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Redacción BIT

José María Álvarez-Pallete

Presidente ejecutivo de Telefónica y presidente de la GSMA.

En Europa seguimos regulando con parámetros del siglo XX

Con todo el bagaje acumulado en sus 100 años de historia, Telefónica se sirve de su experiencia para preparar el futuro a través de su Plan Estratégico ‘GPS’. Esta y otras cuestiones son abordadas por José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica y presidente de la GSMA, en la entrevista concedida a nuestra revista BIT.

Un centenario es un buen momento para plantearse el futuro… ¿cuáles son las principales líneas estratégicas de Telefónica para los próximos años?

El centenario es un gran momento para mirar hacia nuestra historia -sin caer en la nostalgia, pero legítimamente orgullosos- y para que esa mirada hacia atrás nos dé impulso para seguir construyendo los próximos 100 años de Telefónica.

Durante los últimos ocho años nos hemos venido preparando para este momento acometiendo una profunda transformación de nuestra compañía en todas sus dimensiones. Nos sentimos preparados para afrontar nuestro futuro.

Hace unos meses arrancamos un plan de compañía que hemos denominado ‘GPS’ y que nos servirá como hoja de ruta para los próximos años. Se sustenta en tres pilares: el crecimiento, la rentabilidad y la sostenibilidad. Tenemos una nueva visión y ambición renovada para liderar el futuro, porque no somos sólo una compañía de telecomunicaciones, somos algo más grande y mejor. Ahora somos un supercomputador. Telefónica era un monopolio incumbente de voz, y ya no somos ni monopolio, ni incumbente ni nuestro negocio se fundamenta en la voz.

¿Cuáles serán los pasos más relevantes de la compañía?

Nuestro nuevo Plan Estratégico ‘GPS’ también se declinará en el ámbito internacional, con el foco puesto en atraer a nuevos clientes y, por supuesto, en mantener la satisfacción de los que ya nos han elegido.

Telefónica opera en cuatro mercados estratégicos: España, Alemania, Brasil y Reino Unido, y además hemos agrupado nuestros negocios en Hispanoamérica bajo el paraguas de TEF Hispam. En todas nuestras geografías contamos con la ventaja de tener grandes marcas: Movistar, Vivo y O2, que nos ayudan a asegurar la confianza y fidelidad del cliente, aportan diferenciación y poder de mercado. Pero las marcas por si solas no son nada si no van acompañadas de una atractiva proposición comercial, que en nuestro caso se sustenta en la mejor conectividad posible.

Así, tras una profunda transformación, estamos más que preparados para acelerar nuestros despliegues de fibra y 5G. España es un país que ya es fibra 100% seguido, en segundo lugar, por Brasil y Reino Unido, donde también somos líderes desplegando redes de futura generación. Nuestra red 5G cubre el 94% en Alemania, el 48% en Brasil y el 51% en el Reino Unido, y ya hemos lanzado 5G SA (5G+) en los tres países, mejorando la experiencia de usuario y permitiendo a las empresas implementar servicios avanzados de conectividad móvil. El despliegue comercial masivo del 5G SA en los mercados principales continuará hasta 2025 atendiendo a las condiciones específicas del mercado.

En un nivel más tecnológico, desde Telefónica estamos trabajando en evolucionar la arquitectura de la red de manera que nos permita estar preparados para los siguientes ciclos tecnológicos de fibra y 6G.

Estamos impulsando las arquitecturas abiertas que van a crear ecosistemas más robustos. Hablamos de Open RAN en el acceso radio, Open Broadband en el acceso fijo, Open Home en los equipos de cliente, de la desagregación de la red de transporte y del aprovechamiento de todas las ventajas de la ‘softwarización’ en el Core de la red.

