

Antonio L. Flores Galea
Ingeniero de Telecomunicación y en Electrónica. Experto asesor para la Comisión Europea y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria.
Caminando hacia el Metaverso
El Metaverso será la próxima revolución. En este artículo se esbozan algunas ideas en torno a él, fruto de encuentros y documentos recopilados por el autor para escribir un libro con personalidades del KAIST (Korea Advanced Institute of Science & Technology) o el padre de las ‘Siete Reglas del Metaverso’, en Silicon Valley. Además, gracias a su trabajo ligado a la innovación en la Comisión Europea, revela tecnologías que hoy apenas podemos imaginar, pero que ya se están gestando.
El Metaverso es un concepto ‘paraguas’, en el que se construye un mundo virtual paralelo y a la vez interconectado con el mundo real, utilizando una amalgama de tecnologías como la realidad extendida (XR), la Inteligencia Artificial (IA), la Internet de las Cosas (IoT) y otras. El Metaverso representa la ‘hiper-espacio-temporalidad’, rompiendo los límites físicos del tiempo y el espacio y ofreciendo a los usuarios una experiencia abierta, libre e inmersiva. Podemos imaginar el Metaverso como una web evolucionada (www) en 3D donde los usuarios navegan entre entornos y objetos artificiales, a veces superpuestos e interactuando con los objetos y entornos físicos (realidad mixta, MR) y ven representaciones virtuales (fieles a la realidad o totalmente inventadas) de otros usuarios, llamados avatares.
Metaverso con mayúscula
Conviene explicar por qué se debe utilizar la palabra ‘Metaverso”’escrita con mayúscula: de la misma forma que nos referimos a Internet (con mayúscula) como a la red global que conecta todos nuestros dispositivos digitales y a internet (en minúscula) como a una de las redes que operan los mismos protocolos con un alcance limitado (por ejemplo, cuando nos referimos a ‘la internet china’), nos referimos al Metaverso (con mayúscula) como la infraestructura inmersiva global y el servicio proporcionado conjuntamente por todos los actores del ecosistema, mientras que hablamos de un metaverso (en minúscula) cuando nos referimos a una solución local o limitada desarrollada por una organización no necesariamente conectada con el resto (como, por ejemplo, el metaverso de Meta).
¿Qué es el Metaverso?
La adopción generalizada del Metaverso será, desde mi punto de vista, la transformación más profunda de la humanidad, mucho más allá de la revolución industrial, la adopción masiva del automóvil, la electricidad o Internet. Puede ser el punto en el que la humanidad podría separarse de la naturaleza para siempre, ya sea incorporando implantes artificiales en nuestros cuerpos o incluso reemplazando algunas partes para convertirnos en cíborgs, o perdiendo el interés en el entorno real, bastante más estático, limitante y menos creativo, y pasar nuestras vidas inmersos en mundos virtuales que solo existen como bits dentro de mega-nodos computacionales.
El Metaverso representa la ‘hiper-espacio-temporalidad’, rompiendo los límites físicos del tiempo y el espacio
Dicho esto, cuando se habla del Metaverso, sabemos que sus tecnologías subyacentes no son nada nuevas.
El reto reside en su escalabilidad: mientras un vídeo HD (1080p, 60 fps, color de 10 bits) exige un ancho de banda en torno a 5 Mbps, su equivalente 3D para que el usuario perciba la misma nitidez en un entorno inmersivo (2 imágenes 4K, 60 fps, color de 10 bits) requiere unos 400 Mbps. Aunque el terminal y la última milla admitieran esta capacidad de manera estable, los cuellos de botella en los nodos de proceso lo hacen inviable en la actualidad.
El futuro, aquí y ahora
Entran en juego, por tanto, tecnologías que actualmente se encuentran en una fase emergente, como el edge y el fog computing (desplazar parte de la carga computacional de los servidores en la nube al terminal, al punto de acceso (endpoint) o a un punto intermedio de la red, y otras más disruptivas como la ‘computación al vuelo’ (on-the-fly computing), capaz de realizar las operaciones lógicas y aritméticas de una CPU o GPU mediante fenómenos de acoplamiento controlado entre fibras trenzadas conforme los fotones se desplazan a través de ellas, de forma que la información que sale de la fibra ya se encuentra procesada frente a la que entró.
Gracias a mi trabajo, tengo la suerte de estar permanentemente en contacto con algunas de las startups más innovadoras del planeta y he visto, en Israel, prototipos de super-computadores implementados 100% con tecnología fotónica, una de las prioridades actuales de la Comisión Europea, con expectativas muy prometedoras: un solo equipo en un rack de 32U y con un consumo de 5.000 W resulta 65 veces más potente que el mayor supercomputador sobre la Tierra (Frontier, EE.UU., 2022), que consume 21 MW, además de ocupar un espacio de 680 m2.
