

Jorgina Díaz Torres
Ingeniera de Telecomunicación. Directora de Desarrollo de Negocio de Robótica en Alisys.
Robótica inteligente
Una herramienta al servicio de la sociedad
Nadie mejor que Daniel H. Wilson, doctor en robótica por la universidad Carnegie Mellon y novelista de ciencia ficción de gran éxito, para describir la decepción que durante muchos años ha subyacido en torno a la robótica, una aparentemente eterna promesa de futuro: “A veces una tecnología es tan asombrosa que la imaginación se desboca con ella, a menudo muy, muy lejos de la realidad. Es lo que pasa con los robots. Al principio se hicieron grandes promesas en robótica, basadas en éxitos preliminares, que finalmente no se cumplieron”.
Desde ‘¿Sueñan los androides con ovejas electrónicas?’ de Philip K. Dick hasta ‘Yo, Robot’ de Isaac Asimov, innumerables autores han contribuido a fijar en el imaginario colectivo un futuro de oportunidades disruptivas y retos que enfrentar; brillante y tangible, pero siempre por delante de la realidad, incluso muchos decenios después de su concepción.
Definición y evolución
La primera aplicación masiva de la robótica resolvió el problema de ejecutar con precisión y eficiencia tareas repetitivas y homogéneas en espacios específicos, generalmente aislados, sin margen para la improvisación. Esta era dorada de la automatización tuvo un impacto significativo en el desarrollo industrial desde la década de 1950.
El estado del arte ha evolucionado considerablemente desde entonces, y particularmente en la última década. Los robots están cada vez mejor equipados para aprender nuevas habilidades, adaptarse a entornos cambiantes e impredecibles de forma autónoma y colaborar de manera natural con las personas y con otros robots.
Según un reciente estudio de Gartner, ‘Tecnologías Emergentes: El Futuro de los Dispositivos Autónomos’ (2021), se avecina una incursión masiva de robots en el mercado, debido al incremento de su inteligencia y autonomía. Este proceso se desarrollará en cuatro fases, incorporando la robótica de manera visible en escenarios y usos más cercanos a nuestro día a día.
Se avecina una incursión masiva de robots en el mercado, debido al incremento de su inteligencia y autonomía
En un primer momento, los dispositivos autónomos podrán completar objetivos sin necesidad de instrucciones detalladas, evitando obstáculos imprevistos y coexistiendo con los humanos. En la segunda fase, los dispositivos serán totalmente autónomos, interpretando la misión programada y entendiendo sus aspectos críticos, decidiendo la mejor manera de ejecutarla. En la tercera fase, los dispositivos serán proactivos, ejecutando su misión basándose en datos recogidos durante la misma, lo que permitirá que las instrucciones iniciales necesarias sean todavía más generales. Finalmente, en la última fase, tendremos dispositivos colaborativos, donde múltiples robots cooperarán repartiéndose las tareas de manera adecuada según las habilidades de cada uno.
Quizás haya llegado el momento de prepararnos para abandonar el dominio de la ciencia ficción, de valorar un cambio real que va a producir una transformación sin precedentes. Los indicios están ahí: desde robots sociales y humanoides hasta robots cuadrúpedos bioinspirados y enjambres de drones, la presencia de la robótica en diversos sectores es cada vez más palpable, apoyada por tecnologías clave, como la Inteligencia Artificial (IA), que están experimentando una evolución exponencial.
Tecnologías que impulsan la robótica inteligente
La convergencia de disciplinas como la Inteligencia Artificial, el Internet de las cosas (IoT), nuevas tecnologías de conectividad móvil y nuevos modelos de computación están impulsando a la robótica hacia niveles de sofisticación y utilidad sin precedentes.
La Inteligencia Artificial es un componente esencial que permite a los robots adaptar su comportamiento de manera autónoma. A los innumerables avances en visión artificial, interpretación del entorno y control robótico, se ha unido recientemente la publicación de grandes modelos de lenguaje (Large Language Models, LLMs) con cualidades emergentes asombrosamente cercanas a las capacidades cognitivas humanas.
Las tecnologías de IoT mejoran la percepción, comunicación y actuación de los robots en diferentes entornos y aplicaciones, permitiendo el acceso a datos de dispositivos conectados a la red y la colaboración en tiempo real.
