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José Casado

Ingeniero de Telecomunicación. Ing. Sup. Máster en Telecomunicación / Miembro del grupo de Transf. Digital del COIT.

La evolución natural del dinero en un contexto de transformación digital

Las criptomonedas, el dinero digital, es una realidad en alza. Pero ¿qué son exactamente? ¿Cómo funcionan? ¿Cuáles son sus ventajas y qué riesgos entrañan? ¿Hasta qué punto pueden afectar a las políticas monetarias tal y como se han desarrollado hasta ahora?

Todos sabemos que el dinero es ese conjunto de monedas y billetes que se usa como medio legal de pago, o también el conjunto de riquezas o valores que pueden transformarse en dinero. Más formalmente diríamos que el dinero es todo aquel activo o bien que generalmente se acepta como medio de cobro y pago para realizar transacciones.

De hecho, el dinero no son solo los metales y papeles que usamos como monedas y billetes, sino toda aquella clase de activos que una comunidad acepte como medio de pago. Antes de que existiera el dinero las transacciones se realizaban por medio del trueque. El problema surgió cuando a una de las partes no le interesaba uno de los productos del trueque. Así nació el dinero. Con el paso del tiempo, el dinero físico ha dado paso a cualquier activo que se pueda utilizar como medio de pago o de cobro, incluyendo el dinero electrónico. Una factura, cheques, pagarés o letras de cambio, una tarjeta de crédito o un aval también son dinero, pues generan derechos sobre los valores nominales indicados.

Las monedas digitales pueden ser creadas por los bancos centrales como versión digital de sus monedas nacionales o por terceros

Las monedas también fueron creadas inicialmente como valor intrínseco; es decir, que tenían valor porque estaban compuestas de oro y plata, y valían su peso en estos metales. Hoy día el dinero es fiduciario. En otras palabras, otorgamos un valor generalmente aceptado que viene marcado por la propia moneda. Sabemos que un euro vale un euro porque lo aceptamos, aunque su composición (coste de material y de fabricación) apenas sea de unos céntimos.

Dinero físico y dinero bancario
El dinero que existe hoy en día en nuestras sociedades puede dividirse en dos tipos: el dinero físico en efectivo compuesto por billetes y monedas, y el dinero bancario (las anotaciones digitales como las de nuestra cuenta del banco). El dinero en efectivo solo puede ser creado por la institución oficial encargada de ello, los bancos centrales. El dinero bancario, en cambio, puede ser creado por estos bancos centrales,
pero también por los bancos privados, gracias a su condición privilegiada de crear dinero a través de la emisión de su deuda en forma de depósitos cuando prestan el dinero a un individuo, ya que comienzan un círculo de creación de dinero. Ambos están respaldados por un banco central a través de sus políticas monetarias y de supervisión del mercado bancario.

Tipos de monedas
Una divisa es una moneda extranjera manejada en el comercio internacional; es decir, monedas oficiales distintas de la moneda legal en el propio país. En cambio, la moneda local es la de referencia local y oficial de un país. Se considera como divisa a todas aquellas monedas distintas de las del país de origen.

La moneda digital (o la divisa digital) es un medio de intercambio disponible en forma digital, que posee propiedades similares a las monedas físicas y permite transacciones instantáneas y transferencia de propiedad sin fronteras.

Las criptomonedas son monedas digitales diseñadas inicialmente para funcionar como medio de intercambio que usan criptografía para asegurar y verificar las transacciones y para controlar la creación de nuevas unidades

Las monedas digitales pueden ser creadas por los bancos centrales como versión digital de sus monedas nacionales, cuestión que progresa despacio, o más recientemente por terceros, pero sin el respaldo de los bancos centrales, cuestión que progresa más rápidamente.

Por su parte, las criptomonedas son monedas digitales diseñadas inicial-mente para funcionar como medio de intercambio. Son monedas alternativas que usan criptografía para asegurar y verificar las transacciones, y para controlar la creación de nuevas unidades, al no tener un banco central que las respalde. Las monedas digitales creadas por sus bancos centrales como versión digital de sus monedas nacionales (por ejemplo, un futuro euro o dólar digital) también harán uso de la criptografía por medidas de seguridad.

Uso, inversión y ‘minería’
La criptomoneda, también llamada moneda virtual o criptodivisa, es dinero digital. Algunas personas están adquiriendo criptomonedas como una inversión, con la esperanza especulativa de que aumente su valor. Las criptomonedas se pueden adquirir con dinero no digital o a través de un proceso llamado ‘minería’.