La adopción generalizada del Metaverso será la transformación más profunda de la humanidad
Otra de las tendencias tecnológicas que he tenido la ocasión de ver muy recientemente se centra en la optimización de la generación de espacios dinámicos en 3D, reduciendo la latencia por debajo de los 10 ms y permitiendo así la interactividad en tiempo real del usuario con su entorno físico, haciendo posible la realidad mixta. En este caso, una startup belga está desarrollando una tecnología de sensores capaz de reducir la cantidad de energía que necesitan los sensores CCD (cámaras digitales), de varios cientos de fotones por píxel, a un dispositivo que realiza un escaneo serie del entorno, detectando los cambios y movimiento con menos de 10 fotones por punto, gracias a un preprocesado analógico y la conversión a digital solo de la información relevante, en lugar de digitalizar toda la escena.
Esta tecnología, que emula las células de la retina, permite trabajar por encima de un equivalente de 200 fps, permitiendo así no solo la conducción autónoma de vehículos sino también poder manejar cualquier tipo de herramienta física desde dentro del Metaverso, muy útil para la telemedicina, la telerrobótica, e incluso las operaciones de salvamento en catástrofes naturales o las actuaciones en el espacio.
Por último, otra innovación que podría acelerar la adopción del Metaverso es la tecnología que está desarrollando una spinoff de la Universidad de Leuven, en Bélgica, que consiste en una interfaz cerebro-ordenador (BCI) capaz de permitir la visión a personas ciegas, incluso de nacimiento, mediante un pequeño implante en la parte trasera de la cabeza, conectado de manera inalámbrica a unas gafas similares a las de sol, equipadas con cámaras. Aunque existen numerosas iniciativas de BCI en desarrollo (la más famosa, quizás, es Neuralink de Elon Musk), esta iniciativa resulta muy atractiva porque, para entrenar el cerebro de una persona ciega de nacimiento, se necesitará conectar el implante previamente a un entorno virtual con multitud de imágenes y escenas realistas, de manera que esa persona, una vez recuperada la visión, podrá ver exactamente igual ‘dentro y fuera’ del Metaverso.
Es un ejemplo muy ilustrativo de cómo, poco a poco, esa frontera entre lo físico y lo virtual irá disolviéndose, hasta dar paso a una generación de ‘nativos virtuales’: personas que, al nacer, tendrán una interacción social y con su entorno indiferenciada entre lo que es real y lo que es generado digitalmente.
La frontera entre lo físico y lo virtual irá disolviéndose, hasta dar paso a una generación de ‘nativos virtuales’
Guía del Metaverso
Posiblemente, como indicaba al principio, esta será la mayor revolución social de la humanidad hasta el momento. Nuestra forma de vida, incluso nuestra propia fisonomía corporal, sentidos, capacidades e inteligencia se transformarán para adaptarnos a este nuevo entorno físico-virtual, como ha ocurrido con nuestra especie, y con todas las especies, a lo largo del tiempo.
Como Ingenieros de Telecomunicación, el futuro nos brinda nuevamente una oportunidad única para liderar el cambio y ayudar a mejorar la sociedad.
Para ello, debemos estar siempre informados y conocer no solo las novedades tecnológicas, sino también los distintos puntos de vista, interesados (stakeholders) en el mercado e implicaciones de los cambios que se pretenden acometer. Es el momento de ayudar a la sociedad en este ‘viaje al Metaverso’.
Journey to the Metaverse: Technologies Propelling Business Opportunities
Editorial: Business Expert Press
ISBN: 978-1637424384
Publicación: marzo 2023, Estados Unidos
Sinopsis: ‘Journey to the Metaverse’ ayuda a comprender los fundamentos tecnológicos sobre los que se sustenta el Metaverso y revela las nuevas oportunidades que este ofrece. El libro invita a un viaje ameno pero exhaustivo por todos los aspectos asociados con el Metaverso, desde la realidad aumentada, la realidad virtual, las criptomonedas, el Internet de las Cosas, las gafas 3D y muchos otros. En él se revela información contrastada, basada en recientes publicaciones científicas y el propio trabajo del autor, siempre desde un punto de vista práctico y directo, orientado a la acción.
Al leer ‘Journey to the Metaverse’ se comprende no solo qué y quiénes están detrás de la construcción y expansión del Metaverso, sino también los siguientes hitos y la hoja de ruta que podemos esperar: una visión anticipada, desde un punto de vista privilegiado, que nos permitirá adaptar la estrategia de negocio y carrera profesional para aprovechar al máximo este nuevo modelo de sociedad.
En el libro también se advierte de los riesgos inherentes al Metaverso, como la generalización de deepfakes, la regulación sobre privacidad, responsabilidad, derechos y deberes de los ciudadanos, posibles adicciones, discriminación y otras consecuencias fruto de su carácter altamente inmersivo. Por último, en el libro se da una prospectiva de lo que puede suponer el Metaverso en los próximos años, a medio y largo plazo, ofreciendo una visión que permita al lector reflexionar sobre la mejor forma de enfrentarse o anticiparse a tales escenarios.
Inteligencia Artificial y Metaverso
La explosión de la Inteligencia Artificial va a contribuir a que uno de los grandes retos del Metaverso, la generación de contenidos y entornos virtuales, sea mucho más rápida de lo esperado. El uso de avatares generados por IA, e incluso la operación semiautomática de nuestros propios avatares con el apoyo de la IA, por ejemplo mientras dormimos, comemos o vamos al baño, convertirá el Metaverso en una realidad sobre-estimulada que deslumbrará a muchos y confundirá a otros.