La transformación del sector audiovisual. Del digital al virtual o sintético

Por una parte, el contenido que consumíamos se ha digitalizado. Nos hemos habituado a consumir prensa digital, a consumir contenidos en plataformas alternativas a la televisión, a consumir podcast y radio digital, y todo ello en convivencia con nuevos formatos digitales y de video asociado a las plataformas de redes sociales.

Por otro lado, la industria ya no se concibe como una industria vinculada exclusivamente al ámbito tradicional de la televisión, el cine y el deporte, sino que surgen elementos de convergencia con industrias como el gaming, los contenidos digitales interactivos, las experiencias inmersivas y, en general, el contenido se expande a otras industrias como elemento vehicular de sus procesos de transformación.

Y todo ello se ha trasladado a los modelos de negocio asociados. La conversación del sector ha incorporado conceptos como el Freemium, la nueva economía de los creadores, las nuevas tendencias de FAST channels, plataformas especializadas en contenidos muy verticales o nicho, la venta de mapas, skins o assets digitales sobre videojuegos, e incluso la venta de bienes virtuales tipo NFTs.

La necesidad de captación y retención de usuarios y subscriptores ha infligido un ritmo vertiginoso de crecimiento

Desde el punto de vista de oferta al público final, la necesidad de captación y retención de usuarios y subscriptores ha infligido un ritmo vertiginoso de crecimiento en los nuevos actores y una necesidad fragante en los actores tradicionales de adaptar e incorporar todos estos cambios a sus estructuras de negocio y personas.

Desde el punto de vista de la cadena de valor de creación y producción de contenido, el auge de este nuevo contexto de plataformas digitales ha supuesto un importante crecimiento del volumen de producción necesaria y, por lo tanto, una alta exigencia a los equipos creativos en un contexto muy competitivo.

La ‘remotización’ de las operaciones de producción y transmisión han revolucionado el diseño de los centros de producción y de las operaciones ocasionales. Tecnologías como el 5G y el cloud hacen que la industria tenga que plantear grandes cambios estructurales.

Por lo tanto, en las áreas de tecnología, este proceso de transformación ha tenido que convivir con un déficit estructural de profesionales especializados y con una necesidad de actualización de los profesionales que ya trabajan en nuestras compañías.

De forma transversal, hemos ido tomando conciencia de la necesidad de introducir la sostenibilidad en nuestras estructuras operativas y en nuestro discurso y esto afecta también a la forma en que las empresas afrontan los nuevos retos y modelos de negocio, y en la forma en la que se relacionan con el talento. Hemos incorporado sistemas de teletrabajo, políticas de desplazamiento más sostenibles, etc.

Finalmente, y no menos importante, la conciencia de la diversidad se ha ido incorporando también de forma responsable. Todas las organizaciones estamos acelerando la incorporación de políticas de diversidad e inclusión en nuestras compañías, en los órganos de gestión y dirección, y en todos los ámbitos y procesos productivos.

La revolución en la Creación

Si miramos al futuro, y a las nuevas perspectivas de cambio, probablemente vislumbremos ya nuevos elementos disruptores en el mercado audiovisual, que pueden acelerar de forma significativa el siguiente ciclo de cambio, y que inciden directamente sobre la dimensión creativa de la producción del contenido.

• La producción Virtual

El auge en la implantación de platós virtuales, en los que se combinan capacidades de pantalla LED, tracking de cámaras y creación de contenido sintéticos, es ya una realidad. Este tipo de platós permiten desarrollar producciones muy eficientes en las que los ciclos de pre-producción, producción y post-producción se consolidan, con un impacto positivo directo en tiempos y recursos y, por lo tanto, en los costes de las producciones y en el plano de la sostenibilidad.

Son platós en los que ya se están produciendo campañas publicitarias, contenidos periodísticos y contenidos para televisión y cine. En Barcelona en 2023 ya se ha producido la primera película íntegramente en virtual en Europa en las instalaciones de Grup Mediapro en Barcelona.

• La Inteligencia Artificial Generativa

El sector audiovisual, como otros sectores, ha venido trabajando en el ámbito de la IA desde hace años. Los orígenes de las áreas de IA han estado probablemente vinculadas y relacionadas con la automatización de procesos, identificación de patrones de comportamiento y de patrones visuales y, en general en nuestra industria ha estado vinculado a procesos productivos con tecnologías como el Deep learning y el Computer vision.

En esta línea, cabe considerar que la capacidad computacional y algorítmica ha evolucionado muy rápidamente en los dos últimos años, lo que acelerará la implantación de este tipo de procesos y soluciones de forma muy significativa y rápida.

