
AWS y las tecnologías cloud como oportunidad de eficiencia e innovación
La relevancia de nuestro país y su economía depende de una apuesta decidida por la nube como único ecosistema en el que se da Inteligencia Artificial generativa y el resto de las tecnologías escalables. La Administración pública debe ser ejemplar priorizando la nube para la modernización de los servicios ciudadanos al ser una tecnología que ofrece mayor garantía de seguridad y eficiencia económica y de sostenibilidad.
Nos encontramos ante un desarrollo tecnológico digital que produce vértigo en muchos entornos y ambientes. Como usuarios de internet nos movemos con naturalidad, pero muchas empresas desconocen en ocasiones la tecnología que hace esto posible y, por tanto, las infinitas oportunidades que ofrece.
Entre algunas de estas ventajas se encuentra la democratización del acceso a la innovación, una difusión sin parangón de contenidos culturales, la ruptura de las barreras geográficas y económicas en el acceso a la información y a las herramientas de comunicación, etc.
La reciente irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) generativa, con productos como ChatGPT, nos ha recordado que estos cambios no han hecho más que empezar. Los principales servicios conocidos en las dos últimas décadas provienen de ofrecer una aplicación práctica a los tres elementos clave que nos ofrece la tecnología en este tiempo: grandes cantidades de datos, alta capacidad de computación para obtener conocimiento de ellos, y una amplia y rápida conectividad en flujo de datos. Esto abre la puerta a innumerables tecnologías como la Inteligencia Artificial, la computación cuántica, la Realidad Virtual (RV) o el Internet de las Cosas (IoT).

Una transformación histórica
Estamos entrando rápidamente en una era en la que cualquier organización puede acceder a una potencia informática histórica sobre una cantidad de datos hasta ahora impensable, con la misma rapidez y facilidad -y casi al mismo precio- que encender las luces de casa.
A partir de ahí, se construye un mundo de oportunidades en los servicios que se podrán crear utilizando esta capacidad, como los electrodomésticos o cualquier cosa enchufable. Ésta es la promesa y la realidad de la tecnología en la nube que está impulsando un cambio sin igual en la industria y en la sociedad, transformando la forma en que innovamos y progresamos en España y en todo el mundo.
La tecnología en la nube ofrece beneficios financieros, sociales y medioambientales, haciendo el ecosistema tecnológico más verde, sostenible y equitativo. La nube democratiza el uso de la tecnología y el acceso a la innovación a organizaciones de todos los tipos y tamaños, y entender su funcionamiento tiene un impacto directo en empleabilidad. Ya no se necesita gastar recursos en la adquisición y el mantenimiento de centros de datos que se quedan obsoletos. Podemos enfocar los recursos públicos o privados en lo que cada organización hace mejor: creando mejores productos y servicios para la ciudadanía de manera más económica y ecológica.
Estamos entrando rápidamente en una era en la que cualquier organización puede acceder a una potencia informática histórica sobre una cantidad de datos hasta ahora impensable
Amazon Web Services (AWS) es la compañía pionera en este tipo de servicios en el mundo. Ofrece la cartera más amplia de servicios en la nube a nivel internacional. De hecho, llevamos más de 20 años usando este tipo de tecnología, que es parte de nuestro ADN. En concreto, desde AWS trabajamos con millones de clientes de todos los tamaños y en todas las industrias ofreciéndoles más de 240 servicios que incluyen soluciones tecnológicas, como el aprendizaje automático (ML), IA o IA generativa, para acompañarlos en su camino hacia la transformación digital.
Desde las startups de más rápido crecimiento de Europa (como Spotify, Hailo, JustEat, WeTransfer y Shazam) o España (Idealista, Cabify o Wallapop) hasta algunas de las empresas más grandes y antiguas del continente (Shell, SAP, BP o Unilever) y de nuestro país (el 80% del Ibex 35)-, pasando por gobiernos y entidades públicas de todos los niveles administrativos, instituciones educativas o de investigación, todos están utilizando tecnologías en la nube con AWS para innovar más rápido y servir mejor a sus clientes, sin obligarse a una inversión inicial, porque pagan por el uso que hagan.
Según el Centro de Investigación Económica y Empresarial, el beneficio económico estimado de la tecnología en la nube entre 2010 y 2015 en las cinco principales economías europeas ha sido de alrededor de 763.000 millones de euros, cifra mayor a todos los fondos de europeos de recuperación y resiliencia movilizados contra la crisis derivada de la COVID-19. No en vano, AWS ha invertido 21.000 millones de euros en infraestructura de nube y Edge en Europa entre 2017 y 2022.
