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Redacción BIT

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Arte

José Monedero

El verano y la pintura

El calor extremo, la luz intensa, los días tan largos… ¿Qué artista no se ha sentido atraído por el verano intentando captar tantas sensaciones, tantas vivencias? Para la mayoría, el verano es playa, brisa salada, el primer chapuzón… pero también los hay que prefieren la piscina con su cloro, sin arena invasora y sin medusas.

En esta dualidad, y en todas épocas, ganan los ‘playeros’ que se han interesado por la luz, el cuerpo, los colores; basta asomarnos a los museos donde encontraremos, cómo no, a Sorolla, que a finales del XIX y principios del XX inmortalizó la luz del Mediterráneo, o a artistas de latitudes más septentrionales y, por tanto, no tan calurosas, como Monet, Manet o Van Gogh.

Ejemplos más recientes nos llegan del otro lado del Atlántico que, más conceptuales, nos han dejado en el siglo XX una visión del verano más al estilo de vida estadounidense, bien añadiendo angustias vitales, como Hopper, o bien promoviendo la estética californiana de piscinas vacías de colores planos tan bien representada por D. Hockney.

Y cómo olvidarnos del chiringuito, sus frituras, sus vinos… Por ello, y a falta de mejores ejemplos, os dejo una pintura mía del verano marbellí.

 

Vinos

Manolo Gamella

Cepas viejas

En las etiquetas de algunos vinos puede aparecer la indicación ‘cepas viejas’, pero ¿qué significa?

Una planta de vid viene a dar fruto aprovechable a partir de los tres o cuatro años. Luego va aumentando su productividad hasta alcanzar su madurez hacia los diez años y la mantiene hasta los 30 o así. A partir de ahí las vides disminuyen su producción de uva y pueden considerarse progresivamente viejas, con una vida media de más de 50 años aunque se conocen casos de cepas centenarias.

Sin que haya que suponer que solo por proceder de vides viejas un vino vaya a ofrecer una mayor calidad, sí que hay algunos motivos para esperar aportaciones interesantes de estas cepas. Al producir menos uva, los componentes que dan aromas y sabores tienden a estar más concentrados. Las plantas tienen troncos más gruesos y raíces más extensas y profundas, lo que proporciona una reserva incluso en años malos. Además, gran parte de los viñedos recientes se disponen alineados en espaldera, mientras que hasta hace unos años lo normal eran las vides ‘en vaso’, o sea, con ramas abiertas en todas las direcciones. El trabajo sobre plantas en vaso es más costoso y no permite mecanizaciones, pero a cambio facilita una selección manual más escrupulosa de los racimos en las vendimias. Todo esto suele influir también en el precio del vino.

 

Cine

Atanasio Carpena

I pirati dello spazio (Hackers del espacio)

Dirección: Alessandro Bernard, Enrico Cerasuolo, Paolo Ceretto, 2007

El 22 de enero de 2015 fallecía Achille Judica Cordiglia y con su muerte se cerraba una época en que la radio había cumplido un fuerte rol político a la par que ofrecía un componente casi mágico. Esta es la historia de Achille Judica y su hermano Giovanni Battista, dos entusiastas de las telecomunicaciones de los años sesenta, famosos por haber escuchado las supuestas señales provenientes de los primeros satélites, tanto soviéticos como estadounidenses, entre los que se encuentran el Sputnik 1, el Sputnik 2 y el Explorer 1. Y también es el documento del fin de una era, de cómo la televisión acaba con la investigación mediante receptores de radio.

 

 

 

Sergio & Serguéi

Dirección: Ernesto Daranas, 2017

El espíritu de esta fábula amable consiste en retratar la historia de una amistad entre dos radioaficionados, Sergio y Serguéi, que están separados físicamente pero unidos en sus ideales dentro del contexto histórico de la desintegración de la URSS y la grave crisis económica que sufre Cuba. Sergio es un profesor que vive en Cuba y habla ruso y, por otro lado, Serguéi es un cosmonauta ruso, abandonado a su suerte en la estación orbital Mir, que habla español cubano. Y también está Peter, un radioaficionado americano conocido de Sergio. Un trío dispar pero unido por la fraternidad humana y la radio.

 

 

 

Cocina

Mónica Prego

Mejillones en escabeche

Hoy haremos un aperitivo fácil y muy económico, que tendremos listo con antelación para sorprender a cualquier comensal.

Ingredientes para hacer mejillones en
escabeche:

  • 2 kg de mejillones grandes
  • 300 ml de aceite de oliva suave
  • 1 diente de ajo entero
  • 1 cucharada de postre de granos de
    pimienta mezclada
  • 2 clavos de olor
  • Piel de limón
  • 1 vaina de cardamomo
  • 1 guindilla (opcional)
  • 2 hojas de laurel
  • 1 cucharada de pimentón de la Vera
    dulce (ahumado o agridulce)
  • 100 ml de vinagre de vino blanco
  • 50 ml del agua de abrir los mejillones

 

En una cazuela ponemos los 300 ml de aceite suave y le añadimos el diente de ajo entero, los granos de pimienta, el clavo, el cardamomo, la piel de limón, la guindilla y el laurel. Dejamos infusionar a fuego muy suave durante al menos media hora. Mientras tanto, abriremos los mejillones, los ponemos en una olla, la acercamos al fuego y la dejamos tapada. Cuando rompan a hervir y se hayan abierto todos, apagamos el fuego. Los limpiamos, retirándoles las barbas y separando la carne de la concha, y los reservamos aparte. A la vez, colamos un vaso del agua que han soltado al cocerse y la reservamos también.

Cuando el aceite esté infusionado, subimos el fuego, y cuando esté muy caliente añadimos el pimentón e inmediatamente el vinagre y el agua de abrir los mejillones.

Cuando rompa a hervir, añadimos los mejillones, apagamos y dejamos que se impregnen de todos los sabores. Una vez fríos los guardamos en el frigorífico, para degustar mejor al día siguiente.

*Muchas más recetas en el blog de Mónica Prego: www.pandebroa.es

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