 

Las telecomunicaciones desempeñan un papel clave para la autonomía estratégica de Europa, porque son la puerta al futuro

 

Y por supuesto, de APIficacion. Estamos trabajando con el resto de la industria para exponer de forma estandarizada las capacidades de las redes a través de APIs (Open Gateway), abriendo la puerta a toda una gama de nuevos servicios digitales donde la red toma un papel central estando más presente desde el diseño del servicio. Estamos colaborando con GSMA y TM Forum para ello. Se trata de exponer las capacidades telcos a un ecosistema más amplio de empresas y desarrolladores ocultando toda la complejidad de la red.

Telefónica está liderando una gran transformación de sus sistemas y redes en todas las operaciones del Grupo. Tenemos un programa con el que queremos capturar todo el valor de esta transformación. Se trata del Telefónica Autonomous Network Journey, con el que vamos a impulsar la autonomía de la red a través de la gestión de los datos, de la Inteligencia Artificial y del Aprendizaje Automático.

Nuestro compromiso es alcanzar el L4 de automatización en 2025. Ya tenemos grandes ejemplos de cómo estamos utilizando la IA actualmente en red, en los OSS (Sistemas de Soporte de Operaciones) para ser más eficientes y con muchos casos de uso centrados en predicciones, planificación, disponibilidad, entre otros. El objetivo es ser mejores, más rápidos y más baratos. Estamos integrando ya la IA generativa como la forma de mejorar el diálogo con nuestras redes mientras trabajamos en la curación de datos para sacarle el máximo partido.

Y por supuesto, pensamos en el futuro de todas las sociedades en las que operamos, controlando el consumo eléctrico. Estando plenamente comprometidos con la reducción de emisiones de CO2 y con la mejora de la eficiencia energética. La compañía ha reducido el consumo energético en un 8,6% desde 2015, mientras que el tráfico se ha multiplicado por 8,6 veces.  Gracias a un total de 1.574 proyectos, hemos generado desde 2010 un ahorro recurrente de más de 2.200 millones de euros, más de 13.800 GWh de energía y cuatro millones de toneladas de CO2 equivalentes evitadas.

 

 

La Comisión Europea ha puesto en marcha el Programa Estratégico de la Década Digital (PEDD) junto a otros programas más orientados (Chips Act, Digital Market Act, AI Act, etc.). ¿Qué debe hacer Europa para ser un espacio más competitivo y autónomo, y qué papel juegan las telecomunicaciones?

Europa ha demostrado que cuando quiere puede actuar con rapidez, pero a diferencia de Estados Unidos, se encuentra fragmentada y cada país tiene su propia lista de prioridades.  No tiene ningún sentido que no haya ninguna empresa europea entre las 44 compañías tecnológicas más avanzadas del planeta.  Por eso, creo que Europa debe acelerar: es importante y urgente decidir dónde quiere estar en los próximos cinco o diez años, poner en marcha un ambicioso plan de desarrollo para recuperar la competitividad perdida -sincronizando a todos sus miembros- y diseñar una política industrial y de competencia de acuerdo con esos objetivos.

En Europa seguimos regulando con los parámetros del siglo XX. Regulamos un mundo que ya no existe y eso está afectando severamente a nuestra productividad y nos va condenando a la irrelevancia.

Las telecomunicaciones desempeñan un papel clave para la autonomía estratégica de Europa, porque son la puerta al futuro. Por eso es tan importante que haya un sector de las telecomunicaciones europeo robusto y sostenible. Sin embargo, la hiper-regulación nos ralentiza.

 

Debemos garantizar un uso ético de la tecnología, protegiendo la privacidad y los derechos digitales

 

La clave está, como ya he dicho en múltiples ocasiones, en la ‘desregulación’. Europa debe confiar en las empresas para liderar el cambio y replantearse su política de competencia y su modelo normativo. Es indudable que nuestras redes son habilitadores masivos de la digitalización y que somos un sector crítico para asegurar la prosperidad y competitividad de Europa. Sin embargo, la fragmentación de los mercados de telecomunicaciones en Europa es insostenible.

