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criptografia
sum Montserrat Guardia

Montse Guardia

General manager de Alastria.

Criptografía: la clave para el comercio digital

Con un contexto geopolítico único, el año 2021 está posicionando a las telecomunicaciones como protagonista definitivo del rumbo macroeconómico del planeta. En nuestro día a día, ya no dependemos del momento, o de la ubicación, para formarnos, trabajar, o elegir leer, visualizar o escuchar una novela. Nuestro circulo de amistades se puede extender a varios países y el liderazgo de la carrera espacial se centra más en personas y empresas que en naciones e instituciones. Sabemos que la brecha digital es uno de nuestros grandes retos solidarios, así como incentivar la formación STEM. Además, perseguimos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y es imperativo empresarial dar respuesta a los retos ESG (Environmental, Social and Governance).

En los últimos diez años, el desarrollo de una arquitectura digital de red, con principios de diseño como la confianza, la seguridad, el consenso y la economía basada en acuerdos de intercambio personalizados, ágiles y transparentes ha ido madurando. Ha llegado el año de asumir sus amplias posibilidades en el debate sobre el valor, su intercambio y el dinero.

La Etiqueta y su relación con Blockchain
En el diccionario de la Real Academia Española la palabra etiqueta aborda aspectos sociales, industrial-tecnológicos y de mercado. Se refiere al ceremonial de los estilos, usos y costumbres que se debe guardar en actos públicos solemnes, o a la ceremonia en la manera de tratarse las personas. Se usa también como marbete que se adhiere a algún objeto, o la pieza de papel, cartón u otro material semejante, generalmente rectangular, que se coloca en un objeto o en una mercancía para identificación, valoración, clasificación, etc. Igualmente, significa una calificación estereotipada y simplificadora.

El dominio de este ceremonial es un arma importante para el progreso social. En el siglo XIX era un complicado sistema de comportamientos codificados, que en el siglo XX evoluciona dentro de cada cultura en el ámbito de los negocios. Con internet, el email, la web y el móvil se adapta para la comunicación entre puntos lejanos y en todas las culturas.

Si en la venta minorista del XIX ‘el cliente siempre tiene razón’ resumía la orientación al beneficio de los buenos modales entre el comprador y el vendedor, en el siglo XXI se asumen aspectos de la instantánea interacción social, con un código ético subyacente, que reflejan moda y estatus social en cualquier punto del planeta. A fecha de mayo del 2021 el comercio global es digital y se refleja en los resultados (en dólares) de las seis empresas más grandes del mundo por su capitalización: Apple (2,19 trillones), Microsoft (1,88 trillones), Amazon (1,63 trillones), Alphabet (1,57 trillones), Facebook (914 billones) y Tencent (735 billones).

Se precisa una altísima resiliencia para toda la información que se intercambia en internet

La personalización de los buenos modales entre comprador y vendedor se establece multiculturalmente a través de internet, gracias a su protocolo de comunicación, a billones de líneas de código de millones de aplicaciones que aportan servicios y productos de los sectores industriales-empresariales. Se precisa una altísima resiliencia para toda la información que intercambia. Los millones de millones de datos sobre costumbres, intereses, hábitos o preferencias tanto de las empresas como de los clientes son susceptibles de ser utilizados para múltiples fines.

La criptografía cobra relevancia
La criptografía, de las palabras ‘kryptos’, que significa ocultar, y ‘graphia’, escribir, reúne las técnicas que permiten que una escritura (información) quede oculta a partir del uso de claves o códigos. Digitalmente garantiza confidencialidad, integridad de la información, autenticación de usuario, autenticación de remitente, autenticación del destinatario, no repudio en origen, no repudio en destino, y autenticación de actualidad (no replay).

Hablar de criptomoneda, es hablar de ‘cripto’, ya que Bitcoin nace con un mensaje firmado con el pseudónimo Satoshi Nakamoto y titulado ‘Bitcoin P2P e-cash paper’, materializando en el 2009, como el uso de un sistema criptográfico para la transmisión de un valor digital que dependerá de todas las personas que tengan acceso a la red de ordenadores.

Bitcoin muestra su robustez con el algoritmo criptográfico asimétrico Elliptic Curve Digital Signature Algorithm (ECDSA), cuya esencia reside en el hecho de que un número en la curva multiplicado por un número secreto enorme da como resultado otro número en la curva, y con los parámetros secp256k1. El código Bitcoin es abierto: los programadores pueden verlo, analizarlo y mejorarlo si fuera preciso. Este crea una conexión digital entre pares (personas propietarias/usuarias) del hardware-software (los nodos), que se comunican desde múltiples localizaciones del planeta.

El algoritmo está diseñado para intercambiar un valor digital, el bitcoin, e impedir el doble gasto y falsificación.

Un mismo bitcoin no puede ser usado varias veces o generado de forma arbitraria. La alta carga matemática del código se dota del llamado problema de los generales bizantinos para alcanzar el consenso entre los nodos que integran la red. La minería es la técnica para resolver los problemas de la base criptográfica para el intercambio y comprobación de información.

Criptomonedas, Blockchain y su funcionamiento
El mecanismo consiste en ejecutar en cada nodo el algoritmo de la cadena de bloques (Blockchain), con un registro único, consensuado y distribuido en varios nodos y un libro contable ubicado en toda la red que registra cada uno de los intercambios. En cada bloque digital tenemos la información de una cantidad de registros o transacciones válidas, la información referente a ese bloque, y su vinculación con el bloque anterior y con el bloque siguiente que se hace a través del hash de cada bloque, que es su huella digital única, y tiene un lugar específico e inamovible en la cadena.

