La radio en España. Retos y oportunidades tras su primer siglo de existencia
La conmemoración del primer siglo de la presencia de la radiodifusión sonora en España es una buena ocasión para hablar de ella, de su importancia para la sociedad, de su papel actual en la vida pública y de sus retos.
La radio tuvo en sus principios, un éxito formidable. En Estados Unidos, 10 años después de su aparición, ya estaba presente en 12 millones de hogares. Triunfó porque interesó, por sus atributos inherentes al medio (gratuidad, omnipresencia, seguridad, fiabilidad, resiliencia y privacidad) y porque siguió interesando al haber evolucionado con mejoras tecnológicas (FM, estereofonía, RDS, etc.), así como por la flexibilidad y capacidad de adaptación en los contenidos a los gustos del oyente.
La radio nace en España
Con el descubrimiento de la radioelectricidad y sus posibilidades para las telecomunicaciones, el 14 de mayo de 1879 Guillermo Marconi abre la puerta al inmenso mundo de la radiocomunicación. El comienzo fue por la telegrafía, seguido por otros experimentos, como el de Frank Conrad, que en 1919 realizó las primeras experiencias de transmisión con voz y música.
Actualmente, la radio en España disfruta de buena salud y mantiene una audiencia estable
La radiodifusión sonora en España nació en 1924. Radio Ibérica en Madrid llevó a cabo las primeras emisiones ya de forma periódica y estable el 12 de mayo, aunque las primeras emisiones con licencia oficial las realizó Radio Barcelona el 10 de noviembre, con el indicativo EAJ1. Radio Ibérica obtendría finalmente el indicativo EAJ6. Sea como fuere, había nacido la radio en España.
Algunas cifras
Actualmente, en España existen las siguientes modalidades de radio: Onda Larga (OL), Onda Media (OM), Onda Corta (OM), FM y Radio Digital. La OL, reservada al Estado, no se usa. La OC, reservada también en exclusiva al Estado, la emplea RNE para el servicio de Radio Exterior de España.
La OM la explota Radio Nacional de España (RNE) en gestión directa y empresas privadas con licencia estatal, mientras que la FM es explotada en gestión directa por el Estado, los Entes Autonómicos interesados, cada uno de ellos para su ámbito territorial, los Ayuntamientos, que lo hacen en gestión indirecta con licencia autonómica, y las entidades privadas con licencias locales que otorgan las diferentes CCAA en su respectivo territorio.
En cuanto a la Radio digital (DAB), hay una gestión directa del Estado y las CCAA, cada uno en su ámbito territorial, y una gestión indirecta por entidades privadas mediante licencia otorgada por el Estado para el ámbito nacional y por las CCAA respectivas para los ámbitos autonómicos y locales. Existen 18 programas nacionales (seis públicos y 12 privados), además de algunos autonómicos y locales, públicos y privados. No tienen audiencia y sus coberturas son muy precarias.
En OM, Radio Nacional de España (RNE) dispone de 122 frecuencias, existiendo otras 107 frecuencias gestionadas por entidades privadas. Su audiencia conjunta representa menos del 5% de la audiencia total de la radio.
En FM, RNE mantiene en servicio 889 estaciones, las CCAA disponen de 642 y las emisoras privadas disponen de 1.897 emisoras, además de casi un millar de frecuencias de las emisoras municipales (en servicio, no más de un centenar).
La audiencia conjunta de la FM representa más del 80% de la audiencia total de la radio en España.
Internet se ha hecho insustituible, pero todavía no está preparado para la distribución de radio con los niveles de calidad, seguridad y continuidad que proporciona la FM
Esta audiencia total, de acuerdo con la segunda ola del Estudio General de Medios 2024 es de 22,97 millones de oyentes, colocando a la radio en cabeza de los medios de comunicación, después de la televisión, Internet y publicidad exterior.
Por otra parte, las cifras de inversión publicitaria en los medios, según estudio de Infoadex de 2024 muestran una inversión total para la radio en 2023 de 461,3 millones de euros, con un crecimiento de un 3,2 % sobre 2022. Puede decirse, por tanto, que actualmente la radio en España disfruta de buena salud y mantiene una audiencia estable, aunque con un suave descenso.