Competimos con países como Estados Unidos, donde el ecosistema es más favorable. Nuestros homólogos en China y Estados Unidos cuentan con mayor capacidad de inversión y ya nos están tomando la delantera, por ejemplo, en los despliegues de 5G, entre otras cosas. Esto es algo que Europa no se puede permitir si no quiere conformarse con ser la sala de juegos de China o Estados Unidos.

Si la regulación europea es actualmente un freno a la competitividad en el ámbito de las telecomunicaciones, ¿cuáles son los cambios necesarios? ¿Es el “fair share” la solución?

Lamentablemente la regulación europea no ha sabido acompasar la evolución de la regulación al desarrollo de la competencia y la evolución tecnológica. La regulación actual sigue fundamentada en el modelo de liberalización de los servicios de voz para romper los monopolios de telefonía fija a finales de los años 90, casi un cuarto de siglo después.

El mercado de referencia ya no es la voz, ni siquiera es la banda ancha, ni las comunicaciones electrónicas en su conjunto, sino que se encuentra inmerso en un ecosistema digital mucho más complejo, con dinámicas competitivas muy diversas y donde la inversión, la innovación y la sostenibilidad a largo plazo juegan un papel clave.

La regulación ha de cambiar el foco de la competencia en servicios y del número de operadores como KPI del nivel de competencia, para centrarse en la creación de un mercado con reglas de juego iguales para todos los agentes, donde los objetivos de la regulación pasen por la creación de un entorno favorable para la inversión, para la innovación y donde no se detraigan recursos de los agentes del mercado a través de la intervención de los precios de los servicios o en la aplicación asimétrica de la regulación únicamente a una parte de la cadena de valor de los servicios digitales.

‘Fair share’ es un principio básico de justicia para garantizar la sostenibilidad del ecosistema digital de forma que se cree un círculo virtuoso para que se generen los incentivos para seguir mejorando las infraestructuras de altas prestaciones y su extensión al conjunto de ciudadanos de la Unión Europea.

 

Además de facilitar a las pymes el acceso a las soluciones tecnológicas, tenemos que ayudarlas a formarse en su uso

 

Para muchos, uno de los aspectos clave es abordar la concentración de operadores con un carácter más global ¿Qué opina al respecto, se plantea Telefónica un movimiento en este sentido?

Los mercados han de encontrar el equilibrio entre la competencia y la sostenibilidad, sin que haya una intervención externa que intenten forzar a toda costa la entrada de nuevos agentes a través de obligaciones de acceso a alguno de los agentes presentes en el mercado, o impidiendo de facto los movimientos de concentración al forzar la existencia de un número ‘mágico’ de operadores, sin atender a las eficiencias de las estructuras racionales de los mercados.

La ausencia de escala de los operadores europeos es seguramente una de las causas principales que estarían impidiendo el cumplimiento de los objetivos de la Brújula Digital 2030 y del retraso en la introducción de tecnologías clave como el 5G frente a otros mercados como Estados Unidos, China, Corea del Sur o Japón. En Telefónica siempre manejamos la opcionalidad como un elemento clave de nuestra estrategia.

Lo digital está transformando nuestras vidas. ¿Está la tecnología poniendo a las personas en el centro? ¿Cómo debería abordarse la Carta de Derechos Digitales?

La revolución digital no puede entenderse sin el humanismo. Los valores nos definen como sociedad y como personas, son la brújula que guía nuestros pasos y han de ser el elemento clave para conducir los avances de la tecnología. Es más que nunca el momento de poner a las personas en el centro y de decidir entre todos cómo ha de ser ese mundo digital. Son las personas las que dan sentido a la tecnología y no al revés. La tecnología nos da poder para transformarnos, pero por sí misma carece de valores.

