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Modern house in the section with visible infrastructure and interior. Outline sketch and rendering.
SANTIAGO ANTELO

Santiago Antelo Muñiz.

Consultor de Sostenibilidad.

Nueva certificación de eficiencia energética inteligente en edificios

Avance en la descarbonización y el Pacto Verde Europeo

El pasado mayo se publicó la Directiva (UE) 2024/1275 que pretende fomentar la mejora de la eficiencia energética de los edificios en la Unión Europea, reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar un parque inmobiliario de cero emisiones en 2050.

La directiva establece requisitos acerca del marco común general de una metodología de cálculo de la eficiencia; la aplicación de requisitos mínimos de eficiencia en edificios nuevos; la renovación de edificios; la inspección de las instalaciones de HVAC ; los sistemas de control independientes de los certificados de eficiencia energética; el pasaporte de renovación; los informes de inspección, y los nuevos indicadores de preparación para aplicaciones inteligentes.

Esta nueva directiva es continuación de la Directiva (UE) 2010/31 de 19 de mayo relativa a la eficiencia energética de los edificios principalmente conocida por establecer un sistema de clasificación de eficiencia energética de edificios mediante etiquetas, así como unos objetivos de eficiencia energética para las nuevas edificaciones y para renovaciones de los edificios existentes. Además, incluye importantes novedades con respecto a la digitalización de sistemas en los edificios vinculada a la eficiencia energética.

Novedades en la Directiva 2024/1275

La nueva directiva incorpora un enfoque mucho más fuerte en descarbonización y la alineación con el Pacto Verde Europeo, estableciendo un marco más ambicioso para la reducción de emisiones en los edificios.

Una novedad clave es la supresión del uso de combustibles fósiles para los sistemas de calefacción y refrigeración. La instalación de sistemas técnicos basados en combustibles no se podrá subvencionar desde 2025, favoreciendo un cambio del vector energético e incentivando el uso de energía renovable generada in situ. Se introduce el objetivo de edificios de cero emisiones para edificios nuevos en 2030 y para los existentes en 2050 y se tendrá en cuenta la energía empleada en todo ciclo de vida del edificio incluyendo su construcción, operación y desmantelamiento.

La directiva incide en la digitalización de certificados energéticos y la creación de sistemas de monitorización más robustos. El artículo 15 y el anexo IV tratan específicamente del grado de preparación para aplicaciones inteligentes de los edificios (SRI ), que precisará de la definición de un indicador y una metodología para calcularlo.

 

Esta nueva directiva es continuación de la Directiva (UE) 2010/31 de 19 de mayo relativa a la eficiencia energética de los edificios

 

Se establece como límite el 30 de junio de 2025 para que la Comisión presente un informe sobre las pruebas del SRI y su aplicación, basado en resultados de las fases de prueba nacionales.

Este conjunto de novedades y ajustes reflejan la evolución en las políticas energéticas de la UE, marcando un enfoque más riguroso y ambicioso en la lucha contra el cambio climático a través de la mejora de la eficiencia energética en los edificios.

 

 

Cálculo para la eficiencia energética

El Anexo I de la nueva directiva menciona el establecimiento de un “Marco general común para el cálculo de la eficiencia energética de los edificios” y se indica que “la eficiencia energética de un edificio se determinará sobre la base del uso de energía calculado o medido con contadores, y reflejará el uso de energía típico para calefacción y refrigeración de espacios, agua caliente sanitaria, ventilación, iluminación integrada y otras instalaciones técnicas de los edificios”.

También se determina que “los Estados miembros podrán utilizar el consumo de energía medido con contadores en condiciones de funcionamiento típicas para confirmar que el uso de energía calculado es correcto y permitir la comparación entre la eficiencia calculada y la real”. 

Se establece que los Estados miembros describirán su metodología de cálculo nacional sobre la base del anexo A de las normas europeas clave relativas a la eficiencia energética de los edificios. Entre otras, la norma (EN) 52120-1 que trata la contribución de la automatización, el control y la gestión de edificios a su eficiencia energética, siendo éstos, aspectos clave del nuevo certificado.

Por tanto, los contadores y los mecanismos de control y automatización permitirán flexibilizar la operación del edificio y los sistemas HVAC, iluminación y agua a los cambios de las condiciones de contorno, zona climática, régimen de uso, etc.

 

La directiva incorpora un marco más ambicioso para la reducción de emisiones con la supresión de combustibles fósiles para calefacción y refrigeración

 

La metodología aplicada para la determinación de la eficiencia energética de un edificio será “transparente y estará abierta a la innovación”, previendo la incorporación al modelo de cálculo de futuras nuevas tecnologías. La metodología deberá establecerse teniendo en cuenta como mínimo los sistemas de automatización y control de edificios y su capacidad de realizar un seguimiento y optimizar el rendimiento energético.

 

 

El Anexo IV indica que “la Comisión establecerá la definición de un indicador de preparación para aplicaciones inteligentes de los edificios y una metodología para calcularlo, a fin de evaluar las capacidades de un edificio o de una unidad de un edificio para adaptar su funcionamiento a las necesidades de sus ocupantes y de la red, y mejorar su eficiencia energética y su rendimiento general.”

Por otro lado, apunta que “el indicador de preparación para aplicaciones inteligentes incluirá elementos para una mejora del ahorro energético, la evaluación comparativa y la flexibilidad, funcionalidades mejoradas y capacidades derivadas de dispositivos inteligentes y más interconectados”.

La metodología tendrá en cuenta factores como la existencia de un gemelo digital del edificio y elementos como contadores inteligentes; sistemas de automatización y control; dispositivos de autorregulación de la temperatura interior; electrodomésticos integrados; puntos de recarga para vehículos eléctricos, el almacenamiento de energía, y las funcionalidades detalladas y la interoperabilidad de estos elementos, así como los beneficios para las condiciones climáticas interiores, la eficiencia energética, los niveles de rendimiento y la flexibilidad permitida.

 

 

La norma UNE-EN ISO 52120-1:2022 especifica en su objeto y campo de aplicación


Una lista estructurada de las funciones de control, de automatización y de gestión técnicas que contribuyen a la eficiencia energética de los edificios, clasificadas en categorías y estructuradas de acuerdo con las disciplinas del edificio y de la automatización y control del edificio (BAC, Building Automation and Control).

Un método para definir los requisitos mínimos o cualquier especificación relativa a las funciones de control, de automatización del edificio y de su gestión técnica que contribuyen a su eficiencia energética, que deben implementarse en edificios de diferentes perfiles de uso.

Un método basado en factores para obtener una primera estimación del efecto de estas funciones sobre los tipos de edificios y perfiles de utilización habituales.

Métodos detallados para evaluar el efecto de estas funciones en un edificio dado.

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