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Redacción BIT

Miguel Ángel Panduro

Consejero delegado de Hispasat

«Hemos pasado de ser una empresa de infraestructuras a una compañía de servicios»

Miguel Ángel Panduro es un hombre de Hispasat. Inició allí su carrera profesional hasta que se fue en 2004, cuando era director comercial y de servicios. Regresó 15 años después como consejero delegado, tras haber ocupado la misma responsabilidad en Isdefe y en Hisdesat. De momento, se ha convertido en el único español que le ha dado la mano a Elon Musk. “Mis primeros años como ingeniero estuve dedicado a la técnica, pero luego me fui orientando hacia la gestión. Durante los 15 años que estuve fuera adquirí experiencia y gané otras habilidades”, destaca.

Cuando regresó a Hispasat como primer ejecutivo la compañía apenas había variado su actividad en 20 años. ¿Qué hizo para asegurar su futuro?

La compañía se dedicaba a lo mismo que hacía 27 años atrás: lanzar programas para poner en el espacio satélites y ofrecer esas capacidades de transmisión de señal a los operadores de televisión. Entonces todavía era una actividad muy rentable. Pero antes de que yo regresara en 2019 ya se percibía que aquel negocio era muy maduro y no daba más de sí. Hasta la forma de ver la televisión había cambiado y habían aparecido nuevas oportunidades de negocio en la transmisión de datos.

Había que hacer un cambio radical. Además, el espacio ha evolucionado con ciclos de cambio tecnológico más cortos. Antes duraban entre 10 y 15 años, pero ahora se han acelerado vertiginosamente y estos ciclos se han reducido entre 2 y 5 años. La necesidad de un cambio era ineludible.

Lo primero que hice fue diseñar un plan estratégico, con los consiguientes ajustes desde el punto de vista financiero. Afrontamos un impairment y definimos la nueva Hispasat. Cerramos una puerta para abrir otra nueva. Podríamos decir que el titular del plan es que pasábamos de ser una compañía de infraestructuras a convertirnos en una empresa de servicios. No ha sido un cambio de la noche a la mañana, sino un proceso que ahora está dando sus frutos. Después de cuatro años y gracias a un buen equipo que ha sabido gestionarlo, el cambio ha sido con éxito.

El nuevo satélite de comunicaciones Amazonas Nexus ha sido un gran éxito desde el punto de vista técnico, operativo y comercial

¿En qué consiste esa transformación?

Hemos puesto el foco en un cambio tecnológico y operativo para transformar la organización hacia la oferta de servicios adaptados a cada cliente. Para conseguirlo hemos realizado varios movimientos. Primero, hemos ampliado la actividad en la cadena de valor con actividades dirigidas a ofrecer soluciones personalizadas en las nuevas necesidades de la digitalización.

En segundo lugar, hemos puesto en marcha un nuevo satélite de comunicaciones, Amazonas Nexus. Ha sido un gran éxito desde el punto de vista técnico, operativo y comercial. Una decisión estratégica, que en su momento fue muy arriesgada, porque pusimos en órbita un satélite con una gran capacidad que orientaba su huella hacia el océano. Hasta entonces nadie lo había hecho. Y por si fuera poco, tres meses después de poner en marcha el proyecto, estalló la pandemia… Fueron momentos difíciles, pero acertamos, porque nos anticipamos a la gran demanda que existe en la movilidad. Actualmente la totalidad de la carga de este satélite está prácticamente vendida.

Pero ha habido otras acciones estratégicas…

También hemos realizado operaciones corporativas, como la compra de Media Networks a Telefónica. Esto nos ha permitido consolidarnos en el segmento de la distribución de vídeo en Latinoamérica. Ahora mismo somos responsables de la distribución de más de 1.200 canales de radio y de televisión en la región utilizando nuestros satélites. Además, hicimos una segunda operación: la compra de Axess. Una empresa especializada en proveer servicios de conectividad en el entorno empresarial para Latinoamérica, África y Oriente Medio.