Debemos garantizar un uso ético de la tecnología, protegiendo la privacidad y los derechos digitales y salvando las brechas para hacer realidad una transición digital justa, inclusiva y sostenible. Es responsabilidad de todos decidir dónde nos debe llevar la tecnología, sin que dejemos a nadie atrás en este proceso.

La propia Unión Europea se pronunció de manera muy clara en la Declaración de Principios y Derechos Digitales, que establece el carácter clave de las personas y sus derechos en el mundo digital. La senda está clara. Con la irrupción de la Inteligencia Artificial y sus distintas aplicaciones, debemos trabajar en un modelo a escala internacional que aproveche estas capacidades para transformar nuestras economías en clave digital y verde sin perder de vista a las personas.

El tejido industrial español está formado mayoritariamente por pymes. ¿Cómo deberíamos abordar su proceso de transformación digital, algo que hasta ahora parece no haber dado el resultado deseado?

Es cierto que las pymes españolas, que conforman el 99% del tejido empresarial en nuestro país, van con un poco de retraso en su transformación digital. Sólo el 68% de ellas cuenta con un nivel básico de digitalización. Según el Índice de Economía y Sociedad Digital del 2023 esto es un punto por debajo de la media de la UE. Y únicamente el 29% de las pequeñas y medianas empresas tienen una tienda online, aunque en este caso, estamos 10 puntos por encima de la media europea.

Creo que las iniciativas público-privadas que se están poniendo en marcha en los últimos años, como por ejemplo el kit digital, el programa de ayudas para autónomos y empresas de menos de 50 empleados que con financiación de los fondos europeos ofrece un conjunto de soluciones sin coste, están ayudando a revertir esta situación. En estos casos, desde Telefónica actuamos como agentes digitalizadores para ayudar a las pymes a incorporar esta tecnología.

 

La diversidad y la inclusión suponen una oportunidad para atraer el mejor talento y empatizar con nuestros clientes

 

Además de facilitar a las pymes el acceso a las soluciones tecnológicas, tenemos que ayudarlas a formarse en su uso y poner a su disposición las capacitaciones tecnológicas necesarias para que las innovaciones que incorporen estén alineadas con sus objetivos de negocio y actividad. Desde Telefónica colaboramos con varias entidades, como The Valley o la EOI, para contribuir a su formación y que puedan aprovechar la ventaja que tenemos en España en cuanto a conectividad.

La conectividad es la que va a permitir a las pymes adaptarse a un mundo en constante cambio, donde la movilidad cobra cada vez más protagonismo. Gracias a Telefónica más del 87% de la población española puede acceder al 5G, mientras que con el 4G llegamos al 98% del territorio.

Para aprovechar al máximo estas ventajas de comunicación, también estamos adaptando las herramientas y soluciones avanzadas, que hasta ahora sólo estaban disponibles para las grandes empresas, a las pymes. Además, reforzamos las capacidades dirigidas específicamente al sector industrial con la adquisición de la compañía de ingeniería industrial Geprom por parte de Telefónica Tech.

Todo ello permitirá digitalizar los procesos productivos de nuestros clientes y atender a todas las problemáticas del día a día de sus fábricas. Además, mejorarán en su toma de decisiones gracias a la implantación de una estrategia basada en datos y enfocada a la sostenibilidad con un coste asequible.

¿Cómo está impactando en el paradigma social y económico la llegada de la Inteligencia Artificial Generativa y todos los interrogantes que está generando?

La Inteligencia Artificial Generativa (IAG) supone un punto de inflexión en la historia de la humanidad y se considera la mayor revolución tecnológica a la que nos hemos enfrentado. Se trata de un sistema computacional capaz de generar nuevo conocimiento científico y de realizar prácticamente cualquier tarea humana. Hay que verlo como una oportunidad ya que la tecnología siempre ha hecho avanzar a la humanidad.

Pero como ocurrió con otros grandes avances tecnológicos, hay que ser precavidos, ya que todo lo que la tecnología es capaz de hacer no es bueno o socialmente aceptable.