Para hacer uso de una moneda virtual necesitaremos descargarnos un software en el ordenador o en nuestro móvil que hará las veces de un ‘monedero’ virtual y que generará una dirección de esa moneda (por ejemplo, bitcoin), que se podrá usar para enviar y recibir dinero de otros usuarios de esa moneda virtual.

Bitcoin: los inicios
El bitcoin es una moneda virtual, independiente y descentralizada, puesto que no está controlada por ningún estado, institución financiera, banco o empresa. Se trata de una moneda intangible, aunque puede ser utilizada como medio de pago igual que el dinero físico. Tal y como se recoge en el documento ‘Divisas o monedas virtuales: el caso de Bitcoin’, elaborado por la Dirección General de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago, “las divisas o monedas virtuales […] constituyen un conjunto heterogéneo de instrumentos de pago innovadores que, por definición, carecen de un soporte físico que los respalde”.

El bitcoin es una moneda intangible, aunque puede ser utilizada como medio de pago igual que el dinero físico

El término bitcoin tiene su origen en 2009, cuando fue creada por Satoshi Nakamoto (pseudónimo de su autor o autores), quien la creó con el objetivo de que fuera utilizada para hacer compras únicamente a través de Internet. El mismo documento al que hacíamos referencia anteriormente del Banco de España amplía este objetivo: “Bitcoin nace con ambiciones elevadas: proporcionar a los ciudadanos un medio de pago que posibilite la ejecución de transferencias de valor rápidas, a bajo coste y que, además, no pueda ser controlado ni manipulado por gobiernos, bancos centrales o entidades financieras”.

El papel de la criptografía
La moneda virtual usa la criptografía para controlar su creación. El sistema está programado para generar un número fijo de bitcoins por unidad de tiempo a través de unos ordenadores llamados ‘mineros’. Actualmente ese número está fijado en 25 bitcoins cada diez minutos, aunque está programado de forma que se reduzca a la mitad cada cuatro años, hasta que se alcance el tope de 21 millones de unidades en circulación.

Las transacciones con esta moneda implican una transferencia de valor entre dos direcciones bitcoin, públicas aunque anónimas. Para garantizar la seguridad, las transacciones se aseguran utilizando una serie de criptografías de llaves, ya que cada cuenta dispone de una llave pública y otra privada.

Diferencias con el dinero de curso legal
Las criptomonedas o monedas virtuales se ofrecen a través de internet de forma global y se presentan en ocasiones como alternativa al dinero de curso legal, si bien tiene características muy diferentes:

  • No es obligatorio aceptarlas como medio de pago de deudas u otras obligaciones.
  • Su circulación es aún muy limitada.
  • Su valor oscila fuertemente, por lo que no pueden considerarse un buen depósito de valor ni una unidad de cuenta estable, con comportamientos que parecen propios de las clásicas burbujas especulativas. Son inversión especulativa dado su aún limitado uso, y no debe confundirse con la especulación cambiaria entre divisas nacionales (respaldadas por bancos centrales).

 

ICO, tokens e inversores
Se están produciendo numerosas actuaciones de captación de fondos de inversores para financiar proyectos a través de las denominadas ofertas iniciales de criptomonedas o ICO. La expresión ICO puede hacer referencia tanto a la emisión propiamente dicha de criptomonedas como a la emisión de derechos de diversa naturaleza generalmente denominados tokens. Estos activos se ponen a la venta a cambio de criptomonedas o divisa oficial. Así, se está desarrollando una nueva actividad empresarial asociada a la creación de empresas para la intermediación de monedas digitales: es el caso de Coinbase que ha salido recientemente a cotizar en bolsa con una valoración de casi 65.000 millones de dólares en el NASDAQ. Es una compañía completamente virtual, sin sede física y dedicada únicamente a la operativa y custodia de criptomonedas. Es la mayor plataforma de intercambio y custodia de criptoactivos. Fue fundada en junio de 2012 por Brian Armstrong y Fred Ehrsam, y su desarrollo le ha llevado a contar con 1.250 trabajadores, una facturación de 14.000 millones de dólares en 2020, 43 millones de usuarios verificados y 7.000 instituciones. Opera en unos cien países y tiene más de 1.000 millones de dólares en caja.

