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Alfonso Gabarron Y JC López

Alfonso Gabarrón y Juan Carlos López.

Director gerente de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (AESEMI) / Miembro del Comité de Expertos del PERTE de Microelectrónica y Semiconductores (Ministerio de Transformación Digital y Función Pública) y director de la Cátedra Chip de la Universidad de Castilla-La Mancha.

PERTE Chip. La contribución de España a la apuesta de Europa por la soberanía tecnológica

En los últimos años, la crisis de suministro de semiconductores y las tensiones geopolíticas, especialmente entre Estados Unidos y China, revelaron la vulnerabilidad de depender de la producción asiática. Este escenario impulsó a gobiernos y regiones de todo el mundo, incluyendo a Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, a lanzar políticas orientadas a recuperar capacidades estratégicas de fabricación de microelectrónica. En este contexto, la Unión Europea busca reducir su dependencia de Asia y fortalecer su industria, especialmente ante el impacto en sectores clave como el automotriz y el tecnológico

España se unió a este esfuerzo global de Europa con el lanzamiento del Proyecto Estratégico de Microelectrónica y Semiconductores (PERTE Chip). Este programa tiene como objetivo impulsar el ecosistema nacional de semiconductores mediante el desarrollo de capacidades industriales. Aunque España no cuenta con fábricas de chips avanzados debido al elevado coste de las tecnologías de fabricación, el PERTE Chip pretende fomentar la producción en procesos auxiliares y reforzar la investigación y el diseño en el país.

Así pues, el PERTE Chip busca posicionar a España en el mercado global de semiconductores, aprovechando sus fortalezas en investigación, desarrollo y el talento de sus ingenieros. Con más de 30 universidades con programas de microelectrónica y centros de investigación de referencia, como el Centro Nacional de Microelectrónica y el Centro de Supercomputación de Barcelona, el país tiene una base sólida para liderar en nichos específicos de la industria.

 

 

¿En qué consiste el PERTE Chip?

El PERTE Chip se erige como una iniciativa crucial del gobierno español, dotada con un presupuesto sustancial de 12.250 millones de euros provenientes de los fondos europeos Next Generation EU, y que pretende impulsar la industria de microelectrónica y semiconductores en el país.

Esta iniciativa no se limita a ser un mero programa de inversión, sino que se configura como una estrategia integral que abarca toda la cadena de valor, desde la investigación y el desarrollo hasta la fabricación. Su importancia radica en su objetivo de fortalecer la autonomía estratégica de España y de la Unión Europea en un sector que se ha vuelto fundamental para la economía global.

 

EL PERTE Chip tiene como objetivo impulsar el ecosistema nacional de semiconductores mediante el desarrollo de capacidades industriales

 

Para alcanzar sus cuatro ejes principales (ver cuadro adjunto), el PERTE Chip incluye actuaciones clave que reflejan su ambición de fortalecer el futuro tecnológico de España. Una de las principales iniciativas es el desarrollo de proyectos de I+D+i en áreas estratégicas, que abarcan microprocesadores avanzados, fotónica integrada, chips cuánticos y arquitecturas alternativas como RISC-V, con el fin de impulsar la innovación en el sector y generar nuevo conocimiento.

En cuanto a la formación de capital humano, tiene como objetivo impulsar una red de educación y capacitación en semiconductores para cubrir la creciente demanda de profesionales especializados. En el ámbito puramente empresarial, también contempla la creación de un fondo de chips destinado a financiar startups, scaleups y Pymes innovadoras en el sector, impulsando el crecimiento de empresas con alto potencial de innovación.

 

 

Universidades adjudicatarias de Cátedras PERTE Chip

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de la resolución de la convocatoria de cátedras Chip (Ministerio de Transformación Digital y Función Pública).

 

Las cátedras Chip: un instrumento transversal

Entre los instrumentos que el PERTE Chip ha puesto en marcha hasta el momento, las cátedras universitarias han sido uno de los más representativos, siendo valorado muy positivamente por el sector que ha destacado su necesidad y, por tanto, la oportunidad de su convocatoria. Las cátedras constituyen un vehículo de colaboración universidad-empresa que facilita la formación de profesionales y la realización de proyectos de I+D+i con impacto industrial.