Desde Telefónica hacemos un uso responsable de la tecnología y, en concreto, usamos la Inteligencia Artificial desde un enfoque ético y responsable. Tenemos unos principios de IA Ética por los que nos comprometemos a utilizarla de manera justa, transparente y explicable, centrada en las personas y con privacidad y seguridad desde el diseño y en toda la cadena de valor de la IA, incluyendo a socios y terceros. Y todo esto incluye también la Inteligencia Artificial Generativa.

 

A pesar del incremento de tráfico en la red, nos hemos propuesto alcanzar cero emisiones netas en 2040

 

Además, disponemos de un Comité de IA Ética, al que podemos escalar usos de alto riesgo con este tipo de tecnología y un rol de RAI Champions (Responsible Artificial Intelligence Champions), que vela por el uso responsable de la Inteligencia Artificial en las áreas de negocio. Hemos aprobado un reglamento interno de gobernanza de IA anticipando la nueva regulación europea (AI Act).

Telefónica ha publicado internamente una guía para los empleados sobre cómo usar la IAG de manera responsable en el día a día. También realizamos diferentes actividades de formación y concienciación a nuestros empleados, por ejemplo, a través de Universitas, nuestra universidad corporativa, donde formamos a empleados sobre el potencial de las herramientas de IAG y también sobre la responsabilidad que conlleva, transmitiendo una serie de recomendaciones. Asimismo, tenemos un curso de formación online sobre IA ética que ya han realizado miles de empleados.

 

 

¿Cómo se actúa desde una compañía como Telefónica para superar aspectos sociales como las brechas de género, generacional y geográfica (rural) en el acceso a la tecnología?

Para Telefónica la diversidad y la inclusión, además de responder a principios de justicia social, suponen una oportunidad para atraer el mejor talento y empatizar con nuestros clientes. Por ello estamos comprometidos con la igualdad de género. Avanzamos hacia la paridad en el Consejo de Administración, con un 40% de mujeres sobre el total; nuestra brecha salarial ajustada es de menos del 1%, y el 37% de cargos en puestos ejecutivos serán ocupados por mujeres en 2027. Por otra parte, en 2022 nos fijamos el objetivo de doblar el número de personas con discapacidad en plantilla hasta el cierre de 2024, y estamos a punto de conseguirlo, al tiempo que seguimos trabajando para garantizar la accesibilidad de nuestros canales, instalaciones, productos y servicios desde su diseño.

Del mismo modo, colaboramos para cerrar las brechas de género en la sociedad. Fomentamos la presencia femenina en las carreras digitales y en el ámbito del emprendimiento. Por ejemplo, el programa Mujeres en Red, que busca incrementar la participación de mujeres en el sector técnico, ha sido distinguido con el Reconocimiento a las Buenas Prácticas de Desarrollo Sostenible de Pacto Mundial (Naciones Unidas).

 

Es fundamental destacar la relevancia de los Ingenieros de Telecomunicación en la transformación digital de las empresas y en la mejora de la calidad de vida

 

El acceso a la tecnología es la puerta de entrada al mundo digital. Nuestro país es hoy líder en infraestructuras digitales. Nuestras redes son pioneras a nivel mundial. Hay más fibra en España que en la suma de Reino Unido, Alemania y Países Bajos juntos. Mucho de esto se debe a Telefónica. Además, nos hemos fijado el objetivo de superar, al menos, el 90% de conectividad móvil rural en nuestros principales mercados en 2024.

En cuanto a la brecha generacional, en el ámbito de talento joven el 63% de las nuevas incorporaciones a nuestro equipo en 2023 correspondieron a personas menores de 35 años. Y, como la edad no debe ser un impedimento para disfrutar de las oportunidades que ofrece la digitalización, Fundación Telefónica ha puesto en marcha el programa ‘Reconectados’ para formar en competencias digitales a las personas mayores. También hemos formado a más de 1,2 millones de personas en 2023 a través de nuestros programas de capacitación en habilidades digitales.