Ahora mismo somos responsables de la distribución de más de 1.200 canales de radio y de televisión en Latinoamérica utilizando nuestros satélites

¿Qué ha hecho Hispasat para frenar la desigualdad social que existe entre quienes tienen internet y quienes aún no están conectados a la red?

Esta es una tarea fundamental para Hispasat. No estamos aquí solo para ganar dinero, sino fundamentalmente para dar un servicio esencial a los ciudadanos en una economía digital. Está dentro de nuestro ADN porque nacimos como una empresa pública con gestión privada. Por tanto, reducir la brecha digital en nuestra sociedad es un movimiento estratégico para la nueva Hispasat.

Estar o no estar enganchado a la red significa tener o no tener igualdad de oportunidades. Hay que recordar que España es el país más montañoso de Europa con la excepción de Suiza y no se puede garantizar la conectividad a la red de todos los ciudadanos solo con la fibra o el 5G, hay que complementarlo con los satélites. Y esta conexión debe ser de alta velocidad, lo que es factible hoy día gracias al avance tecnológico. Recuerdo que ya en 2014 hablábamos del problema de la conexión a internet en el ámbito rural, en las zonas donde la fibra no llegaría jamás, y del papel que tendría el satélite. Pero no podíamos ni imaginar que aquel sueño acabaría plasmado en un proyecto de política pública en 2023. El programa Conectate35 resume el anhelo social de esta compañía y justifica en parte su razón de ser por su transcendencia transformadora y modernizadora de nuestra sociedad.

 

Demasiadas cosas, ¿no?

Nunca es demasiado si hay una buena gestión y una fuerte coordinación entre todas nuestras actividades. Por eso ahora el reto es integrar con éxito todo esto en una sola compañía más eficaz, más ágil. Para tener una idea del cambio: hemos duplicado la plantilla hasta 540 personas, aumentado la facturación a 300 millones y operamos en 15 países.

¿El satélite es capaz de competir con la fibra y el 5G en el despliegue de las infraestructuras que requiere una sociedad digitalizada?

El satélite es un complemento de tecnologías como la fibra y el 5G. Cada una tiene sus peculiaridades. Su ventaja es que es inmediata, no hace falta desplegarla y su capacidad de cobertura es global. Por el contrario, su limitación es el ancho de banda disponible. Por tanto, son tecnologías que se complementan para ofrecer al ciudadano una solución completa, según sus necesidades y su ubicación. No nos podemos olvidar de la España menos poblada. Este es un proyecto de Estado en el que no solamente están implicados los poderes públicos y la sociedad, sino también las empresas de telecomunicaciones.

No estamos aquí solo para ganar dinero, sino fundamentalmente para dar un servicio esencial a los ciudadanos en una economía digital

¿Cuál es su experiencia con el mundo rural? ¿Hay demanda o es demasiado tarde?

Nunca es demasiado tarde. El programa Conectate35 atiende la demanda latente de acceso a internet en los hogares donde la cobertura es escasa, a un precio tan asequible como el de un café al día. A diferencia con las soluciones del pasado que ofrecían una menor calidad, la tecnología satelital ha avanzado y nos permite ofrecer una velocidad de 100 Mbps, que el año que viene será de 200 Mbps en todo el territorio nacional. Se pueden adelantar de forma inmediata los objetivos de la agenda europea 2025. Siempre he pensado que hay demanda. Los resultados de estos dos primeros meses en los que hemos actuado prácticamente sin difusión son muy alentadores. Esto confirma que hay una demanda latente muy importante, teniendo en cuenta que es un programa limitado a zonas blancas.

¿Qué está pasando en el sector espacial que los principales inversores del mundo están apostando por él?

