Europa en la encrucijada: el despliegue de la fibra

Las razones por las para Europa es vital liderar (y sincronizar entre sus países miembros) el despliegue generalizado de la fibra (visualizado en las redes de fibra al hogar, FTTH, como verdadera tecnología a prueba de futuro) se estructuran en torno a tres grandes ejes: la autonomía estratégica, la sociedad del giga y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Autonomía estratégica
Necesitamos de autonomía estratégica. Vivimos en un entorno de desglobalización que, unido a la evidencia de un imparable desarrollo de la economía de las apps (atrás quedo la economía del trabajo, del capital y casi hasta la del talento), se ve reflejado en al menos las siguientes evidencias:

• El reconocimiento de que los PIB de los países tal y como se han calculado hasta ahora no reflejan el verdadero valor de la nueva economía de activos y servicios digitales posibilitados por las nuevas infraestructuras digitales (redes de acceso de nueva generación NGA como la FTTH).
• La constatación de que Europa ha experimentado un conjunto de carencias durante la reciente crisis de la pandemia de COVID-19 y la aún actual invasión de Ucrania, como haber perdido su autosuficiencia estratégica en vacunas y principios activos, respiradores, semiconductores y chips, producción de cereales y fertilizantes, paneles fotovoltaicos, tierras raras y pilas, producción energética, militar, etc. Todo ello se ha reflejado en tensiones logísticas e incrementos del coste de la vida, objetivados de forma generalizada en forma de inflación.
• La realidad de que los líderes tecnológicos empresariales se encuentran básicamente en EE.UU. y China (y no simplemente por cuestiones de escala, que también): Microsoft, Google, Amazon, Apple, TMSC, Tencent, WeChat, etc.
• El hecho de que, por más que reclamemos ser el motor conceptual de una nueva sociedad igualitaria e inclusiva, de derechos (y deberes …), del camino recorrido desde la definición de democracia hecha hace más de dos mil años por los griegos, de posicionarnos ante los populismos y nacionalismos de izquierda y derecha, solo somos el 5% de la población mundial.

Los líderes tecnológicos empresariales se encuentran básicamente en EE.UU. y China

Sociedad del giga
Estamos inmersos en la llamada ‘sociedad del giga’ (hacer uso de 1GB diario personal a velocidades de conexión de 1 Gbps), que es lo que supone la economía de las apps: tráficos crecientes a dos dígitos anualmente, la cloudificación de servicios y contenidos, posibilitar nuevos modelos de negocio digitales (de menos intermediación, ubicuos, basados en la inteligencia distribuida), el desarrollo y la generalización del teletrabajo, etc.

Hoy en día las estadísticas mundiales indican promedios de tráficos de 30 GB mensuales por línea en las redes móviles, y de 300 GB mensuales por conexiones en el hogar.

Objetivos de Desarrollo Sostenible
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) definidos por la ONU llevan implícita la existencia de infraestructuras sostenibles. En nuestro ámbito TIC estas infraestructuras han de ser generalizadas (sin discriminación geográfica), accesibles por toda la población (técnica y económicamente), digitales (autogestionables), de la menor demanda energética posible, fiables (por ejemplo, con menores costes de mantenimiento) y activas de larga vida (rentables para los operadores). Es por ello que:

• Los operadores están reemplazando las redes de cobre por fibra y, por primera vez en la historia, verdaderamente las redes fijas (FTTH) y móviles (5G) se igualan en sus prestaciones (velocidad, latencia, etc.).
• El futuro es fibra ‘everywhere’ y capilaridad por radio (redes 5G). La fibra proporciona la cobertura en el alcance (hasta ~40Km) y la radio 5G la movilidad (coche, tren, etc.) y la cobertura móvil en las distancias cortas (entornos personal y profesional).
• Los tráficos generados por los puntos de acceso radio 5G son de tal magnitud que solo la fibra es capaz de conducirlos hacia el núcleo de la red.
• Hoy, la conectividad por fibra es indispensable no solo en el router de la conexión en el hogar o la oficina, sino en los Centros de Proceso de Datos (CPDs), las antenas de las redes móviles, los estadios deportivos, etc.
• Europa, dada su geografía y los volúmenes absolutos de tráfico gestionados en su territorio, es un hub de cables submarinos (los cuales cursan más del 95% del tráfico mundial de internet), y la ubicación de una industria y CPDs que requieren estar interconectados por fibra de forma sistemática y redundante de cara a proteger nuestra soberanía e independencia estratégica TIC.

