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Luz Usamentiaga

Luz Usamentiaga

Directora general de Regulación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Orange.

Europa ante el desafío de un futuro digital, sostenible e inclusivo

La digitalización está impulsando múltiples avances tecnológicos que configuran un futuro ilusionante para todos. Hablamos de fenómenos como la Inteligencia Artificial, los objetos conectados, la automatización del transporte, el metaverso o la robotización que, casi cada día, protagonizan noticias sobre su vertiginoso desarrollo. Sin duda, estas innovaciones, junto con la sostenibilidad medioambiental y social, marcarán los próximos años y contribuirán al progreso económico y humano.

Para que todos los avances tecnológicos sean una realidad, es necesario que existan distintos epicentros de innovación en el mundo que sirvan para distribuir mejor las ventajas de estos avances al mismo tiempo que, a través de la competencia creativa, se puedan retroalimentar creando un circuito virtuoso de invención y producción que extienda por todo el planeta el proceso transformador.

Sin embargo, hoy vemos como los grandes epicentros del tsunami digital se sitúan en China y EE.UU., mientras que Europa corre el riesgo de descolgarse de la vanguardia del progreso.

Por ello, es urgente revisar el marco normativo de tal manera que se asegure la soberanía e independencia de Europa en sectores estratégicos. Una necesidad que se hizo más evidente a partir de la pandemia y de la invasión rusa de Ucrania, que ha dado lugar a un entorno geopolítico muy complejo.

Las telecomunicaciones, sector clave
Sin duda, uno de esos sectores clave es el de las telecomunicaciones. No en vano, son las redes de los operadores europeos las que hacen posible todas las innovaciones relacionadas con la digitalización. Recordemos que, en su conjunto, han invertido 600.000 millones de euros durante la última década en Europa.

En España, solo Orange lleva invertidos más de 35.500 millones de euros, fundamentalmente destinados a construir las redes de alta velocidad que sirven de facilitador indispensable de los servicios de la sociedad digital.

Sin embargo, si comparamos el mercado de las telecomunicaciones europeo con el de EE.UU., nos encontramos con que allí hay tres operadores para un mercado de 329 millones de habitantes, mientras que en Europa hay 105 operadores para un mercado de unos 514 millones.

Eso determina una seria dificultad competitiva, ya que los operadores no tienen escala suficiente para afrontar con garantías las inversiones y costes asociados que deben asumir derivados, en buena medida, del incremento del tráfico en las redes generado por los gigantes de internet.

Los grandes epicentros del tsunami digital se sitúan en China y EE.UU., mientras que Europa corre el riesgo de descolgarse de la vanguardia del progreso

Tengamos en cuenta, además, que a pesar de que el uso de la red crece a un ritmo de más del 35% anual, las seis grandes compañías que concentran el 60% de este tráfico en las redes no contribuyen a su despliegue. Es por eso que las operadoras pedimos a las autoridades regulatorias europeas que impulsen una contribución justa (‘fair share’) de las ‘big tech’ para la financiación de las redes.

Cuando nos trasladamos a España, esta coyuntura global de extraordinaria complejidad competitiva se hace aún más profunda en un mercado local con 150 actores capacitados para comercializar servicios convergentes.

Por ello, es necesario que Europa favorezca la creación de agentes con el tamaño necesario para hacer frente a los retos que plantean el desarrollo tecnológico y el entorno global en el que vivimos.

Joint venture entre Orange y MásMóvil
Y esto es precisamente lo que persigue el anuncio de creación de una empresa conjunta al 50% entre Orange y MásMóvil: conseguir la escala necesaria que demandan los retos que tenemos que abordar a corto y medio plazo. Esta joint venture, que está en proceso de aprobación de las autoridades competentes, podría dar respuesta más eficaz a los desafíos del futuro que podrá afrontar con una mayor capacidad inversora de la que tendrían ambas compañías por separado.

Estamos seguros de que solo así se puede asegurar la viabilidad de la competencia a largo plazo de un mercado como el español, ejemplar y líder en muchos aspectos. España nunca ha estado mejor preparada para hacer frente a la cuarta revolución industrial y la empresa resultante de la unión de Orange y MásMóvil quiere jugar un papel decisivo en este proceso modernizador, de manera responsable, sostenible y sin dejar a nadie atrás.

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