La presencia de la robótica en diversos sectores es cada vez más palpable, apoyada por tecnologías clave, como la Inteligencia Artificial
Las nuevas generaciones de tecnología de comunicaciones móviles (5G, 6G), con cualidades técnicas muy superiores a las precedentes, permiten conexiones con una gestión precisa de la calidad del servicio, adaptándose dinámicamente a las necesidades de diferentes escenarios de trabajo, industrias y sectores.
Por último, los avances en computación en la nube, en el borde (edge computing), o incluso propuestas como el procesamiento hiper-distribuido cerca del borde (fog computing) proporcionan a la robótica inteligente mayor rendimiento, flexibilidad y escalabilidad.
Este conjunto de tecnologías dibuja un ciberespacio global, donde la línea entre la realidad física y la virtual es cada vez más borrosa. Este espacio expande de manera inédita las capacidades y el ámbito cognitivo de los servicios robóticos, posibilitando la interacción inteligente en tiempo real con sistemas, equipos humanos y entornos físicos.
Aplicaciones prácticas y casos de uso
La robótica inteligente aún enfrenta desafíos significativos que dificultan identificar casos de uso relevantes, con un valor tangible frente a las soluciones actuales. Hoy en día, la mayoría de los despliegues son prototipos y pruebas de concepto para explorar, junto con el usuario final, la solución de mayor valor a un conjunto de problemas específicos. El mayor reto consiste en visualizar el estado de la tecnología a medio plazo y crear nuevos escenarios de uso, hoy inexplorados.
La industria es uno de los sectores donde más rápidamente se están ensayando posibilidades de nueva generación. La robótica inteligente se plantea para tareas que trascienden la fabricación o automatización logística, desde la inspección autónoma para detectar anomalías, hasta la supervisión y vigilancia de instalaciones, documentación y generación de gemelos digitales o prevención de accidentes y riesgos laborales, entre otros.
Las tecnologías de IoT mejoran la percepción, comunicación y actuación de los robots en diferentes entornos y aplicaciones
En el caso de la medicina también se esbozan usos más allá de la mera mejora incremental. Contamos con robots sociales, robots quirúrgicos que ayudan a los cirujanos a realizar intervenciones menos invasivas, robots para rehabilitación o robots encargados de transporte de suministros o monitorización de pacientes.
En educación los robots pueden participar en el aprendizaje de habilidades prácticas, proporcionan asistencia en clase y pueden ser la herramienta perfecta para desplegar un nuevo modelo de enseñanza adaptativa individualizada. Esta capacidad de personalización también puede encontrar aplicaciones de enorme alcance en el ámbito de la administración pública, facilitando la relación de los estamentos y la participación ciudadana.
Dentro de la agricultura, los agrobots son capaces de asumir tareas repetitivas y arduas, tales como la siembra, el riego y la cosecha de cultivos, el control minucioso de cambios en el ambiente como la luz o la temperatura, la fumigación, la detección de plagas, el control de maleza, todo ello orientado a aumentar la productividad y reducir los costes de producción del sector.
También en el entorno doméstico se están explorando numerosas aplicaciones. Los robots pueden orientarse al mantenimiento o a la vigilancia del hogar. Los asistentes domésticos pueden ayudar a extender la vida autónoma o facilitar la supervisión clínica de personas con diferentes niveles de dependencia.
En el sector de la seguridad y la defensa, la aplicación de la robótica inteligente adquiere su máxima utilidad en todas aquellas tareas que puedan reducir la exposición a peligros o riesgos innecesarios, tales como la búsqueda y rescate de víctimas en zonas de desastre, desminado y desactivación de explosivos, gestión de incendios, reconocimiento de escenarios peligrosos, vigilancia de infraestructuras o inspección de edificios al borde del colapso.
A modo de conclusión
Asistimos a un momento único en el que la robótica inteligente se ha convertido en una oportunidad que permitirá impulsar la creación de un nuevo futuro y redefinirá nuestra sociedad en múltiples aspectos. A pesar de los desafíos y las preocupaciones legítimas sobre el impacto en el empleo, la ética y la privacidad, no podemos ignorar su enorme potencial para impulsar el progreso, mejorar nuestra calidad de vida y enfrentar desafíos a nivel global, muy difíciles de resolver con las tecnologías más tradicionales. Es indiscutible que la robótica inteligente ha llegado para quedarse y jugará un papel cada vez más relevante en un futuro cercano, pero, para su progreso y aceptación, es esencial que la sociedad comprenda y participe activamente en este avance.