El Foro Económico Mundial incluye en su Global Risks Report 2024 la inseguridad tecnológica como uno de los diez riesgos más importantes. ¿Cómo hay que avanzar en ciberseguridad para proteger a los usuarios?

Desde Telefónica, no solo tenemos la responsabilidad, sino que tomamos el liderazgo de proteger a nuestros usuarios, la infraestructura crítica que soporta el bienestar de nuestras sociedades y el funcionamiento normal de las instituciones y actores económicos. Somos los guardianes de esta frontera digital que estamos ayudando a expandir.

Estamos avanzado para asegurar que no haya ningún territorio en la frontera de la digitalización que se quede desprotegido frente a nuestros ciber-adversarios. ¿Esto qué significa en este momento? Significa proteger la nube de manera completa, incluyendo por ejemplo cada una de las APIs que los usuarios decidan usar; todos los dispositivos IoT, el 5G, la digitalización de la industria, y la identidad de nuestros usuarios, la última frontera que tenemos cuando nos vamos a modelos de trabajo híbrido. Por último, significa también poder responder en un tiempo cada vez menor ante un incidente o brecha de seguridad dentro o fuera del perímetro de nuestras redes.

¿Están causando en España un impacto real los Fondos de Recuperación en el sector de las telecomunicaciones? ¿Están funcionando los PERTE en el ámbito tecnológico?

Estos Fondos han servido, y están sirviendo, tanto para acelerar el despliegue de nuevas redes e infraestructuras como para impulsar a las empresas que veían necesario digitalizar su negocio y que no sabían cómo hacerlo o no tenían suficientes recursos para llevarlo a cabo. También ha ayudado a los ciudadanos que tenían interés en aumentar sus capacidades digitales, algo que ya han hecho más de 400.000 empresas y autónomos, así como más de 150.000 personas a título individual.

Por su lado, los PERTE están contribuyendo a impulsar la digitalización y la sostenibilidad completa de diferentes sectores, como el automovilístico o el naval, lo que contribuirá a dinamizar la actividad y a utilizar la tecnología para resolver sus necesidades, impulsando la transición hacia un modelo de negocio más digital y sostenible.  Por lo tanto, los Fondos Next Generation están siendo clave para que nuestra economía no pierda competitividad en este cambio de era y para que tanto en España como en Europa seamos capaces de incrementar nuestra autonomía estratégica.

 

Los Fondos Next Generation están siendo clave para que nuestra economía no pierda competitividad en este cambio de era

 

Telefónica tiene el compromiso de tener sobre el 40% de su financiación en 2026 vinculada a criterios ESG ¿Cómo gestiona la compañía su sostenibilidad ambiental?

A pesar del incremento de tráfico en la red, nos hemos propuesto alcanzar cero emisiones netas en 2040, incluyendo nuestra cadena de valor y adelantándonos 10 años a los acuerdos internacionales.

Para llegar a ello, reduciremos todas nuestras emisiones al menos un 90% y neutralizaremos las restantes a través de soluciones basadas en la naturaleza. Seremos cero residuos y el 100% de nuestro consumo energético será renovable en 2030. Tenemos una sólida hoja de ruta para que esto se lleve a cabo.

En nuestro sector, Telefónica es pionera en financiación sostenible y uno de los grandes emisores verdes, pero la regulación nueva como la Taxonomía de actividades sostenibles no incorpora las redes de telecomunicaciones de forma clara. Creemos que queda camino por recorrer, porque la financiación sostenible es esencial para potenciar las sinergias entre la transición digital y verde, apoyando así la transformación de toda la economía hacia modelos más sostenibles.

El principal compromiso de financiación de Telefónica se centra en mitigar el impacto de nuestras operaciones, contribuyendo así a la descarbonización de todos los sectores. Se estima que la digitalización tiene el potencial de reducir entre un 15% y un 35% las emisiones de CO2 globales. Esto es algo que no podemos desaprovechar.