El bitcoin es una moneda virtual, independiente y descentralizada, puesto que no está controlada por ningún estado, institución financiera, banco o empresa

Situación según el país
En la actualidad no es descartable que las criptomonedas pudieran convivir con las divisas físicas y con las divisas digitales de los bancos centrales (el 86% declara estar estudiando el asunto). El Reino Unido no es el único país interesado en este tipo de moneda. La Unión Europea está estudiando el escenario para un euro digital.

China ya está explorando su potencial desde hace tiempo, e incluso ha regalado yuanes digitales a algunos ciudadanos para que lo prueben. Sin embargo, en mayo informó que el país -un lugar importante para el mercado de los criptoactivos por su número de habitantes, pero sobre todo porque en su territorio se encuentra buena parte de las granjas que minan las monedas- ha tomado la decisión de prohibir que las instituciones financieras y las empresas de pago ofrezcan servicios relacionados con transacciones de criptomonedas.

El país asiático también ha lanzado una nueva advertencia a través de las redes sociales de distintas instituciones a los inversores recordando que la especulación con criptomonedas es ilegal. En otros casos directamente se ha prohibido, como ocurre en Turquía e Irán.

Pero en el mundo (de la economía) digital se tienen otros ángulos de vista.

Control de los flujos económicos digitales
El Banco Popular de China (PBOC) será casi con toda seguridad el primer gran banco central en lanzar una moneda digital, como muy tarde en 2022. Si Estados Unidos no se mueve rápidamente, el sistema financiero estadounidense verá perjudicada su competitividad. La posición del dólar como moneda internacional dominante se verá erosionada por la facilidad de utilizar la divisa digital china en las transacciones transfronterizas desaprovechando un recurso valioso de apalancamiento monetario y financiero (hoy, Estados Unidos controla el mecanismo SWIFT).

China ha prohibido que las instituciones financieras y las empresas de pago ofrezcan servicios relacionados con transacciones de criptomonedas

Hay además otras preocupaciones a considerar en este contexto: la principal motivación del PBOC para emitir un yuan digital es crear una alternativa controlada por el gobierno chino a las dos plataformas de pago digitales muy grandes y poco reguladas (Alipay y WeChat Pay), que hacen temer a las autoridades chinas perder el control de los flujos de pago en su economía. Por otro lado, las criptomonedas ofrecen al gobierno chino un nivel de control absoluto sobre las transacciones, en un sistema de anonimato controlado que permite saber qué cantidades se mueven y quién y dónde las hace, además de posibilitar las acciones de investigación cuando se detectan ciertos patrones (fraudulentos, de control político, etc.).

Hacer una moneda programable ofrece otros grados de libertad, como la posibilidad de introducir una fecha de vencimiento para algunas cantidades cuando se busca dinamizar la economía. Por ahora, China no se ha planteado emitir más dinero que el que ya está en circulación: cada yuan digital emitido cancela su equivalente existente en papel. Pero que este elemento de su política monetaria funcione así en este momento no quiere decir que no pueda cambiar en el futuro, a modo de mecanismo de devaluación como se entiende en las divisas actuales.

Anonimato, blanqueo y evasión fiscal
El anonimato y el aseguramiento de la identidad digital de los titulares de los monederos digitales es otro tema clave. La privacidad va desde el anonimato total que ofrecen los billetes y monedas, hasta el registro de todos los pagos, pagador y pagado en el otro extremo. La lucha contra el blanqueo de capitales y el terrorismo son la justificación para proponer esta limitación de la privacidad. Los pagos con tarjeta de crédito son completamente transparentes para los bancos y para los estados. Sin embargo, las monedas digitales podrían devolver a los pagos el anonimato de los billetes.

El Banco Central Europeo entiende por anonimato la incapacidad de relacionar un pago con la identidad del pagador o del pagado. Y sobre esta base y la justificación del blanqueo y el terrorismo, hace su propuesta de anonimizar solo determinados pequeños pagos que no respondan a ciertos patrones. No aclara quién determinaría y ejecutaría la anonimización, y si se haría pago a pago en el momento de la transacción o bien a posteriori. Esto determinará la necesidad de una entidad central que verifique todos los pagos y, por tanto, tenga acceso a sus detalles, aunque posteriormente los borre.

