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María Ángeles Marced

Premio a la Trayectoria Profesional 2024 del COIT

«El PERTE Chip nace muy ambicioso, pero debemos construir desde los cimientos»

María Ángeles Marced, galardonada con el Premio a la Trayectoria Profesional 2024 por el COIT, es una de las figuras más influyentes en la industria global de los semiconductores. Inició su carrera en Intel, para después ocupar cargos clave en Fujitsu, Philips y NXP Semiconductors, hasta convertirse en presidenta de TSMC Europa. Ha presidido el Consejo de Liderazgo de EMEA de la Global Semiconductor Alliance e impulsado importantes iniciativas como el EU Chips Act y el PERTE Chip.

¿Cuál puede llegar a ser el papel de Europa en la industria de los semiconductores?

Hablar de competencia en el mercado de semiconductores es un poco baladí, porque hasta la pandemia ha sido una industria completamente global. Asia, liderada por Taiwán y Corea del Sur con empresas como TSMC y Samsung, ha sido el centro de la fabricación. Estados Unidos ha dominado el diseño, especialmente en Silicon Valley, mientras que Europa se ha especializado en áreas como la litografía avanzada y chips especializados para automóviles e industria. Con la llegada de la pandemia y las tensiones geopolíticas, quedó claro que la cadena de suministro global era frágil, lo que llevó a gobiernos a repensar la necesidad de soberanía tecnológica.

El EU Chips Act es un intento de fortalecer esta posición, no para superar a Asia o Estados Unidos de inmediato, sino para garantizar que no dependamos totalmente de ellos. Se busca construir un ecosistema equilibrado, capaz de resistir shocks globales. No obstante, este camino presenta desafíos, especialmente porque la innovación en semiconductores se nutre de economías de escala globales. La localización podría frenar este avance, pero confío en que la Inteligencia Artificial (IA) y otros desarrollos tecnológicos compensen esa posible desaceleración.

España ha hecho su apuesta con el PERTE Chip. ¿Crees que se están cumpliendo las expectativas que se planteaban? ¿Son suficientes las iniciativas realizadas hasta ahora?

El PERTE Chip nace muy ambicioso, pero siempre he dicho que España debe empezar por los cimientos, no por el tejado. Nuestro país no ha tenido históricamente una industria de semiconductores fuerte, más allá de algunos actores importantes.

Siempre he aconsejado que lo primero es invertir en centros de diseño. Si hay suficientes centros de diseño, la demanda de fabricación llegará de manera natural, lo que abrirá las puertas a que los grandes fabricantes consideren instalarse aquí. El PERTE Chip ha dado un paso importante con las cátedras, que son un buen inicio para generar talento especializado.

En cuanto a las tecnologías emergentes, debemos apostar por sectores donde todavía no hay un claro líder, como la fotónica y la potencia de alto nivel. Estas áreas ofrecen oportunidades para que un país pueda destacarse. Por ejemplo, España tiene un know how en fotónica en ciudades como Valencia, Madrid, Barcelona y Vigo.

¿Con qué tecnologías se desarrollará el futuro del sector microelectrónico? ¿Qué análisis haces de la pugna entre los actuales actores principales, China y Estados Unidos?

La famosa Ley de Moore, que ha guiado la industria durante décadas, se está volviendo cada vez más difícil de cumplir. Nos acercamos al límite físico de la miniaturización con transistores que ya casi alcanzan el nivel de átomo. Por eso, el futuro del sector se tendrá que apoyar en otras soluciones, como por ejemplo la exploración de nuevos materiales o enfoques innovadores como la fabricación 3D, que permite integrar mucho más.

 

Nuestro país no ha tenido históricamente una industria de semiconductores fuerte, más allá de algunos actores importantes

 

Luego hay otro tipo de tecnologías fundamentales, que ya he comentado. La fotónica es prometedora, porque permite transmitir datos a mucha más velocidad, reduciendo el consumo energético. Y la cuántica que, aunque revolucionaria, todavía está en una fase de prototipación, por lo que hay que esperar para ver su impacto.

Has sido una de las Ingenieras de Telecomunicación más influyentes en un sector dominado históricamente por hombres. ¿Qué consejos darías a las jóvenes ingenieras que se plantean trabajar en la industria de la microelectrónica y qué cambios son necesarios para impulsar la presencia de la mujer en el sector tecnológico?

Siempre he dicho que la innovación es una de las cosas más emocionantes del mundo. A las ingenieras y también a los ingenieros les diría que esta es una industria fascinante, donde cada día puede ser un desafío diferente. En el campo tecnológico la innovación pasa por los semiconductores.

El esfuerzo y la dedicación son esenciales, pero también lo es rodearse de personas que te apoyen. En mi caso, mi marido ha sido un pilar fundamental, dejándolo todo para acompañarme por toda Europa.

Me siento muy afortunada también de haber conocido a pioneros de la industria como Andrew Grove y Gordon Moore, que fueron una inspiración para mí. 

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