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Tribuna

Manuel Avendaño

Manuel Avendaño Gascón

Ingeniero de Telecomunicación. Foro Histórico de las Telecomunicaciones.

Centenario de Ericsson en España: 50 años de perseverancia hasta el éxito

San Sebastián estrenó en 1926 la primera central automática instalada en una importante ciudad española y la primera en el mundo con centrales satélites secundarias

 

En 1929 Ericsson aprovechó la Exposición Universal de Barcelona para presentar abrr una nueva línea de negocio: los sistemas de señalización de ferrocarril para los mercados español y portugués

 

 

Tras perder inesperadamente el concurso de 1924 para dotar de servicio telefónico a toda la geografía española, LM Ericsson esperó casi medio siglo, confiado en su innovadora tecnología, la oportunidad para compartir en primera línea el desarrollo esperable de las redes de telecomunicación españolas. Y este es el relato.

En abril de 1876 un sueco autodidacta, Lars Magnus Ericsson, abrió en Estocolmo un modesto taller de electromecánica, que dos años más tarde daría origen a la compañía LM Ericsson & Co., dedicada al negocio de la telefonía. En España, la Compañía Madrileña de Teléfonos instala en 1898 aparatos telefónicos de Ericsson en casa de sus abonados.

La situación caótica de las redes telefónicas dispersas por España recomendaba con urgencia su ordenación, interconexión y modernización. En 1922, el gobierno de Primo de Rivera, bajo el impulso del rey Alfonso XIII, anuncia un concurso para la organización y automatización de la red española.

LM Ericsson, consciente de su posición prominente en la industria mundial de la telefonía, con presencia en Suecia, Reino Unido, Rusia, Francia, Austria, Hungría, Checoslovaquia, Países Bajos, Polonia, México y Argentina, funda en Madrid el 5 de diciembre de ese mismo año, la Compañía Española de Teléfonos Ericsson. Y como primera medida de estrategia compra una red provincial en Valencia.

 

El concurso de la red telefónica española
A fin de optar al concurso de la red telefónica española, ITT envía a Madrid, en 1923, a Sosthenes Behn, dotado de gran personalidad, hábil negociador y con buen dominio de la lengua española, al frente de un equipo de directivos de ITT. Su propuesta era presentar un proyecto sólido que le permitiese además ganar prestigio a nivel mundial. Behn adquiere derechos sobre las empresas concesionarias de telefonía urbana e interurbana en España, como la sociedad General de Teléfonos, la compañía Madrileña de Teléfonos y la Peninsular. Y el 19 de abril de 1924 funda la Compañía Telefónica Nacional de España (CTNE) con el apoyo financiero otorgado por los bancos Urquijo, Hispano Americano y el National City Bank, ya presente en España como asesor del Gobierno en la reestructuración de su deuda soberana.

Se presentan al concurso para dotar a España de una red de servicio telefónico CTNE, LM Ericsson (tras solicitar información a la Compañía Española de Teléfonos Ericsson), Siemens & Halske y New Antwerp Telephone and Electrical Works. Fueron rechazadas las dos últimas. Por Real Orden del 11 de mayo de 1924, la concesión fue adjudicada a CTNE, “una sociedad española y dirigida por nacionales”.

Ericsson no abandona
No obstante el resultado, Ericsson no abandona España y se presenta al concurso para la automatización de la Red Telefónica Urbana Municipal de San Sebastián, excluida del monopolio de la red nacional por privilegio otorgado a la Diputación de Guipúzcoa por la reina María Cristina. Concurren, además de Ericsson, Standard Electric, Thomson Houston, Peel Connor, The New Antwerp Telephone and Electrical Works (ATEA) y Siemens. Gana el concurso la Compañía Española de Teléfonos Ericsson S.A., que firma el contrato de suministro e instalación con la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastián el 3 de julio de 1924.

En Madrid, el 25 de agosto del mismo año, CTNE firmaba con el Estado español un contrato para la “organización, reforma y ampliación del servicio telefónico nacional”. Y en diciembre, la Compañía Española de Teléfonos Ericsson se vio forzada a vender sus instalaciones y concesiones en Valencia a la CTNE. El 12 de julio de 1926, en presencia de la reina, entran en servicio 5.300 líneas de equipo rotatorio AGF de Ericsson para cubrir el área de San Sebastián y las zonas de Miramar, Pasajes, Hernani y Rentería. Era la primera central automática instalada en una importante ciudad española y la primera en el mundo con centrales satélites secundarias. (1)

 

Señalización para el ferrocarril
En 1929 Ericsson aprovechó la Exposición Universal de Barcelona para presentar las novedades para el mundo de los ferrocarriles y abre una importante línea de negocio: los sistemas de señalización para los mercados español y portugués. En 1931, los talleres de la empresa en Getafe necesitan ser ampliados para atender debidamente la fabricación de equipos de señales ferroviarias.

En 1936, la Compañía Española Ericsson, S.A. (CEE) ganó el concurso de modernización del Metropolitano de Madrid, poniendo en servicio, el 3 de agosto, el primer tramo de la línea 3, entre las estaciones de Sol y Embajadores.

Durante la Guerra Civil, LM Ericsson perdió el control de la CEE. Tras la paz, se inició un lento período de recuperación y reparación de la maquinaria que había sido requisada parcialmente. Ya en 1949, la CEE acomete una de las instalaciones ferroviarias más relevantes en la línea Zamora-Puebla de Sanabria para RENFE, su cliente más importante en esa década.

