Redacción BIT
Marta Balenciaga
Decana-presidente del COIT y presidenta de la AEIT
«La ‘emoción de conectar’ nos ha ayudado a replantear la misión del Colegio en términos más humanos y transformadores»
Durante los últimos siete años, Marta Balenciaga ha estado al frente del COIT como decana-presidente y como presidenta de la AEIT, un tiempo en el que la profesión ha atravesado retos decisivos: de la pandemia de Covid a la transformación digital acelerada. En esta conversación con BIT comparte aprendizajes, avances y desafíos pendientes, reflexionando sobre el papel del Ingeniero de Telecomunicación en una sociedad cada vez más conectada y exigente.
En su primera entrevista para la revista BIT hablaba de reforzar la ‘marca Ingeniero de Telecomunicación’. Seis años después, ¿qué ha cambiado en ese camino y qué sigue pendiente?
Hemos avanzado notablemente en visibilidad y reconocimiento social. La marca ‘Ingeniero de Telecomunicación’ se percibe hoy con mayor claridad y solidez en el sector y la sociedad. Desde el COIT hemos trabajado para posicionar a la profesión como motor clave de la transformación digital.
Fue precisamente ese planteamiento el que nos llevó al equipo de gobierno a realizar una modernización de la identidad visual hacia la ‘marca IT’, sin abandonar, por supuesto, nuestro escudo heráldico distintivo de la profesión de Ingeniero de Telecomunicación, como una rama más de la ingeniería española.
Sin embargo, todavía hay margen para crecer. Necesitamos que la ciudadanía identifique con más claridad qué hacemos y por qué nuestro trabajo es crucial en su día a día. Ahí entra en juego la divulgación, la pedagogía social y la conexión con las nuevas generaciones.
Ha liderado el COIT durante una etapa compleja: desde la pandemia a la transformación digital acelerada. ¿Qué aprendizajes personales le ha dejado este periodo?
Este periodo ha reforzado mi convicción de que la flexibilidad, la escucha y la adaptación constante son esenciales en el liderazgo. La pandemia nos obligó a reinventar muchas formas de trabajar, de comunicarnos y de dar servicio, y creo que salimos fortalecidos como institución.
Al mismo tiempo, fue una etapa que exigió decisiones rápidas y mucha coordinación, en un entorno de incertidumbre que no habíamos vivido antes y con una fuerte presión para no detener la actividad.
La marca ‘Ingeniero de Telecomunicación’ se percibe hoy con mayor claridad y solidez en el sector y la sociedad
Supimos mantener la cercanía con los colegiados a pesar de la distancia física, acelerar la digitalización interna y externa, y activar canales para dar respuesta inmediata a nuevas necesidades, como el teletrabajo, la formación online o el acompañamiento jurídico y técnico a distancia. En definitiva, innovar y usar nuestro ingenio para solucionar problemas en momentos críticos.
Todos estos años también han ratificado lo fundamental que es estar rodeada del mejor equipo para avanzar y sacar las cosas adelante.
Cuando ganó las elecciones destacó la importancia de modernizar el Colegio y hacerlo más cercano y participativo. ¿Qué hitos destacaría en ese proceso?
El COIT hoy es una institución más transparente, digital, accesible y orientada al colegiado. Hemos impulsado nuevas plataformas y servicios digitales, mejorado la comunicación, abierto canales de participación directa y reorganizado la estructura interna para adaptarla a las necesidades actuales profesionalizando la gestión de la institución.
En los últimos años, hemos reforzado la atención personalizada a través de un enfoque segmentado por perfiles profesionales, con servicios como el programa de mentorización Ment-it, el asesoramiento a profesionales liberales, la ventanilla única digital o la ampliación del catálogo de normas UNE disponibles a través de AENORmás.
Las Oficinas Acelera pyme del COIT en Madrid y Andalucía han sido un paso clave para ofrecer formación, asesoramiento y acompañamiento a Pymes y autónomos en su proceso de digitalización, alineando nuestra labor con las necesidades reales del tejido empresarial.
El COIT es hoy una institución más transparente, digital, accesible y orientada al colegiado
Además, hemos potenciado la transparencia y la rendición de cuentas, con informes detallados de actividad, newsletters periódicas, estadísticas de uso de servicios y una mayor presencia pública e institucional.