¿Cómo abordan el trabajo para dotar de cobertura de banda ancha a la España rural y qué planes hay para el cierre de la red de cobre, algo previsto para abril de 2024?

Telefónica está firmemente comprometida con la extensión de las redes de altas prestaciones tanto de fibra como 5G a las zonas rurales, liderando la inversión de nuevas infraestructuras, habiendo situado a España a la vanguardia de la cobertura rural.

Esta envidiable cobertura permite afrontar con garantías el reto de la migración de los clientes de Telefónica sobre la red de cobre a las nuevas redes de altas prestaciones coincidiendo con el centenario de Telefónica en abril de 2024.

Telefónica se convertirá en el primer operador del mundo en proceder a la completa migración de sus clientes sobre la red legada de cobre, contribuyendo a compromiso medioambiental de reducción de la huella de CO2, implantando una tecnología mucho más eficiente como es la fibra óptica.

 

 

¿Consideran que la Ley Gigabit es suficiente o se ha quedado corta para lograr el fomento de infraestructuras?

La burocracia asociada a la gestión de los permisos constituye en el momento actual la principal barrera que impide que las redes de altas capacidades de fibra y 5G alcancen una cobertura integral. El elevado número de permisos asociados al despliegue en las zonas rurales, la disparidad de administraciones públicas ante las que solicitar los permisos y la falta de medios materiales y humanos de dichas administraciones públicas están generando un retraso considerable en la obtención de los permisos necesarios, provocando una ralentización muy notable en el ritmo de despliegue.

Los primeros borradores del Reglamento Gigabit Infrastructure Act apuntaban en la buena dirección, estableciendo el silencio positivo tras el vencimiento de los plazos, reduciendo los plazos para el otorgamiento de los permisos y apuntando la posibilidad de reducir drásticamente los supuestos en los que hubiera que solicitar los permisos, bastando con una simple declaración responsable.

Sin embargo, pese a que no se conoce el texto definitivo, parece que muchas de dichas previsiones han quedado bastante descafeinadas en el texto acordados en los Trílogos entre Consejo, Parlamento y Comisión Europea, lo que supone haber desaprovechado una oportunidad única de crear un marco regulatorio más favorable a la inversión.

En un mercado con clara falta de profesionales ¿cómo se puede impulsar la generación de talento?

Es innegable que existe una brecha entre las competencias que ofrecen los profesionales y lo que realmente el mercado demanda, lo cual es ineficiente y tiene graves implicaciones sociales y económicas.

Más de la mitad de los profesionales actuales tendrán que actualizar sus habilidades y, en general, estar aprendiendo de por vida es algo cada vez más común.

 

Fomentamos la presencia femenina en las carreras digitales y en el ámbito del emprendimiento

 

Los Ingenieros de Telecomunicación desempeñan un papel crucial en este mundo preminentemente digital y serán cada vez más esenciales para garantizar la conectividad, la ciberseguridad y la innovación tecnológica en un entorno cada vez más interconectado. Es fundamental destacar su relevancia en la transformación digital de las empresas y en la mejora de la calidad de vida de las personas.

Es importante que universidades y organizaciones profesionales impulsen la generación de profesionales a través de iniciativas colaborativas que acerquen al talento a las empresas, que se faciliten las vocaciones tecnológicas en chicos y chicas.

Aun así, debemos ser creativos a la hora de abordar el reto de las nuevas competencias. Desde la European Round Table for Industry (ERT), organización que reúne a las principales empresas industriales de Europa, hemos puesto en marcha el proyecto ‘Reskilling 4 Employment’, que ofrece a los desempleados y a las personas en riesgo de desempleo la posibilidad de reciclarse en profesiones con alta demanda de empleabilidad, como son las ligadas al sector tecnológico y a las energías verdes.

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