Óscar García del Saz.
Ingeniero de Telecomunicación. Cofundador de la Entidad «Zarzuela: Patrimonio de la Humanidad».
Óscar García del Saz, Teleco y música, amores convergentes
Óscar García del Saz es Ingeniero de Telecomunicación (UPM) y colegiado del COIT. Con casi 30 años de experiencia, ha ocupado puestos relevantes en empresas multinacionales en la gestión y dirección de equipos técnicos, operaciones, consultoría, desarrollo de negocio y estrategia. Desde hace varios años, como Óscar del Saz, compatibiliza su carrera profesional como crítico musical en CODALARIO, es cantante lírico (bajo-barítono, coro y solista) y asesor en la rentabilización de proyectos musicales.
Si bien estudiar y ser Ingeniero de Telecomunicación te prepara para ‘casi todo’, siempre sentí que necesitaba un contrapeso emocional en materias artísticas. Los CV de los telecos, llenos de habilidades técnicas, normalmente están poco nutridos de formación híbrida en áreas humanísticas, relaciones sociales e inteligencia emocional. En mi caso, el proceder analítico o cuantitativo de la ingeniería tuvo siempre una compensación cualitativa en el oasis espiritual de la voz humana y la música.
Soy ingeniero gracias a la música, al canto, y viceversa… Cuando era pequeño, con unos siete años, mi padre tenía un tocadiscos que no funcionaba hacía años, pero un buen día decidí arreglarlo, desmontándolo ‘como si supiera’.
La sencillez de aquel aparato, que disponía tan sólo de un adaptador AC/DC, un motor eléctrico y una polea que hacía mover el plato a 33 ó 45 rpm, hizo que cuando volví a montarlo, ¡FUNCIONARA!, escuchando por el altavoz la maravillosa voz del gran barítono Manuel Ausensi. Fue un momento mágico, de alegría indescriptible.
Ese episodio me unió indefectiblemente con la ingeniería -el ‘cacharreo’- y con la música, como escuchante y luego como intérprete, pudiendo gradualmente ascender con los años por un ‘escalafón’ creciente en calidad en los coros universitarios (Coro de la UPM) y semiprofesionales (Coro de Voces Graves de Madrid, Orfeón Donostiarra, etc.).
Ya finalizando la carrera, me enfoqué en intentar cultivar mi propia voz con maestros de canto particulares, integrándome -mediante la superación de audiciones- en representaciones escénicas de ópera y zarzuela, y actuando tanto en el coro como en algunos papeles de solista.
Ventajas del canto para los ingenieros
Quiero resaltar aquí algunas innegables ventajas que el canto coral -o solista- puede producirnos a los ingenieros -además de los beneficios en la salud corporal, la memoria y el estrés-, como son el refuerzo de las competencias emocionales y mentales, y la potenciación de la autoestima y la autoconfianza, así como poseer más y mejores habilidades comunicativas y sociales, de trabajo en equipo, etc.
Si eres cantante solista, además, puedes centrar tus energías en potenciar la creatividad y el autoconocimiento, el dominio del escenario (útil en presentaciones con audiencia y escenario), el autocontrol, el poder de convicción y la optimización en la transmisión de los mensajes.
Sin dejar nunca el escenario y el canto, mucho antes de escribir crítica musical, y manteniendo siempre una gran disciplina (desde los 14 años) por asistir a todo concierto sinfónico, recital, zarzuela u ópera que se preciara, me interesaron las publicaciones musicales especializadas, algo muy adecuado para contrastar el criterio; es decir, lo que uno ha percibido en tal o cual concierto y confrontarlo con aquellas doctas opiniones que leía con fruición.
Crítica musical
Como también ocurre en la ingeniería, en la crítica musical es tan importante detallar las principales claves (contexto histórico, análisis técnico, interpretación, creatividad del artista, opinión subjetiva, etc.) como argumentarlas en relación con tu experiencia y conocimientos, observando siempre la debida independencia, el rigor y ciertas dosis de entretenimiento -para que la crítica sea amena- mezclándolo con un adecuado poso musicológico.
Además, en la crítica es necesario combinar el entendimiento profundo de la ejecución musical con la habilidad para expresar ‘los porqués’ de las opiniones (y de las emociones) de manera clara y convincente, no olvidando que el crítico debe rezumar honestidad, valoración y perspicacia, buscando el respeto -sin imposiciones- dentro del complejo mundo de la música (intérpretes incluidos), descubriendo nuevos artistas y/o reivindicando a grandes figuras injustamente postergadas.
La crítica debe ser constructiva y reflexiva, enfocada en aspectos artísticos para enriquecer la experiencia del espectador y facilitar la conexión entre ejecutantes y público. Resalta virtudes y desafíos de las creaciones, promoviendo la apreciación del arte y el crecimiento de los artistas.
Hecha con rigor y sensibilidad, la crítica contribuye a un panorama cultural dinámico y diverso, profundizando en la comprensión y valoración de la cultura. Con el plus de ser a la vez intérprete, la crítica me ha permitido amar más profundamente a la música y mostrar cómo debe respetarse.
En España es muy difícil vivir de la música, del canto lírico, y es muy lamentable que se haya eliminado como materia en la formación básica. Dado los beneficios que aporta, sería crucial que se revirtiera esta situación.
Muchos especialistas (médicos, psicólogos, coaches, etc.), comparten esta misma opinión. Si mi humilde experiencia sirve de algo, creo que todos merecemos ser formados en esas disciplinas desde la infancia. En cuanto a los ingenieros, estaría bien que se comentaran las ventajas antedichas en algún momento de su vida curricular, aprovechando que en la carrera ya existen asignaturas técnicas estrechamente relacionadas con la música.
Para terminar, considero que es obligación de los que nos dedicamos a intentar reforzar el corporativismo en nuestra profesión, el pertenecer al Colegio o a la Asociación de Ingenieros de Telecomunicación, por todo lo bueno que nos aporta. A mi juicio, las telecomunicaciones y la música cierran un círculo virtuoso. Por ello, me he empeñado últimamente en ayudar a las profesiones menos corporativizadas, como son las profesiones artísticas -en concreto la música- a que también consigan esa necesaria cohesión.