en ningún coste extra.
  • Permitirá transacciones instantáneas entre el usuario y el receptor, incluyendo pagos o transferencias (similar a soluciones actuales como Bizum).

La Comisión Europea quiere centrarse en la creación de una solución de pago digital que pueda operar en toda Europa

El siguiente paso en su implementación es evaluar y decidir las opciones de diseño que constituirán la base tecnológica y de gobierno de la nueva moneda digital. Básicamente, hay tres líneas de debate que exponen una dicotomía de opciones que es necesario resolver:

  • Gestión de la CBDC. ¿Quién controla y asume las responsabilidades sobre la nueva moneda? Una visión centralista, el BCE, contra una federalista que añade a los bancos comerciales y los proveedores de servicios de pago (PSP) en la gobernanza.
  • La infraestructura del Libro de cuentas (Ledger). Tecnológicamente se evalúan dos opciones para el registro de transacciones y transiciones de estado: la utilización de tecnología DLT/Blockchain (descentralizada) frente a la adecuación de la infraestructura ya existente Europe’s Real Time Gross Settlement System (RTGS), o TIPS.
  • Método de acceso del usuario para la autenticación y verificación de la propiedad. Se dan dos modelos principalmente: el primero, basado en cuenta, operará de forma similar a la actual. Los usuarios dispondrán de una cuenta en el banco central ligada a su propia identidad y las transacciones se aprobarán al verificarse la identidad de los usuarios. El segundo método está basado en tokens y las transacciones se aprueban mediante firmas digitales realizadas con llaves criptográficas público-privadas. Este sistema no requiere la verificación del usuario y ofrece mayor nivel de privacidad, siendo similar al dinero en efectivo.

 

Fases de implementación
El pasado 14 de julio 2 el Banco Central Europeo dio luz verde a su hoja de ruta para la implementación del euro digital (la CBDC de la eurozona) con una fase de investigación que abordará pruebas y pilotos que durará dos años. Le seguirá una segunda fase de implementación, probablemente hasta 2026, con multitud de pruebas de concepto y pilotos que se encaminarán hacia el uso masivo de esta moneda digital que pretende ser la versión digital y complementaria del efectivo (billetes y monedas de nuestros bolsillos a nuestro móvil en modo offline), con el añadido de ser un método de pago seguro, privado, sencillo y programable.

 

Nuevos casos de uso

El uso del euro digital en nuestra vida diaria como activo efectivo (cash) será generalizado y probablemente su principal caso de uso, pero la propiedad intrínseca de la programabilidad del mismo abre el espacio de oportunidad a multitud de nuevas formas de operar con dinero, como por ejemplo:

  • Usando la programabilidad de CBDC, los esquemas de pago pueden ser codificados y acordados por las distintas partes involucradas, permitir que no se transfiera más (o menos) entre las partes, fijar restricciones en cuanto a dónde o en qué gastarlo o incluso ponerle una fecha de caducidad.
  • La liquidación del IVA podría ser automática en el momento del pago permitiendo procesos más eficientes entre empresas y el gobierno.
  • La usabilidad y la facilidad de acceso puede generalizar el uso de servicios y productos que hoy en día todavía están al alcance de expertos del cripto-espacio: las finanzas descentralizadas (DeFi) han surgido para proporcionar una alternativa a los modelos de negocio centralizados y tradicionales, ofreciendo productos financieros análogos como el préstamo, intercambio de activos o mercado de derivados, entre otros.
  • Del mismo modo, este acceso universal puede popularizar más el uso de los NFT (Non-Fungible Tokens), tokens únicos que representan normalmente un activo digital (coleccionables, propiedad digital) o físico (un cuadro, una casa o un coche). La programabilidad asociada al euro digital podría proporcionar garantías asociadas al acuerdo de acceso para controlar el token, por ejemplo, para lanzar pagos al creador original de una obra de arte digital cada vez que ésta cambia de propietario como parte del royalty acordado.
  • Si acordamos que una buena analogía para el euro digital es su equiparación al dinero efectivo, que está limitado en muchos aspectos (limitación en el pago efectivo a 1.000 euros, no genera intereses ni sirve para la especulación, etc.), podría parecer a priori que será más utilizado en el contexto P2B (Person-to-Business) que en el contexto B2B (entre empresas). Pero, de nuevo, la automatización de condiciones de pago puede ser interesante y relevante para casos de uso como las finanzas comerciales (Trade Finance) y otros negocios relacionados con la automatización del pago sobre la entrega y cumplimiento de acuerdos específicos.

 

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