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Vocal 1 - Juan Carlos López

Juan Carlos López

Catedrático de la Universidad de Castilla-La Mancha. Coordinador GT de Transformación Digital del COIT

*Extracto de la conferencia “Los 7 Retos de la Ingeniería” impartida por el autor en la I Cumbre Nacional de la Ingeniería y la Empresa, Sevilla, 26 de Marzo de 2019.

Siete retos de la Ingeniería*

No hace falta explicar el papel que, a lo largo de la historia, ha jugado la ingeniería, mejorando la calidad de vida de las personas, y, en general, siendo palanca del desarrollo económico y social. Pero si, fiel a su compromiso con la sociedad, quiere seguir aportando soluciones y creando bienestar y riqueza, debe permitir que se perciba claramente su función, adaptándose a las actuales necesidades sociales. Más allá de los desafíos propios del avance tecnológico, se esbozan a continuación siete retos que la ingeniería debe afrontar y que responden a tres ámbitos: contexto social en el que desarrolla su labor; visión que de ella tiene la sociedad, y el que debe ser su compromiso ético y social.

#VUCA

Las capacidades que un ingeniero domina son precisamente las que le permite buscar soluciones y tomar decisiones en lo que se denomina `entorno VUCA´, término que describe claramente el contexto actual: volátil, incierto, complejo y ambiguo. Sin embargo, necesita incorporar otras capacidades, que la industria ya está demandando, y que sirven para desenvolverse en un entorno que el factor humano (relaciones, interacción, diversidad, cultura…) convierte en ‘más VUCA’ si cabe todavía.

 

 

#TRANSFORMACIÓN DIGITAL

La incorporación de lo digital está redefiniendo factores claves de nuestra sociedad: relaciones, modelos de negocio, procesos de todo tipo, cambios culturales… Aún teniendo a las personas como protagonistas, esta transformación digital se soporta en un hecho diferencial: una tecnología que cambia vertiginosamente a la vez que nos invade. Y el ingeniero está en una posición ideal, privilegiada, para valorarla y liderarla. Pero necesita nuevas capacidades para entender el cambio social que esto provoca y las amenazas y oportunidades asociadas.

 

#APERTURA E IMPLICACIÓN

Decía Ortega y Gasset, “vean, pues, los ingenieros cómo para ser ingeniero no basta con ser ingeniero. Mientras se están ocupando en su faena particular, la historia les quita el suelo de debajo de los pies”. El trabajo de los ingenieros es aislado: idean, diseñan e implementan la solución a un problema. Y, tras ello, pasan a resolver otro nuevo, sin contacto con el exterior. Necesitamos explicar a la sociedad lo que es la ingeniería y su valor, y, por tanto, asumir la responsabilidad de comunicar los resultados, de hacerlos visibles al ‘exterior’ de la forma adecuada.

 

#VOCACIONES

Según diversos informes, los jóvenes consideran la ingeniería aburrida, difícil, mal pagada con respecto a la responsabilidad que entraña, además de tener un escaso impacto social. Esto último adquiere, en el caso de las mujeres, un peso determinante al valorarla como elección de futuro. Los estereotipos, tan arraigados en nuestra sociedad (ya el astronauta Neil Amstrong ‘presumía’ de ser ingeniero y ‘rarito’) y con una cierta componente sexista, tampoco ayudan a despertar vocaciones. Para  cambiar la percepción social hay que explicar la profesión y transmitir la fortuna de los ingenieros de convertir los sueños en realidad.

 

#OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

Los ODS (2015-2030) establecidos por Naciones Unidas representan un compromiso, quizás el único, adquirido de forma global por la humanidad. Para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad de todos se necesitan soluciones en el ámbito de la energía, la salud, la agricultura, el medio ambiente, la educación, la industria… a las que solo la ingeniería puede dar respuesta. Más allá de liderar proyectos que permitan afrontar esos objetivos, la ingeniería debe incorporarlos permanentemente en toda su actividad.

 

#HUMANISMO Y ÉTICA

Un ingeniero se desarrolla a través de sus conocimientos, sus capacidades transversales, pero también por sus actitudes; es decir, mediante su compromiso ético, social y de servicio. La tecnología y su acceso a ella puede ser el origen de una nueva brecha social que incluso genere desequilibrios mucho más abruptos. La responsabilidad social de la ingeniería debe permitir que ésta actúe como elemento equilibrador y al servicio de la sociedad, con la tecnología como impulsor de la integración y la eliminación de barreras. En la era de lo ‘inteligente’, una sociedad solo lo será si es más justa y comprometida.

 

#EDUCACIÓN

La educación está en la raíz de casi todos los retos anteriores. Y es que un buen sistema educativo es necesariamente el que tiene que guiar a la sociedad en sus procesos de cambio. Este es uno de esos momentos, especialmente crucial por la velocidad de ese cambio y por su carácter global. Los retos que enfrentan los ingenieros deben ser asumidos por la universidad. No solo atendiendo a los conocimientos técnicos, sino también a su proyección social, su profesionalidad como respuesta a las necesidades de la sociedad, su compromiso y sus valores éticos. La universidad debe comprender esa responsabilidad y comenzar a afrontar ya sus propios desafíos.

 

#7+1 CONCLUSIÓN

Para abordar estos retos (y muchos otros) necesitamos una nueva generación de ingenieros, con ilusión, con pasión y con una gran visión trasformadora que les permita crear un puente entre tecnología y sociedad, ofreciendo soluciones innovadoras y comprometidas con el tiempo que vivimos. Profesionales que, teniendo a las personas como eje, se atrevan y sean capaces de convertir los sueños en realidad… pero recordando siempre que un ingeniero deberá tener permanentemente los pies en la tierra.

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