También se han modernizado los canales de comunicación y la identidad digital del Colegio (web rediseñada, área privada más intuitiva…) con un aumento significativo de nuestra comunidad en redes sociales y nuevos formatos como vídeos y podcasts, y campañas como #TelecoRenta o #Pioneras_IT que, además de inspirar, proyectan nuestra profesión.
Paralelamente, se han reforzado los servicios jurídicos, la visibilidad en medios, la conexión con los centros universitarios y el apoyo al talento senior #Talento50+ con la creación de iniciativas y un grupo de trabajo que permiten la readaptación de los ingenieros veteranos y su reinserción laboral.
Todo esto responde a un objetivo común: convertir al COIT en una institución útil, cercana y alineada con el momento que vive nuestra profesión. Una institución donde cada colegiado se sienta representado, respaldado y escuchado.
Una de las señas de su mandato ha sido tejer alianzas y reforzar la presencia institucional. ¿Qué papel juega el Colegio ahora ante la administración pública o el tejido empresarial?
El COIT es hoy un interlocutor estratégico. Hemos fortalecido nuestra relación con ministerios, secretarías de Estado, universidades, empresas tecnológicas y otras entidades sectoriales y profesionales.
Somos un referente técnico y de opinión en materias como el despliegue del 5G, la digitalización de Pymes, la regulación de contenidos, la protección del menor en entornos digitales o el desarrollo del PERTE Chip, por citar algunos ejemplos.
Esto ha sido posible gracias a una estrategia institucional clara y sostenida. Participamos activamente en foros clave como DigitalES, la Alianza STEAM, AMETIC o la iniciativa Generación D.
Colaboramos con universidades en la difusión del máster habilitante y en programas para atraer talento, y hemos reforzado nuestra presencia en congresos nacionales e internacionales, desde el Smart City Expo World Congress hasta el Mobile World Congress, pasando por el Congreso Nacional de Telecomunicaciones o la Semana de la Administración Abierta.
El COIT también ha contribuido en la elaboración de posicionamientos técnicos, respuestas a consultas públicas y propuestas normativas, consolidando una voz reconocida por la administración pública.
Las telecomunicaciones son la base de los nuevos modelos productivos
Ejemplo de ello son nuestras aportaciones al marco regulador de las telecomunicaciones, la interlocución constante con la secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, la participación en las mesas de trabajo del PERTE Chip o en los debates sobre clasificación profesional y función pública técnica y en la labor de normalización técnica en los Comités de UNE sobre infraestructuras digitales o tecnologías habilitadoras.
Hoy podemos decir que el Colegio participa en los debates importantes del sector.
Ha insistido muchas veces en que “no hay evolución social sin tecnología” y que nuestra profesión es clave. ¿Qué sectores cree que se transformarán más gracias a las telecomunicaciones en los próximos años?
Muchos sectores dependen ya de nuestra profesión para innovar. Las telecomunicaciones son la base de los nuevos modelos productivos. La salud digital, la movilidad inteligente, la industria conectada, la educación personalizada, la energía distribuida o la agricultura inteligente requieren redes fiables, datos bien gestionados y sistemas seguros.
Ahí estamos los Ingenieros de Telecomunicación, desarrollando y dando soporte. Y esto ha dado pie a la creación de startups que, lideradas por Ingenieros de Telecomunicación, están dando soluciones tecnológicas y prestando servicios que aumentan el bienestar de los ciudadanos.
Además, cada vez más empresas y administraciones públicas recurren a nosotros para afrontar retos de ciberseguridad, conectividad avanzada o integración de la inteligencia artificial.
La sostenibilidad ha ganado protagonismo en el discurso tecnológico. ¿Cómo cree que se entrelazan hoy telecomunicaciones y desarrollo sostenible?
De forma muy directa. Las telecomunicaciones ayudan a optimizar recursos, reducir emisiones, planificar mejor las ciudades o generar modelos energéticos más eficientes. Desde los sensores que gestionan el riego hasta las plataformas que analizan la movilidad, estamos contribuyendo a un mundo más sostenible.
Nuestra profesión debe asumir ese papel con responsabilidad. Apostamos por una tecnología que no solo sea eficiente, sino también ética y orientada al bien común. Esa mirada debe estar presente en la formación, en la empresa y en la regulación.
¿Cómo pueden iniciativas como Teleco Renta o Pioneras_IT cambiar la percepción de la Ingeniería de Telecomunicación entre los jóvenes?