No hay duda de que el sector espacial en general y el de satélites en particular representan una oportunidad de negocio. Esto se debe a que atraviesa un momento muy especial provocado por el efecto disruptivo que han tenido los satélites no geoestacionarios (tanto de baja como de media órbita). Efectivamente, en estos momentos hay dos grandes iniciativas lideradas por millonarios norteamericanos, Elon Musk y Jeff Bezos. Ninguno de ellos necesita socios para desarrollar su proyecto porque controlan toda la cadena de valor de la industria: construcción del satélite, lanzamiento, operación y comercialización. Además, disponen de unos medios financieros que el resto de compañías tradicionales no pueden igualar.

Esto ha obligado al ecosistema tradicional de la industria del espacio a replantearse su forma de hacer negocio para poder competir con ellos. Desde mi punto de vista, en cinco años el sector será otro. Se producirá una consolidación y solo sobrevivirán aquellos que mejor sepan adaptarse al nuevo entorno. En este contexto, el desarrollo de tecnología propia, como hemos hecho en el software del Amazonas Nexus, y la cercanía al cliente para ofrecer soluciones flexibles, como estamos haciendo es nuestra transformación, son la clave para poder afrontar el futuro.

Reducir la brecha digital en nuestra sociedad es un movimiento estratégico para la nueva Hispasat

Para entendernos, ¿Elon Musk es una amenaza o un aliado?

Elon Musk y su constelación están poniendo en valor los satélites de comunicaciones y el importante papel que juegan en el ámbito geoestratégico global. Y esto es muy importante para el sector. Dicho esto, el modelo de negocio que ha diseñado Musk no necesita a nadie más. Él gestiona toda la cadena de valor completa. Es decir, que hará el acceso al mercado por sus propios medios. Teniendo en cuenta que Hispasat es ya una empresa de servicios satelitales y espaciales, no descarto el uso de soluciones de Starlink para ofrecer las mejores alternativas a nuestros clientes.

 

¿Se puede afrontar el reto de tener un papel en la industria de servicios espaciales solo con satélites geoestacionarios?

Hasta hace bien poco había una enorme incertidumbre sobre el futuro de los satélites de órbita baja. De hecho, a finales de los noventa fracasó una iniciativa de Bill Gates, a quien nadie puede negar que fue un pionero en el desarrollo e implantación de la economía digital en que vivimos. Hoy nadie duda de que el satélite de órbita baja jugará un papel muy importante en el futuro. En este sentido Hispasat claro que debe estar presente en este negocio. Fruto de este convencimiento es la participación que estamos teniendo en el consorcio para el desarrollo de la constelación denominada IRIS2 y que en este momento está en diálogo competitivo con la Unión Europea.

En un mercado global, Hispasat se puede considerar pequeña, a pesar de ser la primera operadora de satélites española y la cuarta europea. ¿Debería buscar alianzas en España y en Europa?

El sector está en plena reconfiguración y desde este punto de vista Hispasat debe crecer y, en cualquier caso, buscar alianzas y colaboraciones. Por este motivo estamos siendo activos en este proceso. Buscando un símil, hace años las operadoras de telecomunicaciones competían en el despliegue de infraestructuras y sin embargo hoy son capaces de desarrollarlas de forma compartida. Este proceso de colaboración se está replicando en los operadores satelitales.

En cinco años el sector espacial será otro: se producirá una consolidación y solo sobrevivirán aquellos que mejor sepan adaptarse al nuevo entorno

Guerra de Ucrania, nueva denominación del Ejército del Aire y del Espacio, creación de una Agencia Espacial Española apoyada en el Ministerio de Defensa… Visto el papel que juega el satélite en la industria militar, ¿fue un error segregar esta actividad?