La Comisión Europea ha publicado en su iniciativa Década Digital de la UE el objetivo de que “el 75% de las empresas de la UE usen la nube/IA/Big Data” en 2030 y estima que la riqueza en Europa podría aumentar en 2,8 billones de euros si se cumplen los objetivos de digitalización. Pues bien, el 55% de ese valor depende de la tecnología en la nube. España no debe quedarse atrás en esa adopción de tecnologías con la promesa de crecimiento, eficiencia e innovación que suponen.
Para aprovechar todo el potencial de esta tecnología se deben abordar tres cuestiones necesarias. La primera es la creación de un entorno favorable a la innovación. Para ello, es fundamental la colaboración público-privada y la democratización del uso de esta tecnología en todos los ámbitos. Esto nos lleva a la segunda cuestión: garantizar que empresas de todos los tamaños y sectores tengan acceso a las últimas tecnologías. Por ejemplo, en España todavía es más frecuente que sean las grandes empresas las que hagan un mayor uso de la IA y otras tecnologías digitales (46 % frente a tan solo el 33 % de las pymes), según el estudio de la consultora Strand Partners.
La nube democratiza el uso de la tecnología y el acceso a la innovación a organizaciones de todos los tipos y tamaños
La tercera cuestión es la reducción de la brecha de las habilidades digitales. De nada sirve que las empresas adopten nuevas tecnologías si los empleados no tienen la formación adecuada para aprovecharla y los marcos de actuación para hacer un uso responsable de la misma. En este sentido, desde Amazon, tenemos un fuerte compromiso con la formación en habilidades digitales, habiéndonos marcado como objetivo el formar a 29 millones de personas en todo el mundo en cloud computing, y a dos millones de personas en IA, para el año 2025.
En España tenemos una gran variedad de programas y cursos formativos orientado a todo tipo de audiencias. A través de estas y muchas otras iniciativas, AWS ya ha formado a 200.000 españoles en competencias digitales avanzadas, reduciendo las brechas económicas, geográficas y sociodemográficas.

Un cambio sostenible y seguro
Sin embargo, la revolución digital debe ser también sostenible. El impacto ecológico de la nube es claro. El estudio 451 Research de Accenture estima que las empresa que migran a la nube pueden reducir en un 84% sus emisiones de carbono y en un 65% su consumo energético, con un impacto en las emisiones de CO2 de 59 millones de toneladas anuales, lo que equivale a retirar 22 millones de coches de la circulación.
Por ejemplo, las empresas españolas reducen de media su uso de energía en un 81% cuando trasladan sus cargas de trabajo informáticas de sus centros de datos locales a AWS. Es necesario apostar por centros de datos de neutralidad climática y de alta eficiencia energética para apoyar la reducción de huella ambiental.
Debemos acelerar el paso a la nube con políticas de ‘Nube Primero’, dando preferencia a la verdadera digitalización con vehículos de compra pública de nube sencillos, flexibles y rápidos
Una ventaja clave de la nube es la seguridad. Cada organización es dueña y soberana sobre sus datos, determinando dónde los aloja, qué acceso quiere permitir a ellos y pudiendo elegir a los proveedores de mejor calidad sin importar su nacionalidad. AWS ha construido en España un clúster de centros de datos para ofrecer los mayores estándares de seguridad física y ciberseguridad que hay en el mercado. Recientemente, anunciamos un nuevo plan de inversión de 15.700 millones de euros en nuestra Región Cloud en Aragón, como parte de nuestro compromiso con la innovación y con reforzar nuestra sólida red de infraestructura en el país. Gracias a esta inversión, planeamos contribuir con 21.700 millones de euros al PIB nacional, apoyando de forma anual con más de 17.500 empleos a tiempo completo a diez años.
Una vez entendida la oportunidad de eficiencia e innovación de estas tecnologías, debemos acelerar el paso a la nube con políticas de ‘Nube Primero’ dando preferencia a la verdadera digitalización frente a la mera compra de dispositivos.
En este contexto, las Administraciones públicas no deben quedarse atrás, asegurando que los servicios ciudadanos se modernizan y optimizan tanto como estamos experimentando en el ámbito privado. Para ello, es necesario que haya vehículos de compra pública de nube sencillos, flexibles y rápidos, para que cada ayuntamiento, diputación provincial o agencia pública pueda innovar a la velocidad del siglo XXI. Si la oportunidad de progreso, eficiencia e innovación es tan grande como con el descubrimiento del fuego o la electrificación de las ciudades, hagamos los deberes para aprovecharlo.