Archivo de Reportajes

La transformación digital no es una opción: es el presente. Profesionales de todos los sectores se enfrentan a un entorno en el que la Inteligencia Artificial (IA), el análisis de datos, la ciberseguridad y la adopción de nuevas herramientas tecnológicas determinan la competitividad de las organizaciones. Conscientes de ello, Unión Profesional ha lanzado ‘Upro’, el primer programa nacional de competencias digitales diseñado en exclusiva para profesionales, que cuenta con el respaldo de Red.es y la financiación de los fondos europeos Next Generation EU.

En este número de BIT os presentamos en nuestra sección Experiencias Profesionales a Michela Muñoz Fernández, nuestra compañera que es Ejecutiva del Programa de Retorno de las Muestras de Marte en la Sede Central de la NASA en Washington.

Para entender la Inteligencia Artificial (IA) en 2025 conviene recordar a Rodney Brooks, un clásico ejemplo de pensador disruptivo. Se convirtió en una especie de marginado en su campo cuando, en una conferencia en 1985, presentó un robot que se movía por un espacio (la sala de exposición de la conferencia) con mucho más éxito que cualquier otro intento hasta la fecha. Y lo más sorprendente: el robot básicamente no tenía cerebro, ni unidad central de procesamiento, ni realizaba razonamientos, ni construía mapas de su entorno. Simplemente deambulaba por la sala y reaccionaba directamente a sus sensores, usando el mundo como su propio modelo. Su enfoque Sense-act (Percibir-Actuar) era un concepto impensable frente al Sense-Plan-Act (Percibir-Planificar-Actuar) dominante en la época.

Ahora que Teleco Renta está llegando a su fin, es hora de hacer balance de lo hecho y su impacto, así como del legado que deja el proyecto. Como apuntábamos en un artículo previo en el número 228 de la revista BIT, Teleco Renta nació en 2022 a partir del programa UNICO (UNiversalización de Infraestructuras digitales para la COhesión), con el objetivo de atraer talento hacia los estudios de telecomunicaciones.

Veinticuatro horas de trabajo continuo, rodeados de ordenadores y tecnología y acompañados por mentores, poniendo toda la creatividad y la energía en resolver los desafíos. Equipos de niños y adolescentes que, en un solo día, se enfrentan al reto de diseñar soluciones para proteger la costa, mejorar la vida en las ciudades o atraer a más chicas a la ingeniería. Eso es IT24: una maratón educativa donde la concentración, la imaginación y el trabajo en equipo se convierten en la clave para dar forma a proyectos con impacto real.

Cuando uno piensa en telecomunicaciones o satélites, es fácil imaginarse grandes empresas con enormes presupuestos e infraestructura. Sin embargo, la realidad es que el número de asociaciones de estudiantes centradas precisamente en estos dos sectores no para de crecer en el país. Además de desarrollar proyectos propios, cuatro de ellas han sumado esfuerzos creando en 2024 la Plataforma Nacional de Telemetría Orbital (PUNTO).

Era septiembre de 1988 cuando nuestro compañero Ramón Izquierdo, con unos amigos, se hacían a la mar con unas tablas de windsurf. Por complicaciones con el viento y la falta de recursos técnicos y tecnológicos, tuvo que pasar toda la noche solo, apoyado en la tabla de surf, a varias millas de la costa en el océano Atlántico, como ha narrado en su libro ‘Gracias Atlántico’ (una historia publicada en la revista BIT, número 235). Le rescató un helicóptero de la Armada a la mañana siguiente. No había telefonía móvil, no había GPS, no había cámaras… ¿Qué ha cambiado tecnológicamente desde entonces? ¿Cómo ha contribuido la Ingeniería de Telecomunicación a la mejora?

La organización que aprende constituye un activo para la generación de conocimiento. En este contexto, una organización que aprende se caracteriza por impulsar la compartición de información entre sus miembros. Una organización que aprende se caracteriza también por la existencia de un menor número de niveles jerárquicos en su estructura. Como consecuencia de todo ello, se agilizan sus procesos y surge una cultura más colaborativa.

A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA), aunque su contribución ha sido muchas veces invisibilizada. Desde los primeros avances en computación hasta la actual era de la IA y el aprendizaje automático, numerosas científicas han dejado su huella en este campo, impulsando innovaciones que han cambiado el mundo.