Los PIB de los países tal y como se han calculado hasta ahora no reflejan el verdadero valor de la nueva economía de activos y servicios digitales

El caso de España
En el caso de España, en 2022 se llevó a cabo un importante despliegue de redes NGA. El total de accesos a la red superaron los 82 millones, un aumento de más de 6 millones de accesos de FTTH con respecto a 2021. Todo esto supone una mejora considerable en la calidad y la velocidad de internet que disfrutamos en España y la progresiva desaparición de las centrales y redes de cobre. Así, según los informes sectoriales a finales de 2022, el 92,3% de las líneas tenían una velocidad de 100 Mbps o superior, los accesos con velocidad de 500 Mbps o superior representaron casi el 50% y los accesos de 1 Gbps alcanzaron los casi 3,4 millones de líneas.

El tráfico a través de redes móviles aumentó en 2022 casi un 43% con respecto al año anterior hasta llegar a los 6,2 millones de terabytes.

Según el Portal OECD Broadband, España es uno de los países con mayor porcentaje de accesos a banda ancha fija con un 81,2 % de accesos. Tan solo nos superan Japón y Corea.

La situación en Europa
En cuanto a nuestros vecinos europeos, existe una clara diferencia de desarrollo de las redes NGA (y especialmente FTTH) a la vista de los indicadores reportados por el FTTH Council y el portal antes citado, entre otros. No hay más que ver las posiciones rezagadas de tres de las grandes economías: Alemania, Inglaterra e Italia. La otra, Francia, que junto con España forman las cinco grandes economías de la zona, supo hace unos pocos años ver la necesidad y seguir la senda española. De hecho, hasta hace poco, los accesos FTTH de Orange España eran más que los accesos FTTH de toda Francia.

Estamos inmersos en la llamada ‘sociedad del giga’: hacer uso de 1 GB diario personal a velocidades de conexión de 1 Gbps

A destacar, y posicionados justo detrás de España, están Suecia, Lituania e Islandia, que si bien son pequeños en tamaño han sabido igualmente ver la necesidad de las redes de fibra estratégicas y sostenibles para la sociedad digital.

El quid de la cuestión
La cuestión es cómo vamos a conseguir que las recientes decisiones europeas en este entorno (actas de los mercados y los servicios digitales DMA y DSA) se materialicen rápida y homogéneamente en Europa (recordemos, el 5% de la población mundial en un mercado –medido por los PIBs aún– donde, en 2022, el G7 y los países BRICs igualaron por primera vez cada uno el 33% del total del PIB mundial), si las infraestructuras digitales de fibra y tipo FTTH tienen tal grado de diferencia en sus desarrollos dentro de los territorios de la vieja Europa.

Las estadísticas mundiales indican promedios de tráficos de 30 GB mensuales por línea en las redes móviles y de 300 GB mensuales por conexiones en el hogar

¿Cómo logramos que la Europa que asegura que sus ciudadanos tengan una oferta competitiva de terminales (mayoritariamente o exclusivamente foráneos) y que siempre cuenta con al menos 3 o 4 operadores en cada país (a costa a veces de imposibilitar el surgimiento de operadores europeos de escala internacional), también se ocupe de homogeneizar la madurez de los despliegues de las redes NGA, dada la encrucijada económica en la cual se encuentra inmerso el mundo y de las cuales depende nuestra competitividad en la sociedad digital?