La revista profesional sobre tecnología y transformación digital
APERTURA Jose Luis Fernandez. Televes

José Luis Fernández

Director general de Estrategia en Televés.

Instalaciones avanzadas en los edificios conectados

En el desarrollo socioeconómico, y pensando en las personas, los edificios son las comunidades más importantes, porque consumen más del 40% de la energía, son los causantes del 36% de las emisiones de gases invernadero y estamos en ellos casi toda nuestra vida, más del 85% de nuestro tiempo. Sin embargo, su importancia en las políticas y planes de las ciudades inteligentes ha sido muy reducido.

Hay dos hitos importantes que determinan la visión de futuro de los edificios conectados. En el año 2015 se publicaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), dedicando el número 11 a las ciudades y comunidades sostenibles. En este ODS, el edificio ya era señalado como muy importante. Esto se concretó posteriormente en el Plan Nacional de Territorios Inteligentes del 2017, donde se identifica al edificio como la célula básica de la ciudad.

Infraestructuras de comunicaciones
Esta nueva visión de edificio integrado en unidades de convivencia superiores, como la ciudad y los territorios, y su importancia por sus datos energéticos, fue el origen del intenso trabajo que ha hecho España para identificar qué puede aportar el edificio al sistema socioeconómico y a reconsiderar sus necesidades de infraestructuras más allá de las definidas previamente.

 

El edificio, como no puede ser de otro modo, está muy regulado. Hay dos ámbitos claros de regulación: el constructivo y el que define los sistemas que lo hacen posible con la LOE (Ley de Ordenación de la Edificación) y sus reglamentos, el CTE (Código Técnico de Edificación), el REBT (Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión que tiene en cuenta las directivas de eficiencia energética) y, en cuanto a las telecomunicaciones, los reglamentos de la ICT (Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones).

Con la incorporación de una toma de Fibra Óptica en el salón de la vivienda se facilita el acceso el servicio universal definido en la nueva Ley General de Telecomunicaciones, del 28 de junio. Sin embargo, es una infraestructura que no ‘habla’ con el edificio, y por tanto no es útil para alcanzar la sostenibilidad del propio edificio y mucho menos de la ciudad.

El objetivo fundamental del GTiE fue redactar un reglamento para el desarrollo de una infraestructura de comunicaciones electrónicas del edificio

‘Hablar’ con el edificio
Por consiguiente, el actual marco normativo no es suficiente, ya que carece de una infraestructura integradora para considerar el edificio como un todo y permitir, no solo el acceso a los servicios de telecomunicaciones de sus ocupantes, sino también la posibilidad de acceder, como entidad económica, a todos los sistemas de edificio.

Los objetivos de esta evolución son claros:

  • Obtener datos e información valiosa para el propio edificio permitiendo desarrollar aplicaciones inteligentes.
  • Obtener datos de sus ocupantes y posibilitar que mejore su impacto ambiental aumentando su concienciación.
  • Escalar estos dos objetivos anteriores al ámbito de la ciudad , ya que el edificio no es un entidad aislada y desconectada, pues está integrado con otros edificios formando barrios. Los datos que pueden ser útiles para gestionar mejor un edificio lo son también para cualquier otra unidad de convivencia superior que disponga de medios de análisis, con el objetivo de identificar tendencias y modelos, y generar políticas y acciones predictivas y preventivas que son las únicas sostenibles y eficaces.

 

¿Cómo se implanta el edificio conectado?
El concepto de edificio conectado se desarrolló conjuntamente entre la industria y las empresas con la administración, dando lugar a estándares y normas que consolidaron dicho concepto con la norma UNE 178108 de 2017 (Ciudades inteligentes, requisitos de los edificios inteligentes para su consideración como nodo IoT) y la norma de la UIT L1370 de 2018 (Servicios de edificio sostenible e inteligente).

Con estás normas ‘debajo del brazo’ y como documentación básica y previa, se creó un grupo de trabajo representativo de todo el sector en AMETIC, el GTiE (Grupo de Trabajo de infraestructuras de Edificio), con el objetivo de redactar un reglamento de edificio conectado y su complemento normativo: la semántica de la comunicación edificio-ciudad. Es importante mencionar que si bien el COIT participó desde el principio en el GTiE, se creó una comisión bilateral para un mejor aprovechamiento de experiencia previas.