Segundo siglo de existencia
La radio encara su segundo siglo de andadura con algunos retos y amenazas. El principal es terminar de afrontar la digitalización de su difusión, ya que más del 80% de sus oyentes escucha la radio a través de la plataforma analógica (FM). Existe una tecnología de radio digital disponible desde hace más de 25 años, pero debido a que la FM presta un servicio excelente, su sustitución se va a demorar. DAB, después de 25 años, continúa siendo el futuro de la radio.
Por otra parte, aunque el uso de Internet se ha hecho insustituible para la radio, todavía no está preparado para la distribución de radio con los niveles de calidad, seguridad y continuidad que proporciona la FM. Es una fantástica herramienta de apoyo, pero auxiliar.
Con el reciente espaldarazo de la Directiva que obliga al equipamiento de receptores DAB en los vehículos que se vendan en Europa, el parque de receptores DAB se verá incrementado de forma importante y sostenida, pero sólo en los vehículos.
Si bien es difícil el crecimiento de un parque de receptores digitales portátiles, no se debe menospreciar el potencial de los teléfonos móviles que llevan incorporado uno de ellos
No parece que vayan a cambiar las tendencias en el consumidor que hace años ha dejado de comprar receptores de radio portátiles, confiando para ello en el receptor de radio que en forma física o mediante APP lleva su móvil.
Finalmente, el modelo de introducción de la DAB que se utilizó en España no garantizó a los radiodifusores la disponibilidad de frecuencias para distribuir sus productos, lo que supuso un desapego de aquellos hacia esta nueva tecnología. No obstante, existen frecuencias disponibles que, junto con el incremento de capacidad de canales que supone el nuevo estándar mejorado DAB+, frente al DAB del vigente Plan Técnico Nacional, permitiría abordar un nuevo Plan Técnico para la radio digital.
Ideas para avanzar en la digitalización
- Elaboración de un nuevo Plan Técnico Nacional de Radiodifusión Digital que mejore la disponibilidad de frecuencias para los productos del radiodifusor.
- Mejorar la calidad del servicio de DAB y extender la cobertura con calendarios razonables.
- Constituir una oficina que centralice y coordine todos los esfuerzos en el desarrollo de la red digital (‘radio digital España’ u otro nombre similar) como se ha hecho y se está haciendo en los diversos países que se encuentran en este proceso.
- El automóvil es la pieza clave para el desarrollo del DAB. Habría que asegurarse no solo de su presencia en el automóvil, sino también de su accesibilidad de forma sencilla y preferente frente a otros elementos o servicios de info-entretenimiento disponibles en su salpicadero.
- Si bien es difícil el crecimiento de un parque de receptores digitales portátiles, no se debe menospreciar el potencial de los teléfonos móviles que llevan uno. Merece la pena un esfuerzo para sacarlos de su ostracismo y utilizarlos. Algunos países como México, Argentina, Chile y Brasil ya lo han hecho.
- El altavoz inteligente está desplazando a la radio de sobremesa en los hogares. Según datos de OMDIA, en 2021 se vendieron a nivel mundial 190 millones de altavoces inteligentes, previéndose para 2026 unas ventas de 273 millones, con un incremento medio anual de un 7,5 %, muy superior al que tienen los receptores de radio no equipados en los automóviles. Será preciso realizar esfuerzos para posicionar la radio en este dispositivo llamado a formar parte de nuestras vidas.
- La radio pública debería tomar la iniciativa, liderando la radio digital en España (parece que, afortunadamente ya se están dando los primeros pasos) y empleando recursos para desarrollar nuevas coberturas, probando nuevos servicios, promocionando esta nueva modalidad de radio y manteniendo informada a la sociedad, para no decepcionar al nuevo oyente que adquiere un vehículo y se encuentra con un receptor de radio cuyas emisoras no puede sintonizar a causa de las deficientes coberturas. Internet no asegura por sí solo, hoy por hoy, el futuro de la radio, aunque sigue siendo un servicio de alto interés para el oyente. La radio del futuro previsible necesita a DAB+ como DAB+ necesita a la radio. Sin esta tecnología no se podrá avanzar hacia el futuro.