Nos advierten (*) de que mientras crece el número de matriculados en el conjunto de los másteres del sector TIC, disminuye el de los que eligen el Máster Universitario en Ingeniería de Telecomunicación (MUIT) –habilitante para el ejercicio regulado de la profesión–. Y que sólo un pequeño porcentaje de los que aprueban el MUIT deciden colegiarse (COIT) y, además, tardan en hacerlo.
Tras los datos subyace una realidad; conocerla e interpretarla ayuda a moldear una opinión y a la toma de decisiones. Se me ocurre enredar con la Inteligencia Artificial (IA) generativa –diseñada para producir contenidos¬– para intentar entender la casuística de la desmotivación en la elección del Máster habilitante y la colegiación.
A los asistentes conversacionales (chatbots) más reconocidos (en sus opciones gratuitas, incluido el modelo chino) les formulo las mismas preguntas: ¿Por qué pierde atractivo el MUIT para los universitarios? ¿Por qué es pequeño el porcentaje de egresados del MUIT que deciden colegiarse en el COIT?
Para cada cuestión ofrecen, con amplia coincidencia, un repertorio de conjeturas que justificarían el desinterés: son diagnósticos muy cautos sin aportar cifras que los validen. La mayoría de las sospechas resultan razonables; las hay que discrepan de la doctrina institucional y alguna suena a disparate.
Intuyo que los inconsistentes resultados derivan de la dificultad para disponer de análisis específicos y rigurosos que faciliten el aprendizaje de las máquinas. Así, la IA se lamenta de no encontrar datos concretos sobre los matriculados en el MUIT y sugiere dirigirse directamente a los centros educativos que lo imparten. Uno de los chatbots propone “realizar encuestas entre estudiantes o analizar tendencias recientes en la matriculación y el mercado laboral”.
Desvío la conversación hacia las perspectivas sobre el futuro de la Ingeniería de Telecomunicación. Los chatbots identifican las –ya conocidas– tendencias tecnológicas y recomiendan flexibilizar los planes de estudio con itinerarios personalizables que permitan elegir entre diferentes especialidades y disciplinas: propuesta inocua para salir del paso de manera elegante. Se muestran escépticos sobre el interés de las instituciones profesionales: dudan de la necesidad y utilidad de la habilitación y colegiación. Entienden que la creciente diversificación y la internacionalización debilitarán el sentido de comunidad, mientras que las plataformas digitales facilitarán el intercambio social y el acceso al conocimiento.
Si perseveramos en la ocurrencia cabe repetir, más adelante, el chateo con la IA. Quizás entonces –si le adiestran en los sistemas de información universitaria y progresa en sus capacidades de razonamiento autónomo– podrá facilitarnos datos de calidad sobre los másteres y unas perspectivas vanguardistas del futuro de la Ingeniería de Telecomunicación. Eso sí, no se me escapa la importancia de preguntar con mayor destreza y de seleccionar los chatbots inteligentes más creativos, aunque no sean gratuitos.
(*) https://bit.coit.es/opinion/el-mundo-ha-cambiado-cambiamos-nosotros/