Estas iniciativas muestran que la Ingeniería de Telecomunicación es una carrera con futuro, impacto y valores. Con Teleco Renta acercamos a los estudiantes, desde los colegios, escuelas e institutos y universidades las oportunidades reales del sector.
Con Pioneras_IT visibilizamos referentes femeninos de nuestra profesión que rompen estereotipos. Ambas iniciativas generan vocaciones y transmiten entusiasmo.
A quienes están decidiendo qué estudiar hoy les diría que esta profesión les abrirá puertas en múltiples sectores, les permitirá innovar, viajar y liderar proyectos transformadores. Además, trabajarán por un mundo más conectado, inclusivo y sostenible. En definitiva, es una profesión con una destacada función social.
Hemos trabajado para posicionar a la profesión como motor clave de la transformación digital
Como primera mujer al frente del COIT, ¿qué falta para que el liderazgo femenino sea algo habitual en nuestro sector?
Se ha avanzado en visibilidad, referentes y en el impulso de políticas para promover la igualdad de acceso a oportunidades. Pero siguen existiendo barreras, muchas veces culturales o estructurales, que limitan el acceso de mujeres a puestos de alta responsabilidad.
Aunque la mujer ocupa cada vez más el lugar que le corresponde, todavía queda un largo camino para alcanzar la plena igualdad en el ámbito profesional, principalmente en las ingenierías.
Tenemos que seguir motivando a las jóvenes para que se interesen por las carreras STEM. Por eso, estamos en cierto modo obligadas a visibilizar nuestro trabajo para explicar qué hacemos, cómo lo hacemos y, sobre todo, que para hacerlo estamos sobradamente capacitadas al igual que otros muchos compañeros, sin distinción de género.
Como indicaba al principio, la mayor o menor presencia de la mujer en las disciplinas STEM es más un reto cultural de acceso a capacidades, recursos y oportunidades que un desafío técnico, y en ese cambio de mentalidad hemos de trabajar conjuntamente.
El eslogan del COIT ‘la emoción de conectar’ ha marcado su mandato. ¿Qué significa para usted esa frase desde lo institucional y lo personal?
Esta frase surgió durante la creación de la nueva identidad visual del COIT al poco de empezar nuestra primera legislatura. Es una sentencia que representa muy bien lo que hacemos como profesionales y lo que intentamos construir desde el Colegio.
Conectar no es solo unir redes, también es crear vínculos, es proveer a las personas de oportunidades para su desarrollo personal y profesional, es avanzar, es ayudar, generar impacto … ¿Hay algo más emocionante? Para mí ha sido una guía y una motivación constante a la hora de liderar el COIT.
Desde lo institucional, ‘la emoción de conectar’ nos ha ayudado a replantear la misión del Colegio en términos más humanos y transformadores. Ha servido como hilo conductor para impulsar proyectos que realmente tienden puentes, por ejemplo entre generaciones, como Ment-it y Talento50+.
Pero también tiene un significado más íntimo. Porque al final, liderar una institución como esta también es una experiencia profundamente humana. Significa escuchar, tener empatía, compartir, aprender muchísimo y emocionarse con lo que los demás aportan.
Y, sobre todo, también recoger el legado de los que fueron los primeros profesionales, que es lo que hicimos durante la celebración del centenario de la profesión (1920-2020) con el lema ‘100 años conectando emociones’. Todas esas emociones han estado muy presentes en estos años, y para mí resume lo mejor de este viaje.
Si dentro de unos años alguien leyera esta entrevista, ¿con qué legado le gustaría que se identificara su paso por el COIT?
Que fue una etapa de visibilización de la mujer en un mundo inicialmente pensado para hombres, de modernización de la institución, de cambios en la organización y en la gestión, de hacer eficientes los recursos, de apertura, de impulso, de participación, de escucha activa.
Que hicimos del COIT una institución más moderna, cercana, más viva y útil para sus colegiados, y que pusimos en valor la profesión, reforzando la marca ‘Ingeniero de Telecomunicación’ en un momento clave para su reconocimiento y proyección.
Que ‘R-evolucionamos’ la institución acompasándola a la profunda transformación digital de todos los sectores y al nuevo modelo económico y social.
Y que todo eso se hizo gracias a tener el mejor equipo de personas posible.
A menudo se habla del Colegio como institución, pero el verdadero corazón son sus colegiados. ¿Cómo ha evolucionado la relación con ellos en estos años?