Hispasat no se ha desprendido del área de defensa. De hecho, el primer accionista de Hisdesat, que es la empresa dedicada a la actividad de defensa, es Hispasat. Estamos convencidos de que el futuro de este segmento de negocio jugará un papel fundamental en el programa espacial europeo del que Hispasat es uno de los elementos tractores. Desde un punto de vista de gestión estamos muy orgullosos de contribuir a que una compañía como Hisdesat disponga de los satélites más avanzados de Europa en defensa. Con el lanzamiento del satélite que realizará el próximo año, Hisdesat va a consolidar un liderazgo indiscutible en el que no va a tener competencia durante varios años. De lo que no cabe ninguna duda es que el espacio es el nuevo campo de batalla del siglo XXI y ya hoy día es un pilar fundamental en la autonomía estratégica europea. Así ha quedado demostrado en las necesidades de la guerra de Ucrania. El espacio es la base del escenario geoestratégico que se está configurando.

¿Tienen futuro los ingenieros de telecomunicación en el espacio?

Hasta ahora no hemos sido muchos los que nos hemos dedicado al sector espacial. Pero tengo que confesar que no conozco a ninguno que se haya arrepentido. Existe una demanda muy importante de Ingenieros de Telecomunicación para esta industria y confío en que nuestros jóvenes se animen porque no hay duda de que el futuro de la humanidad se jugará en el espacio. De la misma manera que en siglo XV el mundo ignoto eran los océanos, ahora es el espacio.

¿Y cuál será el papel de la mujer?

Será clave. El año que viene culmina el programa Artemisa que está desarrollando la NASA para llevar a la primera mujer a la Luna. Todo un símbolo. Por este motivo me gustaría hacer un llamamiento muy especial a nuestras Ingenieras de Telecomunicación, que, como todos sabemos, ya son muchas y tienen un gran futuro por delante. Soy un firme convencido de que los equipos que mezclan diferentes sensibilidades y puntos de vista son más completos y eficientes.

El mundo del espacio está en un momento tan disruptivo como el que afronta algo más próximo como es el ámbito laboral. ¿Se considera un buen jefe?

Todos sabemos que hay muchos tipos de jefes y creo que la clave de un buen jefe está en tener muy claro que uno no puede ser lo que no es. Hay que tener los pies en el suelo y ser consciente de nuestras propias limitaciones. Lo peor es hacer las cosas en contra de nuestra propia personalidad. Soy un firme defensor de la fuerza del valor de convencer y de trabajar juntos y en equipo. Un consejero delegado al fin y al cabo es alguien que toma decisiones, y hacerlo con el respaldo de un buen equipo es mucho más fácil.

 

¿Qué es Hispasat?

Hispasat es una empresa que usa el espacio para dar servicios digitales creada hace 31 años como una política pública. Con los años sus accionistas se privatizaron, pero Hispasat no perdió su vocación social. Así se pone de manifiesto hoy en el desarrollo del Programa UNICO Demanda Rural, dirigido a dar conexión a internet de calidad (100 Mbps) vía satélite en todo el territorio nacional. Una iniciativa financiada con fondos europeos Next Generation.

En la actualidad, Hispasat forma parte del grupo Redeia, a través de Restel (89,68% del capital), SEPI (7,41%) y CDTI (2,91%) y controla el 43% de Hisdesat.

Tiene 12 satélites en órbita, y 3 centros de control. Realiza operaciones y servicios en 4 continentes y 25 países. Es líder en la distribución de contenidos en mercados de español y portugués, con 1.300 canales de TV y radio. A través de Hisdesat, proporciona soluciones de comunicaciones y observación de la Tierra para Defensa, seguridad e inteligencia. Además, ofrece soluciones de conectividad para telcos, mercado B2B y movilidad.

Con 230 M€ de ingresos en 2022, ha adquirido Media Networks en Perú y Axess y tiene una plantilla de 540 personas.

A lo largo de su historia, se ha convertido en motor de la industria aeroespacial española y se estima el retorno que ha tenido para las industrias en más de mil millones de euros. Se considera el tercer operador satelital en Europa por ingresos y el cuarto en América Latina, donde obtiene cerca del 70% de su facturación.

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