La revista profesional sobre tecnología y transformación digital

Tribuna

José Manuel Arias

José Manuel Arias Calvo

Ingeniero de Telecomunicación. MIT System Design and Management.

El comportamiento ‘contra-intuitivo’ como complemento del sentido común

Las actuaciones basadas en el sentido común suelen atajar síntomas y reforzar la causa fundamental, reforzando la sintomatología

 

Una organización puede contemplarse como un sistema de sistemas, donde la complejidad de cada elemento y del sistema global es mayor

El comportamiento ‘contra-intuitivo’ –no existe la palabra compuesta en español– se manifiesta en sistemas técnico-económicos y sociales como las organizaciones con las que nos toca lidiar en la vida diaria. No solo en las empresas y administraciones, también en la política o en las relaciones personales.

La dinámica de sistemas, disciplina desarrollada por Jay Forrester, encuentra su aplicación en la resolución de problemas organizativos, dinámicas familiares y establecimiento de políticas en el ámbito económico. El mismo autor aplica esta herramienta en tendencias de población y políticas para crecimiento urbano.

En cualquier sistema social existe normalmente un conjunto de síntomas y una causa fundamental detrás de los mismos. Las actuaciones basadas en el sentido común suelen atajar síntomas y reforzar la causa fundamental, reforzando a su vez de tal forma la sintomatología. Luego en general esa sintomatología se ve aliviada en el corto plazo, pero empeora en el medio y largo plazo. La dinámica de sistemas pretende dar a conocer la estructura subyacente de un sistema social de tal forma que se puedan atajar las causas fundamentales, que son el verdadero problema detrás de la sintomatología que se presenta.

Atajar la causa fundamental suele llevar a un empeoramiento temporal de la sintomatología en el corto plazo, pero a una mejoría notable a medio y largo plazo. Por ejemplo, cuanto más alto sea el nivel de preparación tecnológica de los diferentes elementos en fábrica, más fácil será su integración posterior en el sitio del cliente, y más rentable desde un punto de vista de recursos materiales y humanos. Aunque inicialmente parezca que conviene reducir el tiempo de desarrollo en fábrica para contentar al cliente, al final esto solo es un engaño, puesto que un sistema mal probado en fábrica no es más que un estorbo en el sitio del cliente.

Pues en efecto, el todo es mayor que la suma de sus partes, no solo ya desde tiempos de Aristóteles. Más reciente- mente Ludwig von Bertalanffy, artífice de la teoría general de sistemas, sirve de inspiración a unos conceptos introducidos por Edward Crawley, Olivier de Weck y Steven Eppinger, entre otros, que se conocen como comportamiento funcional y comportamiento emergente. Mientras el comportamiento funcional es un comportamiento esperado que resulta de la interacción de los elementos individuales del sistema, el comportamiento emergente aparece sin anticipación.

Por tanto, es recomendable que los elementos vayan bien probados de fábrica y con un alto nivel de preparación tecnológica. Esto minimizará los recursos materiales y humanos necesarios para instalar un sistema en el sitio del cliente, puesto que las tareas que deben llevarse a cabo entonces no se verán perjudicadas por la validación de los elementos individuales y podrán centrarse los esfuerzos en validar el comportamiento funcional y descubrir el comportamiento emergente. Cabe decir que cuanto menos probados vayan los elementos de fábrica, más difícil será diferenciar cuándo un comportamiento indeseado se debe a un fallo individual o global.

 

Esto es un ejemplo de la ingeniería de sistemas, que también tiene su aplicación en el campo del aprendizaje organizativo. La ingeniería de sistemas es en efecto una disciplina integradora, no propiamente una disciplina de la Ingeniería de Telecomunicación. Involucra múltiples aspectos como ingeniería electrónica, ingeniería mecánica, ingeniería de radiofrecuencia, ingeniería del software, ingeniería telemática, etc., y todo ello aderezado con una visión económica. Pensemos, por ejemplo, en el desarrollo de un sistema de adquisición de señales de satélite como el del ejemplo anterior.

Comportamiento ‘contra-intuitivo’ y aprendizaje organizativo
Peter Senge popularizó el concepto de comportamiento ‘contra-intuitivo’ en su libro ‘La quinta disciplina’, y en él propone algunos ejemplos como el popular juego de la distribución de cerveza en el que varios jugadores que simulan una cadena de suministro demuestran cómo el conocimiento parcial y aislado del sistema conduce a una toma de decisiones a corto plazo que a medio y largo plazo solo empeora el comportamiento global del sistema. La dinámica de sistemas estudia temas como, por ejemplo, cómo los ataques terroristas afectan a las actividades militares y viceversa.

El problema de la dinámica de sistemas es que nos enfrenta con problemas ética o moralmente delicados como es el caso. El comportamiento ‘contra-intuitivo’ guarda en este sentido una estrecha relación con el aprendizaje organizativo. Y la ingeniería de sistemas es también en este caso una herramienta de vital importancia. En efecto, una organización puede contemplarse como un sistema de sistemas, donde la complejidad de cada elemento y del sistema global es mayor. Tal vez el sistema más complejo de todos pueda consistir en el diseño de un sistema socio-técnico como puede ser una organización.

Esquema basado en La quinta disciplina de Peter Senge (1990).

 

Para concluir, el comportamiento ‘contra-intuitivo’ es el que se manifiesta en los problemas del mundo real como los derivados de la ingeniería de sistemas, pero también del aprendizaje organizativo.

Una simplificación excesiva nos ha llevado a una visión del mundo tan parcial que nuestro sentido común se centra en mitigar la sintomatología en el corto plazo sin considerar la causa fundamental. Con ello se refuerza la causa fundamental, reforzando así la sintomatología en el medio y largo plazo. Atajar la causa fundamental suele llevar a un empeoramiento temporal de la sintomatología en el corto plazo pero a una mejoría notable a medio y largo plazo.

Comparte