José Antonio Portilla y Juan Carlos López
Catedrático en la Universidad de Alcalá. Vocal de la Junta de Gobierno y coordinador del Grupo de Políticas Públicas y Regulación del COIT; Catedrático en la Universidad de Castilla-La Mancha. Vicedecano del COIT.
…Será digital o no será
Aunque la digitalización lleva ya un tiempo considerándose un pilar clave en el desarrollo económico y social, hemos tenido que enfrentar dificultades de una de gran magnitud (crisis sanitaria, conflictos bélicos y tensiones geopolíticas…) para que los retos asociados a este proceso empiecen a formar parte cada vez más del debate político y estén encima de la mesa de forma casi continua.
Tanto el desarrollo de las infraestructuras de telecomunicación como la forma en la que se regula el sector son una parte del debate, como ya analizamos en el número de BIT anterior (número 229, tercer trimestre de 2023). Pero ligado a ello y de forma casi indisoluble se encuentran el propio negocio de la digitalización, la generación de contenidos, el papel de las plataformas y, por supuesto, las tecnologías clave que deben permitir su desarrollo y que, como la Inteligencia Artificial, están siendo protagonistas por su impacto brutal a todos los niveles, no sólo tecnológico, sino económico y social.
Así pues, digitalización, transformación digital, Inteligencia Artificial, plataformas digitales, redes de telecomunicación, etc. son términos que ya no solo aparecen en la prensa especializada, sino que han dado el salto a la generalista y, de manera muy relevante, acaparan titulares en la económica. A todo ello hay que añadir los más que numerosos eventos que, sobre estos temas, están teniendo lugar.
Esta atención es absolutamente necesaria y razonable ya que las cifras económicas así lo demuestran. El barómetro de la economía digital de AMETIC en el año 2023 indica que la facturación del sector tecnológico digital ascendió el pasado año a 122.066 millones de euros con impacto en el PIB del 22.6% y generando más de 600.000 puestos de trabajo.
No en vano el 95% de nuestra población está conectada a Internet ocupando el puesto 11 de la UE. La propia UE en su programa Horizon Europe para los años 2023-24 habilita más de 4.5 billones de euros para conseguir los objetivos de transformación digital. Estamos hablando por tanto de un sector clave que, evidentemente, está encontrando respuesta en diversas iniciativas a nivel europeo (y español) tanto para su impulso como para su regulación. La puesta en marcha durante 2023 por parte de la Comisión Europea del Programa Estratégico de la Década Digital (PEDD) junto con otros programas más orientados (Chips Act, Digital Market Act, AI Act…) son una muestra de ello.
Dentro de los numerosos factores claves en el importantísimo crecimiento del sector digital nos paramos en este especial en el papel de los datos, como ‘materia prima’ para los nuevos servicios digitales (entre ellos, la creación de contenidos). Tecnologías como Big Data, Cloud, Internet de las Cosas, Inteligencia Artificial serán esenciales en estos ámbitos. Si durante la pasada década las redes sociales y los sistemas interactivos fueron claves para el desarrollo, por ejemplo, de la banda ancha móvil, las plataformas digitales de provisión de contenidos (ocio en general), los sistemas de trabajo colaborativo y los entornos inteligentes (desde smart cities, smart agriculture, smart health…) son los motores que están impulsando la digitalización en esta década.
Esta digitalización está sostenida por redes infraestructuras de telecomunicación que son desplegadas por operadores de telecomunicación cuya sostenibilidad futura, ya lo tratamos en el número anterior, está cuanto menos en entredicho en el entorno europeo. También, y relacionado con la infraestructura, estará el Extreme Edge Computing como evolución y transformación del ‘cloud’ y que permitirá los servicios de ultrabaja latencia de 5.5 G y futuro 6G.
Finalmente es imprescindible hacer un especial énfasis en la Inteligencia Artificial, porque previsiblemente cambiará el orden de magnitud de la transformación digital de procesos y negocios, pero también de muchas áreas en las que el bienestar de las personas está en juego. Aquellos entornos industriales que no se adapten, que no incorporen la IA, con alta probabilidad, quedarán fuera del sistema por falta de competitividad.
Pero aquellos servicios que pueden dotarnos de mayor calidad de vida deberán igualmente aprovechar sus posibilidades para conseguir enfrentar los muchos retos en sanidad, educación, igualdad, etc. Siempre, claro está, sin olvidar abordar a la vez aquellos ámbitos (sostenibilidad, responsabilidad, uso ético) que nos permiten seguir avanzando hacia una sociedad más próspera, con mayor calidad de vida y siempre segura.
Nos espera una década muy interesante, con enormes posibilidades donde como país y como Unión Europea nos jugamos nuestra soberanía digital, que es como decir nuestra capacidad de seguir avanzando como una sociedad próspera y moderna, porque nuestro futuro, como reza el título de este número de nuestra revista BIT…… será digital o no será.