El anonimato de las criptomenadas facilita que se puedan usar para acciones delictivas y que no todas las empresas, individuos o entidades las aceptan como método de pago

Las monedas digitales, incluyendo las criptodivisas, ofrecen la posibilidad de mantener un registro de todas las transacciones, identificando los monederos que pagan y que reciben, la hora y el importe. Por tanto, la identificación de los agentes involucrados exige simplemente relacionar la identidad de cada uno de ellos con el monedero usado. Estas relaciones entre un monedero y su dueño podrían ser secretas, estando encriptadas y formarían parte del Blockchain, evitando la necesidad de un almacén centralizado. El sistema daría acceso a los jueces a aquellas relaciones sujetas a investigación. La desventaja para los estados es que perderían la capacidad de control de la evasión fiscal que dan hoy los pagos con tarjeta.

 

Usos del dinero

El dinero se ha hecho indispensable en base a las funciones y usos principales que desempeña:

Unidad de cuenta y patrón
Utilizado para poder determinar el precio de cada cosa (mercancía o servicio).

Medio de pago e intercambio (de circulación)
Para poder realizar transacciones comerciales mediante pagos y cobros.

Depósito de valor (de acumulación)
Teniendo las monedas y billetes valor en sí mismos, sirven para proporcionar ahorro que las familias y las empresas pueden utilizar a futuro.

Dinero mundial
La función del dinero como medio de pago hace posible la liquidación recíproca de las obligaciones deudoras y economizar el dinero efectivo. El dinero cumple así su función de universalizar el mercado mundial y el sistema de pagos entre los diversos países. Al igual que lo hace en las operaciones de préstamo, en el pago de impuestos, de las rentas inmobiliarias, de los salarios, etc.

 

¿Cuáles son las conclusiones y para qué se pueden usar las criptomonedas?

  • Para adquirir bienes y servicios.
  • Para realizar trading online.
  • Son una reserva de valor especulativo contra la inflación, en la que también aplica el aforismo de “no inviertas lo que necesites”. Y ojo a las plataformas de negociación privadas que se dedican a ello, pues ya ha habido algún que otro timo.
  • Son un medio para realizar transacciones inter/nacionales.
  • Estamos frente a un mundo cada vez más abierto a las criptomonedas.
  • El futuro será de monedas digitales respaldadas por los estados a través de sus bancos centrales (economía digital y vigilancia del fraude)
  • Las criptomonedas coexistirán con las divisas digitales afectando al Tratado de la UE y a las políticas monetarias de los países.
  • Las criptodivisas nacieron tras la crisis financiera de 2008 como alternativa a las transacciones bancarias, que requieren verificación, son nominales y a menudo suponen costes adicionales para el usuario en forma de intereses o comisiones.
  • Las criptomonedas, por contra, son anónimas y son los propios usuarios quienes las intercambian y crean sin costes de intermediación.
     n su contra tienen que su anonimato facilita que se puedan usar para acciones delictivas, que las operaciones son irreversibles y que no todas las empresas, individuos o entidades las aceptan como método de pago. Además, la criptografía exige grandes recursos energéticos (computacionales), por lo que las criptomonedas también son poco sostenibles desde un punto de vista ecológico.

 

Peligro de fraude y otros riesgos

Al igual que otras divisas virtuales, el bitcoin cuenta también con una serie de riesgos que es necesario poner de relieve para conocer con exactitud la magnitud de esta moneda virtual. El citado informe de la Dirección General de Operaciones, Mercados y Sistemas de Pago del Departamento de Sistemas de Pago del Banco de España, los agrupa en:

  • Financiación de actividades ilícitas y/o blanqueo de capitales. Debido al carácter descentralizado del esquema, las transferencias se producen directamente entre el ordenante y el beneficiario, sin que se necesite un intermediario. Ello implica una dificultad ante la identificación y alerta temprana ante posibles comportamientos sospechosos de actividades ilícitas.
  • A pesar de que, en principio, cualquier ordenador puede participar activamente del proceso de creación de nuevas unidades de bitcoins, la elevada capacidad computacional requerida implica que, en la práctica, esta actividad esté dominada por un reducido grupo de actores (granjas de mineros).
  • Posibles transacciones fraudulentas. En la medida en que los protocolos sobre los que se asienta Bitcoin son desarrollos de software abierto, la implementación de sus diferentes versiones no tiene por qué producirse de manera uniforme entre todos los usuarios.
  • Impacto sobre la estabilidad de los precios y sobre la estabilidad financiera, ya que las plataformas de negociación privadas donde se pueden canjear bitcoins por monedas de curso legal están marcadas por la elevada volatilidad de las cotizaciones debido a movimientos especulativos.
  • Desde el punto de vista del fraude, Bitcoin presenta una importante debilidad en comparación a otros medios de pago extendidos en el mundo online, como por ejemplo las tarjetas.

 

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