Antonio Vargas
Head of Public Policy, AWS Iberia.
AWS y la tecnología en la nube como oportunidad para la eficiencia y la innovación
Nos encontramos ante un desarrollo tecnológico digital vertiginoso en muchos entornos y ambientes. Nos movemos con naturalidad como usuarios de Internet, pero muchas empresas desconocen en ocasiones la tecnología que hace esto posible y, por tanto, las infinitas oportunidades que ofrece. Sin embargo, sí conocemos algunas ventajas de la tecnología: la democratización del acceso a la innovación, una difusión sin parangón de contenidos culturales, la ruptura de las barreras geográficas y económicas en el acceso a la información, a las herramientas de comunicación, y un largo etcétera.
La reciente irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa nos ha recordado que estos cambios no han hecho más que empezar. Los principales servicios conocidos en las dos últimas décadas provienen de ofrecer una aplicación práctica a los tres elementos clave que nos ofrece la tecnología en este tiempo: grandes cantidades de datos, alta capacidad de computación para obtener conocimiento de ellos y amplia y rápida conectividad en flujo de datos. Esto abre la puerta a innumerables tecnologías como la Inteligencia Artificial, la computación cuántica, la realidad virtual o el Internet de las Cosas.
Muchos son los autores que comparan este despertar tecnológico con el descubrimiento del fuego, o más recientemente de la electricidad. Cierta sensación de incertidumbre hoy no es menor que la de entonces, pero sin una mirada miope veremos que el reto es comparable especialmente por la oportunidad que supone, por el salto cualitativo que puede ofrecer a nuestro progreso como sociedad.
La potencia del dato
Estamos entrando rápidamente en una era en la que cualquier organización puede acceder a una potencia informática histórica sobre una cantidad de datos hasta ahora impensable, con la misma rapidez y facilidad -y casi el mismo precio- que encender las luces de casa. Y, a partir de ahí, se construye un mundo de oportunidades en los servicios que se podrán crear utilizando esta capacidad, como los electrodomésticos o cualquier cosa enchufable han ofrecido gracias a la electricidad. Ésta es la promesa y la realidad de la tecnología en nube que está impulsando un cambio en la industria y en la sociedad, y transformando la forma en que innovamos y progresamos en España y en todo el mundo.
La nube ofrece beneficios financieros, sociales y medioambientales, haciendo el ecosistema tecnológico más verde, sostenible y equitativo. El cloud democratiza el uso de la tecnología y el acceso a la innovación a organizaciones de todos los tipos y tamaños. Entender su funcionamiento tiene un impacto directo en la empleabilidad.
Ya no se necesita gastar recursos en la adquisición y el mantenimiento de centros de datos que en seguida quedan obsoletos, porque se pueden enfocar los recursos -públicos o privados- en lo que cada organización hace mejor, creando mejores productos y servicios para la ciudadanía, de manera más económica y ecológica.
Estamos entrando rápidamente en una era en la que cualquier organización puede acceder a una potencia informática histórica sobre una cantidad de datos hasta ahora impensable
Amazon Web Services (AWS) es la compañía pionera en este tipo de servicios desde 2006. Desde ese momento ha sido la nube más completa y ampliamente adoptada del mundo, ofreciendo más de 240 servicios para computación, almacenamiento, bases de datos, redes, análisis, aprendizaje automático e Inteligencia Artificial (IA), Internet de las Cosas (IoT), dispositivos móviles, seguridad, realidad híbrida, virtual y aumentada (VR y AR), medios y desarrollo de aplicaciones, implementación y muchas más.
Desde las startups de más rápido crecimiento de Europa (como Spotify, Hailo, JustEat, WeTransfer y Shazam, o España Idealista, Cabify o Wallapop) hasta algunas de las empresas más grandes y antiguas del continente (Shell, SAP, BP o Unilever, y de nuestro país más del 75% de las empresas del Ibex 35), pasando por gobiernos de todos los niveles administrativos, instituciones educativas o de investigación, todos están utilizando tecnologías en la nube con AWS para innovar más rápido y servir mejor a sus clientes, sin obligarse a una inversión inicial: pagan por uso que hagan de la tecnología puntera.
Beneficio económico
Según el Centro de Investigación Económica y Empresarial el beneficio económico estimado de la computación en la nube entre 2010 y 2015 en las cinco principales economías europeas ha sido de alrededor de 763.000 millones de euros, cifra mayor a todos los fondos de europeos de recuperación y resiliencia movilizados contra la crisis derivada de la COVID. No en vano, AWS ha invertido 21.000 millones de euros en infraestructura de nube y Edge en Europa entre 2017 y 2022.
La Comisión Europea ha incorporado en su iniciativa ‘Década Digital de la UE’ el objetivo de que “el 75% de las empresas de la UE usen la nube/IA/Big Data” en 2030, y estima que la riqueza en Europa podría aumentar en 2,8 billones de euros si se cumplen los objetivos de digitalización. Pues bien, el 55% de ese valor depende de la tecnología en la nube.
Pensando en verde
El impacto ecológico de la nube es claro. Accenture estima que las empresas que migran a la nube pueden reducir en un 84% sus emisiones de carbono y en un 65% su consumo energético, con un impacto en las emisiones de CO2 de 59 millones de toneladas anuales, lo que equivale a retirar 22 millones de coches de la circulación.
Por ejemplo, las empresas españolas reducen de media su uso de energía en un 81% cuando trasladan sus cargas de trabajo informáticas de sus centros de datos locales a AWS, según un estudio de 451 Research, donde también se concluye que los centros de datos de AWS son cinco veces más eficientes que la media de centros de datos europeos.
Es necesario apostar por centros de datos de neutralidad climática y de alta eficiencia energética para apoyar la reducción de huella ambiental. Esfuerzos como el uso de energías renovables, la optimización del uso de agua o prácticas de economía circular deben ser promovidas y premiadas.
Espacio seguro
Una ventaja clave de la nube es la seguridad, garantizando que cada organización es dueño y soberano sobre sus datos, determinando dónde los aloja, qué acceso quiere permitir y pudiendo elegir a los proveedores de mejor calidad sin importar su nacionalidad.
AWS ha construido en España, concretamente en Aragón, un clúster de centros de datos para ofrecer los mayores estándares de seguridad física y ciberseguridad. Con una inversión directa de 2.500 millones de euros a lo largo de diez años, un impacto en el PIB de otros 1.800 millones de euros, esta infraestructura de nube apoya 1.300 puestos de empleo anualmente.
Una vez entendida la oportunidad de eficiencia e innovación de estas tecnologías, debemos acelerar el paso a la nube con políticas de ‘Nube Primero’, dando preferencia a la verdadera digitalización frente a la mera compra de dispositivos. Además, las Administraciones públicas no deben quedarse atrás, asegurando que los servicios ciudadanos se modernizan y optimizan tanto como estamos experimentando en el ámbito privado. Para ello, es necesario que haya vehículos de compra pública de nube sencillos, flexibles y rápidos para que cada ayuntamiento, diputación provincial o agencia pública pueda innovar a la velocidad del siglo XXI.
Si la oportunidad de progreso, eficiencia e innovación es tan grande como con el descubrimiento del fuego o la electrificación de las ciudades, hagamos los deberes para aprovecharlo.