El objetivo fundamental de este Grupo de Trabajo, como ya se ha mencionado, fue redactar un reglamento para el desarrollo de una infraestructura de comunicaciones electrónicas que mantuviera el acceso a los servicios básicos de información y a la red, e incorporara el acceso a todos los sistemas del edificio, monitorizando parámetros útiles y obteniendo datos esenciales para ser analizados por un elemento integrador y facilitador (nodo IoT), y con capacidades de comunicación con todos los que necesiten esa información.

Y esta infraestructura debería ser producto de la ampliación de la ICT para que mantenga todas las características que le son propias y que se han identificado como fortaleza de país:

  • Que la infraestructura pertenezca a la comunidad.
  • Que su implantación sea mediante proyecto con un reglamento específico, lo que asegura una correcta
    implantación.
  • Que mantenga un punto de interconexión entre el edificio y los proveedores de servicios.
  • Que sea en el marco de libre acceso y elección de proveedor y libre competencia.

 

Sin duda, hay otras formas de implantación, pero desde el sector creemos que este es el mejor camino para construir las instalaciones avanzadas del edifico, siendo además el que genera mayor riqueza.

Ampliar la ICT
Hay que decir que los proyectistas tienen toda la experiencia para ser fundamentales en la ampliación de la ICT con una nueva visión vertical del edificio conectado. Y esto es así, porque los proyectistas tienen que hacer un proyecto integrado con todos los servicios para después decidir qué parámetros pueden complementar a los esenciales definidos en la norma (L1370). Además, también deciden cómo y dónde realizar la colocación de los sensores, cuál será la mejor capa física para su conexión y qué infraestructuras se pueden compartir.

Pero su papel no termina aquí: también tienen que establecer la conexión de sistemas abiertos (concretar la interoperabilidad), identificar posibles servicios útiles y comercializables y, por supuesto, desarrollar su actividad completa con el seguimiento y certificación de la instalación.

Es necesario que sean muchos los edificios conectados para que la información generada sea realmente útil para la ciudad

¿Qué falta para que el edificio conectado sea una realidad y forme parte de la ICT?
En primer lugar, hay que decir que el trabajo para que esto ocurra está hecho. Ya se ha redactado y presentada la norma de semántica del edificio, hoy aprobada y en vigor: la UNE178204 de 2021 (Ciudades inteligentes. Semántica aplicable a los datos e información producto de la monitorización del edificio y su integración en unidades de convivencia superiores.).

También se ha redactado un borrador de reglamento de edificio conectado, que se ha denominado Anexo VI. Dicho reglamento se ha puesto a disposición de todo el sector, desde el cual se han recibido muchas precisiones que se han incorporado a la redacción primigenia. Si bien se sigue trabajando, podemos considerar que el reglamento es acorde a las normas y el sector está preparado para su implantación.

¿Qué falta entonces? Que se desarrolle la ley de bases de telecomunicaciones, Ley11/2022, la LGT, a partir de su artículo 55:

  • En su parte 1: mediante Real Decreto se desarrollará la normativa legal en materia de infraestructuras comunes de comunicaciones electrónicas en el interior de edificios y conjuntos inmobiliarios.
  • En su parte 3: la normativa reguladora de las infraestructuras comunes de comunicaciones electrónicas promoverá la sostenibilidad de las edificaciones y conjuntos inmobiliarios, de uso residencial, industrial, terciario y dotacional, facilitando la introducción de aquellas tecnologías de la información y las comunicaciones y el internet de las cosas que favorezcan su eficiencia energética, accesibilidad y seguridad, tendiendo hacia la implantación progresiva en España del edificio sostenible y conectado con unidades de convivencia superiores y del concepto de hogar digital.

 

 

Además, se tendrá que redactar un nuevo Real Decreto de ICT manteniendo los anexos actuales y añadiendo uno nuevo de edificio conectado.

A modo de nota final, hemos de destacar una reclamación del sector. Es necesario que sean muchos los edificios conectados para que la información generada sea realmente útil en la unidad de convivencia en donde estén integrados (la ciudad). Solo así se podrán identificar los patrones y desarrollar nuevos servicios. Por ello, desde el sector pedimos que cuando haya planes ‘renove’ y/o planes de rehabilitación de edificios se incluya en estos la infraestructura del edificio conectado; es decir la nueva ICT ampliada.

Comparte