En 1960 LM Ericsson se hace con la totalidad de las acciones de la Compañía Española Ericsson, S.A. y se cierra la primera etapa de la historia de la empresa (de 1922 a 1960). En el mes de julio de 1962 se inauguraban las oficinas que la compañía abría en el tercer piso de la Torre de Madrid.

Centrales de conmutación automática e ingenieros españoles
En 1963, la Dirección General de Correos y Telégrafos convoca un concurso para el suministro e instalación de centrales de conmutación automática para los servicios Télex y Géntex en todas las capitales de provincia y otras poblaciones de importancia. LM Ericsson gana el contrato por un importe de 20 millones de coronas suecas. La oferta constaba de centrales de barras cruzadas (ARM y ARB), equipos telegráficos por frecuencia vocal y sistemas de frecuencias portadoras para las líneas aéreas.

Ericsson, que había iniciado el proceso de automatización de la red telefónica en España con la central de AGF de San Sebastián, arranca, 40 años después, otra automatización, la de la red de télex en toda la geografía nacional.

Y, a fin de adaptarse a la nueva orientación de la empresa, en 1964 Ericsson inicia la contratación de Ingenieros de Telecomunicación con título español. (2) Sus primeros proyectos son la nueva red télex y su ampliación, así como la red estratégica de microondas del Ejército del Aire.

También en 1964, y en el marco del Programa para el Financiamiento del Desarrollo, las Naciones Unidas encargan a LM Ericsson la impartición de una serie de seminarios sobre los aspectos técnicos y económicos de un proyecto telefónico con impacto positivo en la expansión económica de un país en vías de desarrollo. Y a tal fin, Ericsson elaboró un caso práctico, para el desarrollo telefónico de un país imaginario llamado ‘Teleria’, que se convertiría en referencia obligada para todos los ingenieros españoles que completaron sus conocimientos de la mano de Ericsson, ya fuera como empleados o como clientes.

En la fábrica de Getafe se abordaron nuevas producciones: formas de cables destinadas a toda clase de equipos y bastidores de centrales telefónicas y de télex, así como bobinas de carga, que no solo eran exportadas a la casa matriz, sino que desde 1968 eran adquiridas también por la CTNE.

Antonio Barrera de Irimo, que había accedido a la presidencia de CTNE en 1965, comprendió que la operadora estaba atrapada en un círculo vicioso tarifas-inversión-servicio. E inicia una nueva política de diversificación de proveedores con alianzas con multinacionales, entre ellas una joint venture con Ericsson para el suministro de equipos de conmutación.

 

Tercera etapa: INTELSA
El 4 de diciembre de 1970 la Compañía Española Ericsson paso a denominarse Industrias de Telecomunicación S.A. (INTELSA). Se inicia la tercera etapa en la historia de Ericsson en España con éxitos, resumidos como colofón, que palian ciertamente su prolongada perseverancia.

Al fin, a partir de 1972, Ericsson va a ver cumplido su objetivo largamente esperado de suministrador de equipos telefónicos. Paradójicamente, su entrada en el mercado nacional supuso cerrar la única central que operó desde 1924 con su antiguo equipo AGF en San Sebastián, que fue sustituida por modernos equipos crossbar Ericsson, cuatro centrales locales, ARF, y una de tránsito, ARM.

INTELSA se configura para dar respuesta a la alta demanda de CTNE y ya en 1972 inaugura fábricas en Leganés (Madrid) y Arteixo (Coruña). Y en su proceso de crecimiento innovador, INTELSA abre en 1984 su centro de investigación y desarrollo.

 

La llegada de la telefonía móvil
La telefonía móvil irrumpe en España en 1985 y Ericsson lidera su llegada como principal suministrador de los estándares de 2G (GSM) y 3G (WCDMA y HSPA). Consciente de la oportunidad de abordar un mercado de espectacular crecimiento, Ericsson centra su futuro en la telefonía móvil. En 1993 se funda Ericsson Radio S.A., y suministra el primer sistema de telefonía móvil GSM a Telefónica, de cuya red Ericsson es el principal proveedor. Dos años más tarde Ericsson se convierte asimismo en suministrador de Airtel para sistemas de este estándar digital tras la obtención de su licencia de operación.

En la actualidad, en un entorno reducido de las industrias europeas de telecomunicación, buena parte de la innovación de la red de infraestructuras 5G de Ericsson para todo el mundo se desarrolla en España.

 

Notas

  1. 45 años después, el autor de este artículo, a la sazón Ingeniero-Jefe de la Red Telefónica Urbana Municipal de San Sebastián, apagó la central AGF y conectó la red urbana donostiarra a las primeras centrales de barras cruzadas que Ericsson instaló en España.
  2. El autor de este artículo, primero de los contratados, fue enviado a la sede central de Estocolmo para formarse en tecnología de conmutación de barras cruzadas, que a continuación explicaría, en español, a los ingenieros y técnicos hispanohablantes allí desplazados por sus empresas operadoras. Coordinó también desde Estocolmo el suministro de los equipos que configuraron la nueva red télex y a su regreso a España seleccionó el equipo de montaje. Ante la necesidad de conocer la tecnología de los teleimpresores, se desplazó durante unos meses a la fábrica GNT en Copenhague.
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