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Tribuna

José Eduardo Mohedano Córdoba

Ingeniero de Telecomunicación.

Más allá de la profesión: Pasión por la literatura

En la universidad me convertí en articulista y guionista de cómics para la revista ‘El Eco de Teleco’

 

Escribí artículos para revistas de informática que se vendían en los quioscos e ¡incluso me pagaban por ellos!

La pasión por la literatura de José Eduardo Mohedano le ha acompañado toda la vida. Desde certámenes infantiles a guiones de cómic en la universidad, artículos de informática y colaboraciones en esta misma revista, su pluma se ha ido forjando a lo largo de los años. Ahora presenta un ensayo y a la vez explora su faceta más creativa con textos en verso y obras de teatro. Y nos lo cuenta aquí en primera persona.

 

Desde pequeño me gusta leer y escribir. Guardo con especial cariño un libro de título premonitorio: ‘Tu hoy será tu mañana’, una antología de relatos cortos escritos por estudiantes de EGB en el que participé con tan solo nueve años. Las redacciones se acompañaban con un dibujo y, mientras el resto escribían acerca de cosas propias de la niñez, yo me descolgué con el desembarco en Normandía y un dibujo que mostraba sangrientos combates sobre las playas. Creo que mis padres deberían haber avisado al psicólogo de guardia, ja, ja, ja. 40 años más tarde, alrededor del 6 de junio, imparto charlas sobre el Día D en librerías y bibliotecas.

Uno de los hitos más importantes de mi vida aconteció cuando, a mis 16 años, le pedí consejo al tutor sobre si elegir ciencias o letras, pues ambas me gustaban y se me daban bien. El padre Evaristo y Carl Sagan, con su obra ‘Cosmos’, fueron los grandes culpables de mi decisión. El sistema educativo no estaba y sigue sin estar preparado para detectar y desarrollar los dones especiales de cada individuo, aunque al menos ahora existe un Bachillerato Artístico.

Artículos y ensayo
Sin embargo, aquella inquietud creativa de la infancia acabó saliendo a relucir en la universidad y me convertí en articulista y guionista de cómics para la revista ‘El Eco de Teleco’. Al acabar la carrera, escribí artículos para revistas de informática que se vendían en los quioscos e ¡incluso me pagaban por ellos!

Por aquella época viví también algunos años de militancia política y creé una página web para la organización juvenil, en la cual escribía artículos de opinión. Puedo afirmar que nadie de la sede central del partido nos dio jamás una sola indicación o ejerció censura, aunque sospecho que era más bien porque no leían lo que publicábamos. De hecho, nos seguían con mayor asiduidad los oponentes políticos y nos ponían a caldo en los formularios disponibles al pie de los artículos para que la gente pudiera comentarlos.

Tras colaborar como columnista en alguna otra publicación de corte social en papel, en 2010 comencé a enviar artículos a la revista ‘Bit’ y, tras muchos años haciéndolo, reuní suficiente material como para editar el ensayo ‘Destellos en la nube: Sociedad, Empresa y RRHH en la Era Digital’, que en gran medida es una recopilación que he ampliado con contenido nuevo, con una mano de coherencia argumental y otra de atemporalidad. Nuestra decana, Marta Balenciaga, ha sido muy amable firmando el prólogo del libro y debo agradecer también su apoyo a Adrián Nogales, así como a los responsables de nuestros medios de comunicación.

 

Escritura más literaria
En paralelo, he ido desarrollando también una escritura más literaria cuya eclosión se produjo tras el fallecimiento de mi tío, el escultor Jerónimo Mohedano Sánchez, en el año 2014. Él trabajaba la mitología griega y creo que las nueve musas vinieron después a mí para agradecerme en forma de inspiración el esfuerzo que realicé para que le pusieran su nombre a un parque en el pueblo de mi familia, Peñarroya-Pueblonuevo en Córdoba, puesto que, de repente, comencé a escribir en verso, algo completamente nuevo para mí. De hecho, cuando me leo ciertas cosas pasado el tiempo no me reconozco, es como si me lo hubieran revelado. Y, como colofón, fui premiado en el concurso de cartas de amor de Puertollano en 2017.

De la mano de la poesía llegué al teatro, puesto que me di cuenta de que no recitaba bien y busqué mejorar mis dotes interpretativas. Y el teatro me ha optimizado en todos los aspectos; también en el ámbito profesional mi desenvoltura es superior. Incluso he llegado a fundar una compañía llamada ‘Con tablas y a lo loco’; ¿quién me lo iba a decir a mí? Era algo impensable y ahora estamos ensayando la versión teatral de mi primer libro publicado: ‘Las nueve agujas del reloj’.

Aunque de momento en el mundillo artístico apenas gano dinero, más bien pierdo, me siento reconocido y realizado. Pero lo más enriquecedor es la gente que he conocido. Y unas personas me llevan a otras: yo puedo cruzar media España y tomar un café en muchos pueblos y ciudades con escritores, poetas, actores, músicos, editores… Y además son de una calidad humana extraordinaria, salvo los típicos ególatras presentes en cualquier ámbito.

 

‘Destellos en la nube’ es una obra de divulgación que persigue desentrañar algunas claves sociales, organizativas y humanas de la revolución digital global. Entre sus objetivos se encuentra ayudar a la optimización del funcionamiento de las empresas, a la correcta orientación educativa de las nuevas generaciones y a la mejora continua en la formación de los trabajadores. A pesar del rigor con el que he intentado escribir la obra, su estilo ecléctico la hace muy entretenida y apta para públicos diversos; de hecho, acaba con un relato corto sarcástico y un manifiesto rebelde.

El conjunto resulta a un tiempo culto, didáctico y sugestivo, pues he recurrido a ejemplos tomados de la historia, experiencias propias y referencias a citas y obras de prestigiosos autores de fama mundial. Es un libro que bebe de muchas fuentes y toca muchos palos porque así soy yo: diverso y polifacético, me cuesta identificarme con una ‘marca personal’

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