Los colegiados son el centro de toda la acción del COIT. Hemos apostado por una relación más personalizada y por adaptar nuestros servicios a distintas realidades profesionales. Incorporamos herramientas tecnológicas que permiten segmentar y atender con más eficacia, como el nuevo CRM o la mejora del portal del colegiado.
La mejora continua del servicio de atención, las consultas técnicas, los grupos de trabajo, las encuestas participativas o la digitalización de trámites son algunos ejemplos.
En los últimos años también hemos dado un gran impulso a los canales de comunicación directa con colegiados y a la promoción de servicios especializados como el servicio garanti@COIT, el acceso gratuito a normas UNE a través de AENORmás o el asesoramiento personalizado en iniciativas como Acelera Pyme o las campañas de visado.
Además de los servicios técnicos y profesionales, el COIT pone a disposición de los colegiados una amplia gama de beneficios diseñados para facilitar su desarrollo y bienestar integral (descuentos en formación especializada, servicios de asesoría jurídica y fiscal personalizados y una revista trimestral de altísima calidad).
Otros beneficios prácticos son servicios como Ágora COIT (biblioteca digital), los viajes con descuentos, el boletín TELECO diario, que recoge la actualidad del sector, y la posibilidad de solicitar gratuitamente una cuenta de correo profesional bajo el dominio “coit.es”.
Pero quiero también pedir apoyo a los colegiados para que actúen de prescriptores y promuevan la colegiación.
Muchos ingenieros ejercen como profesionales liberales, visan proyectos y recurren al COIT como soporte técnico y jurídico. ¿Qué acciones se han reforzado en estos años para acompañarlos?
Hemos mejorado el proceso de visado digital, reforzado la atención personalizada, creado canales específicos para resolver consultas técnicas y ampliado los recursos disponibles.
Un buen ejemplo es el servicio AENORmás, exclusivo para colegiados, que permite acceder a normas UNE actualizadas para su ejercicio profesional.
En los últimos años, hemos reforzado la atención personalizada a través de un enfoque segmentado por perfiles profesionales
También se han agilizado los plazos, se ha simplificado la documentación y se ha potenciado el acompañamiento experto, para que el colegiado se sienta respaldado.
Las acciones regulatorias en las distintas áreas técnicas se siguen promoviendo con las administraciones desde las ICT, el control de emisiones radioeléctricas, la eficiencia energética, los proyectos de infraestructuras en urbanizaciones o las energías alternativas para posibilitar y reforzar la figura del facultativo competente y el visado y la verificación colegiales como elemento de garantía hacia el ciudadano.
En los últimos meses se ha debatido una propuesta para equiparar la clasificación profesional de los ingenieros y los ingenieros técnicos. ¿Cuál es su visión sobre este tema?
En primer lugar, es importante recordar que la moción está actualmente paralizada. Desde el COIT apostamos por poner en valor el nivel de cualificación de los Ingenieros de Telecomunicación, una profesión regulada que exige máster habilitante y aporta competencias legales específicas como la firma de proyectos, la dirección de obras, peritajes o auditorías técnicas.
Somos un pilar en la transformación digital y lideramos tecnologías clave como el 5G, la ciberseguridad o las comunicaciones satelitales. Creemos en una función pública y un sector tecnológico donde cada profesional aporte lo mejor desde su nivel de formación y atribuciones.
Y no deberíamos olvidar que, si en el ámbito de las cualificaciones se reconocen distintos niveles de formación, como MECES 2 (EQF 6) y MECES 3 (EQF 7), con distinta carga lectiva y profundidad, lo coherente es que esa diferencia también se refleje en las competencias profesionales, como ocurre en otros sectores como el jurídico o el sanitario.
Nuestro reto está en seguir visibilizando ese valor. Como Ingenieros de Telecomunicación estamos liderando muchas de las tecnologías habilitadoras más estratégicas. Nuestro futuro profesional pasa por demostrar que la excelencia técnica, la responsabilidad legal y la capacidad de innovación que aporta nuestra profesión son fundamentales para el país y para Europa.
Son dos las profesiones reguladas: ingeniero e ingeniero técnico por cada rama de la ingeniería con competencias académicas y atribuciones profesionales diferentes. No se trata de enfrentamientos, sino de reconocer el valor de cada perfil profesional y de asegurar que la cualificación se traduzca en reconocimiento y oportunidades.