Con una financiación mixta, pública (PERTE Chip, hasta un 85%) y privada (empresas asociadas, no menos de un 15%), las cátedras responden de forma directa a dos de los ejes que plantea el PERTE Chip (ver cuadro adjunto): por un lado, el refuerzo de la capacidad científica y una estrategia en el ámbito del diseño de sistemas microelectrónicos basados en arquitecturas abiertas y, por otro, la creación de una red de educación, formación y capacitación que fortalezca el capital humano del sector.

La transversalidad de las acciones financiadas por las cátedras las posiciona (junto con las cátedras de Inteligencia Artificial, convocadas con anterioridad) como un elemento singular en cuanto a programas de financiación pública en el ámbito tecnológico. Si bien la financiación de proyectos de I+D en colaboración entre el sector público (universidades e instituciones de investigación) y el sector privado resulta un instrumento habitual en cuanto a políticas públicas, la inclusión de actividades formativas igualmente financiadas, en la misma convocatoria, y respondiendo al ámbito al que se circunscriben los proyectos, resulta ciertamente diferenciador.

La necesidad de profesionales en el sector de la microelectrónica y los semiconductores, claramente identificada en diversos informes, recibe así respuesta en el contexto más adecuado que es el de la colaboración entre universidad y empresa.

 

Con más de 30 universidades con programas de microelectrónica y centros de investigación de referencia, el país tiene una base sólida para liderar en nichos específicos de la industria

 

Las cátedras han supuesto, pues, un claro impulso a los objetivos del PERTE Chip anteriormente mencionados a través de la actividad de las universidades en los tres pilares que las sustentan, formación, investigación y transferencia. Además, las cátedras deberán provocar claramente la necesaria colaboración universidad-empresa, tantas veces considerada como insuficiente en opinión de las dos partes (aunque siempre por motivos diferentes).

Convocadas en agosto de 2023, se han financiado un total de 17 cátedras en 15 universidades (en nueve comunidades autónomas) con la colaboración de más de 80 empresas y con un presupuesto de más de 54 millones de euros, de los cuales alrededor de 45 corresponden a financiación pública.

Si bien la duración prevista era de cuatro años (el último de los cuales se financiaba con la aportación privada), el retraso producido en la resolución definitiva ha provocado que dicha duración se reduzca a tres años, debiendo finalizar el periodo de financiación pública en junio de 2026 (finalización obligada en la aplicación de los fondos europeos), y prolongándose hasta junio de 2027 con la contribución de las empresas participantes.

Los proyectos financiados se orientan a distintos campos del ámbito de la microelectrónica y los semiconductores (diseño microelectrónico, arquitecturas abiertas, sensores, materiales, fabricación, encapsulado y test, fotónica…), dependiendo de la experiencia de los grupos investigadores participantes en cada una de las universidades adjudicatarias. El objetivo es abordar dichos proyectos de I+D aplicada, que incluya la formación de doctores, y que se oriente a resolver las necesidades de las empresas colaboradoras.

 

El PERTE Chip está dotado con un presupuesto sustancial de 12.250 millones de euros provenientes de los fondos europeos Next Generation EU

 

Igualmente, los programas formativos que se han establecido tienen diversas duraciones y orientaciones temáticas. Algunas universidades donde no existían itinerarios previos en el campo de la microelectrónica han optado por el diseño específico de ciclos formativos (a nivel de máster), centrándose de nuevo en el ámbito de especialización de la cátedra. En aquellas otras universidades donde existían itinerarios formativos previos, la decisión adoptada ha sido el desarrollo de cursos profesionalizantes de corta duración basados en ‘microcredenciales’.

Retos y desafíos

En conclusión, El PERTE Chip supone una apuesta ambiciosa para el desarrollo de un sector esencial para la soberanía tecnológica de España y, por ende, de Europa. Sin embargo, su éxito enfrenta desafíos, principalmente relacionados con la ejecución eficiente y rápida de los fondos disponibles.

Por su origen (Next Generation EU), estos fondos requieren que las inversiones se implementen en un periodo limitado, lo cual podría no ser suficiente para desarrollar un ecosistema de semiconductores robusto en el corto plazo. La apuesta de España por este sector dependerá de su capacidad para gestionar eficazmente estos fondos y, sobre todo, de mantener en el futuro un apoyo firme y continuado.

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