
El futuro digital de España pasa por los centros de datos
En un mundo cada vez más digitalizado, las infraestructuras tecnológicas juegan un papel fundamental en el desarrollo económico y social. España tiene ante sí una oportunidad única para convertirse en un hub digital de referencia en Europa, y los centros de datos son la piedra angular de esta transformación. Sin embargo, para alcanzar este objetivo, es imprescindible que las administraciones públicas tomen conciencia de su importancia estratégica y faciliten su desarrollo con políticas adecuadas y un marco regulador que impulse las inversiones necesarias.
Desde Spain DC (la asociación de data Center en España) centramos nuestros esfuerzos en la importancia que los centros de datos tienen para nuestro día a día, como base sobre la que se sustenta la actividad digital en todos los ámbitos de nuestra sociedad.
Cada vez que enviamos un correo electrónico, realizamos una videollamada o utilizamos una aplicación en la nube, estamos utilizando un centro de datos. Sin ellos, el funcionamiento de servicios esenciales como el comercio electrónico, la banca digital, las redes sociales o la Inteligencia Artificial sería imposible.
Riqueza económica y empleo
Pero su importancia no se limita a la provisión de servicios digitales. Los centros de datos generan empleo, atraen inversión y contribuyen al crecimiento del PIB. Según nuestro último informe del sector que publicamos el pasado mes de enero, la industria de los centros de datos podría multiplicar por seis su capacidad instalada en los próximos cinco años, alcanzando los 2.100 MW y movilizando inversiones por más de 58.000 millones de euros, entre inversiones directas e indirectas. Estas cifras demuestran el enorme potencial que tiene este sector para convertirse en un motor de desarrollo para España.
Cada vez que enviamos un correo electrónico, realizamos una videollamada o utilizamos una aplicación en la nube, estamos utilizando un centro de datos
Nuestro país cuenta con varios factores diferenciales que la convierten en un destino altamente atractivo para el desarrollo de centros de datos. En primer lugar, su ubicación geográfica estratégica entre Europa, América y África facilita el acceso a los principales mercados y la conectividad con redes de telecomunicaciones globales. Además, la disponibilidad de energías renovables, especialmente solar y eólica, permite a las empresas del sector operar con una limpia y barata, lo que es clave en un contexto de creciente compromiso con la sostenibilidad.
Madrid se ha consolidado como el principal hub de centros de datos en España, concentrando más del 50% de la oferta nacional y posicionándose como el noveno mayor mercado en Europa. Sin embargo, otras regiones, como Cataluña y especialmente Aragón, están atrayendo inversiones y emergiendo como polos de desarrollo digital.
No obstante, para que este crecimiento continúe y España logre consolidarse como un referente en la industria de los centros de datos, es imprescindible superar una serie de desafíos que están frenando su expansión.
Principales retos
Uno de los principales obstáculos que enfrenta el sector es el acceso a la energía. A pesar de que España produce más energía de la que consume, la falta de infraestructura adecuada para distribuirla está limitando la implantación de nuevos centros de datos. La Modificación de Aspectos Puntuales (MAP) del Plan de Transporte de Energía Eléctrica ha restringido la inversión en redes eléctricas, dificultando la conexión de los centros de datos a la red y, en consecuencia, posibilitando que se retrase la llegada de nuevas inversiones.
Es imprescindible que el nuevo Plan de Transporte de Energía 2025-2030 contemple las necesidades del sector y facilite el acceso necesario a la red eléctrica, eliminando las barreras que actualmente están impidiendo su desarrollo. En Madrid, por ejemplo, la construcción de infraestructuras eléctricas adecuadas podría atraer inversiones por valor de 38.000 millones de euros hasta 2030. No podemos permitirnos perder esta oportunidad por falta de planificación y adaptación a las necesidades de un sector clave para el futuro de nuestra economía.
Otro reto importante es la necesidad de agilizar los trámites administrativos para la construcción y puesta en marcha de nuevos centros de datos. Actualmente, las diferencias en los requisitos y procedimientos entre comunidades autónomas y municipios generan incertidumbre y retrasos que afectan a la competitividad del sector en España. Es fundamental que se establezca un marco regulador unificado y ágil que permita a las empresas planificar sus inversiones con mayor seguridad y previsibilidad.
La industria de los centros de datos podría multiplicar por seis su capacidad instalada en los próximos cinco años, alcanzando los 2.100MW
Sostenibilidad y eficiencia energética
Es importante destacar que este desarrollo del sector de los centros de datos en España debe ir de la mano de una estrategia clara de sostenibilidad y eficiencia energética. En este sentido, es importante destacar que los centros de datos que se están construyendo en nuestro país son “nativos sostenibles”. Esto significa que, desde su diseño, están pensados para minimizar el impacto ambiental y maximizar el uso de energías renovables.
Además, los centros de datos pueden jugar un papel clave en la reutilización del calor residual que generan. En algunos países europeos, este calor se aprovecha para calentar viviendas, hospitales o infraestructuras públicas, reduciendo así la demanda energética en otros sectores y contribuyendo a la eficiencia global del sistema.
Por otro lado, el sector está muy comprometido con la optimización del consumo de agua y en la reducción de la huella de carbono, alineándose con los objetivos de neutralidad climática para 2030. La adopción de tecnologías como la refrigeración líquida y el uso de materiales más eficientes en la construcción de centros de datos serán claves en este proceso.
Para que España pueda aprovechar plenamente el potencial de los centros de datos, es imprescindible que las administraciones públicas adopten un papel proactivo en su desarrollo. Esto implica no solo facilitar el acceso a la energía y agilizar los trámites administrativos, sino también promover políticas que fomenten la formación de talento especializado en el sector.
Profesionales cualificados
La industria de los centros de datos está experimentando una demanda creciente de profesionales cualificados, desde ingenieros y arquitectos hasta técnicos especializados en refrigeración y mantenimiento. La colaboración entre el sector público y privado en la creación de programas de formación específicos es fundamental para garantizar que España cuente con el talento necesario para liderar este mercado en los próximos años.
Además, es crucial que se reconozca el carácter estratégico de los centros de datos dentro de la economía nacional y se impulse su desarrollo a través de incentivos a la inversión, similares a los que ya existen en otros sectores industriales clave. Solo de esta manera podremos consolidarnos como un referente en la economía digital y atraer las inversiones que necesitamos para seguir creciendo.
España tiene ante sí una oportunidad única para convertirse en un hub digital de referencia en Europa, y los centros de datos son la clave para lograrlo. Contamos con los recursos, la ubicación estratégica y el talento necesario para liderar este sector, pero necesitamos un compromiso firme por parte de las administraciones para eliminar las barreras que actualmente están frenando su desarrollo.
Nuestro país cuenta con varios factores diferenciales que la convierten en un destino altamente atractivo para el desarrollo de centros de datos
El acceso a la energía, la simplificación de los trámites administrativos, el impulso a la sostenibilidad y la formación de talento son los cuatro pilares sobre los que debemos construir el futuro de los centros de datos en España. Si logramos avanzar en estas áreas, estaremos sentando las bases para una economía digital sólida, generadora de empleo y atractiva para la inversión.
No podemos permitirnos perder esta oportunidad. El futuro de España es digital, y los centros de datos son la infraestructura que hará posible esa transformación.