Pero lo que realmente ha cambiado el paradigma de la industria audiovisual y de la industria del contenido en general ha sido la irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG), que significa un cambio de paradigma, una revolución en el negocio y un cambio de modelo productivo en el conjunto del sector. Por primera vez en la historia tenemos herramientas, máquinas y algoritmos capaces, no sólo de producir contenido de forma automatizada, sino de idear y crear contenido.

2023 fue el año del formato texto con la irrupción de herramientas y plataformas conversacionales, de las primeras herramientas de generación de imágenes estáticas y de los primeros contextos de generación de audio.

También se está trabajando en el ámbito de la clonación de voz y en Grup Mediapro ya hemos realizado nuestros primeros prototipos de vídeo con voz clonada, todo ello generado con algoritmos generativos combinados en colaboración con el equipo de Microsoft Research.

Pero el 2024 será sin duda el año de la Generación automática del vídeo y de nuevos contextos multi-formato o multi-modales (combinando aplicaciones de texto, audio y vídeo). OpenAI ha anunciado SORA, que permite generar videos a partir de una instrucción, pero también Google está anunciando la evolución de su plataforma Bard-Gemini en esta dirección. Sin duda, se abre una nueva dimensión para la creación audiovisual, que afecta directamente a los procesos productivos de todo tipo de contenidos.

• El spatial computing y el cambio de punto de vista del usuario

Además, surgen otras tecnologías desarrolladas sobre Inteligencia Artificial, como NERF y Gaussian Splatting, que favorecerán y revolucionarán nuestras capacidades de generación de escenografías, espacios virtuales, etc.

A todo ello se añade también la nueva revolución de los contextos inmersivos con la introducción de los nuevos contextos de spatial computing, donde del 2D pasamos al 3D suponiendo un cambio de paradigma respecto del punto de vista del usuario.

El futuro

Ante este nuevo paradigma, todo apunta además a la convergencia de todas estas tecnologías que provocará un nuevo ciclo de cambio exponencial. El impacto puede ser mucho más relevante cuando estas capacidades tan revolucionarias se combinen entre sí y se vayan incorporando a otros contextos como la generación de vídeo para aplicaciones inmersivas, en procesos y plataformas de producción tradicional y especialmente en la producción virtual. Esto reordenará completamente el concepto tradicional de nuestra cadena de valor en clave de creación-producción-posproducción.

Tendremos herramientas de apoyo absolutamente eficientes que permitirán abordar nuevos procesos industriales. Las capacidades de los profesionales de la creación y de la producción crecerán y se acelerarán. Pero se plantean también preocupaciones ante la necesidad de reconversión del talento.

Según el FMI (Fondo Monetario Internacional), el 40% de los puestos de trabajo se verán afectados por la irrupción de la IA. Según el informe del propio FMI de mayo de 2023, (The Future of Jobs Report), se observa claramente cómo el sector audiovisual será una de las industrias con mayor nivel de cambio de modelo organizativo durante los próximos cinco años.

Lo que realmente ha cambiado el paradigma de la industria audiovisual y de la industria del contenido en general ha sido la Inteligencia Artificial Generativa

A pesar de todo ello, habrá espacio para poner en valor el talento humano, y como actores relevantes del sector debemos ser agentes de la promoción de la convergencia de capacidades técnicas y humanas.

Tenemos que prepararnos y promover la integración de las principales ventajas competitivas que la tecnología puede aportar, tanto en clave de optimización de procesos como de generación de nuevos servicios y modelos de negocio. En definitiva, se trata de acelerar todo lo que podamos para que las compañías se vayan incorporando a las nuevas dinámicas ‘AI-Driven’, pero con una mentalidad ‘Talent-First’.

Y todo ello debemos hacerlo en entornos que garanticen la seguridad por las personas y por el negocio, y con un explícito cumplimiento de normativas y leyes que garanticen la protección de la propiedad Intelectual e industrial, pero también dibujando nuestros propios contextos y códigos éticos.

En Europa, además, afrontamos la convivencia de todos estos cambios con importantes procesos de normalización y regulación como la IA Act o el Reglamento de Geobloqueo, que pueden condicionar sin duda la forma en la que los procesos de negocio se trasladan, tanto a los usuarios finales como al conjunto de la industria en un horizonte 2025 en el que estos reglamentos se revisarán.

En definitiva, el futuro de la industria será igual o más dinámico que hasta ahora, pero con una consciencia real de la necesidad de integración de multitud de avances tecnológicos, de capacitación continua del talento e integrando códigos éticos y humanistas para poner la tecnología al servicio de la creatividad humana.

En compañías como Grup Mediapro afrontamos este reto, respetando el talento, capacitándolo de forma decidida, estableciendo códigos éticos y protocolos de sostenibilidad, y promoviendo el espíritu de la innovación y del cambio positivo y continuo de forma transversal en toda la organización.