Cuando se crean nuevos registros, primero se verifican y validan por los nodos de la red y luego se añaden a un nuevo bloque que se enlaza en la cadena. Los mineros ejecutan este proceso a cambio de una parte del valor digital (la cripto), y cuanto más rápido sea su hardware más probabilidad de verificar transacciones y recibir su recompensa. El hardware se ajusta al algoritmo de criptografía según
la tipología de la Blockchain. Un hardware de alta potencia es el que se precisa en el caso del algoritmo inicial de Bitcoin, la prueba de trabajo (Proof-of-Work). La prueba de participación (Proof of Stake) se basa en el poder de adquisición del minero, cuantas más ‘criptos’ tenga, más podrá minar. La constante evolución de algoritmos criptográficos permite nuevas aproximaciones Blockchain. Su uso energético es siempre relativo al tipo de hardware, al tipo de software y a la fuente de energía que usa el nodo que mina.

Desde el 2015 con Ethereum y su cripto, el Ether (el ‘gas’ que impulsa la cadena), se añade un elemento transcendental: los smart contracts, cláusulas condicionales que rigen el acuerdo de valor por acción entre múltiples proveedores y clientes participantes en la red. Un buen diseño funcional de las condiciones y de las acciones permite una valiosísima automatización entre y para varios actores. Con etiqueta de modales colaborativos, se puede cubrir una abundancia de casos de éxito, entre ellos el necesario registro y trazabilidad de valores relevantes para una empresa en sus compromisos medioambientales (environmental), de comunidad (social) o de gobierno corporativo (governance).

Las redes descentralizadas, digitalizan el valor con la “cripto”, como Bitcoin, o establecen valor con la innovación de los acuerdos en ecosistema (smart contracts), más el desarrollo de la Identidad Digital (ID) que contempla el método de identificación, autentificación y autorización en el uso de servicios digitales por personas físicas, jurídicas, y cosas. El diseño de la ID consolida la definición de atributos de información, como trazas de pruebas de existencia de la persona o cosa. La persona con autoridad individual puede decidir sobre la procedencia garantizada de los atributos y el intercambio de los que se precisen para un determinado servicio.

Los millones de millones de datos tanto de las empresas como de los clientes son susceptibles de ser utilizados para múltiples fines

A este cambio de paradigma del acceso a servicios le sumamos la convergencia tecnológica con objetos que capten la información de condiciones y activen acciones programadas y con el software de IA que efectúe los cálculos necesarios con la garantía de calidad de la información en su entrada y en su salida. Así, por ejemplo, para un vehículo autónomo, hay ventajas desde la seguridad del registro de la ruta, el pago automático por uso, el registro preciso de energía consumida con garantía de sostenibilidad, etc.

Bancos centrales, legislación y criptomonedas
Aceptando que el intercambio de valor se protege en esta nueva arquitectura por las propiedades matemáticas y criptográficas, en este 2021 el cambio y la musculación de la nueva etiqueta política, socioeconómica y financiera en la relación entre el sector público y el privado es de rabiosa actualidad.

En Europa destaca, por un lado, el trabajo (en ecosistema) del proyecto de Ley del Reglamento de Mercados de Criptoactivos (MiCA), que podría estar aprobada a inicios del 2022, y que otorga a la CNMV y al Banco de España la facultad de controlar y custodiar la legalidad de ‘cripto-activos’. Y, por otro lado, comunicado el 14 de julio del 2021 por el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo, el trabajo realizado y el acuerdo en los siguientes pasos de la exploración de los beneficios y riesgos de introducir una versión digital del euro para los 19 países de la eurozona, en forma paralela al euro, permitiendo transacciones digitales más rápidas, independiente de factores externos al bloque comunitario, y respaldando la soberanía y la estabilidad europeas, en los aspectos monetario y financiero.

El resultado del grupo formado por Eesti Pank, Banco de España, Banca d’Italia, Deutsche Bundesbank, Latvijas Banka, De Nederlandsche Bank, Banco Central de Irlanda, Banco de Grecia y el Banco Central Europeo, del estudio sobre la tecnología Blockchain o DLT como base del euro digital indica que permite optar a la innovación disruptiva en micropagos, y en los pagos máquina a máquina, incluyendo requisitos de seguridad, de privacidad, y de capacidad de escalar para el esperado rendimiento del sistema monetario de las próximas décadas.

Además, el alcance cubrió soluciones de Identidad Digital demostrándose los beneficios operativos, de costos y de cumplimiento y el alivio de algunas limitaciones prácticas gracias a una regulación eIDAS actualizada y el mayor uso de credenciales verificables o identidad soberana. Así a partir de un conjunto de estándares comunes definidos por la Comisión Europea, los estados miembros podrían ofrecer carteras de identidad (que podrían ser proporcionadas por empresas) a sus conciudadanos para que estos soliciten, almacenen y compartan datos de identificación y certificaciones electrónicas (atributos). Una posible política industrial al respecto es necesaria e ilusionante. Las carteras digitales irán más allá del monedero digital.

Los antropólogos Boyd, Richerson y Henrich (2016) en su modelo de evolución cultural plantean que los modales son un medio para mitigar las diferencias sociales, frenar los comportamientos personales indeseables y fomentar la cooperación dentro del grupo social; el desarrollo de la tecnología descentralizada, en el 2021, habilita globalmente la etiqueta de la confianza y la sostenibilidad y refuerza un apasionante espíritu renacentista.

Referencias

Joseph Henrich: ‘The Secret of Our Success. How Culture Is Driving Human Evolution Domesticationg Our Species and Making Us Smarter’, Princeton University Press.

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