En un mundo enfrentado a desafíos ambientales sin precedentes, el papel de la tecnología en la promoción de la sostenibilidad se ha vuelto cada vez más crucial. Entre las muchas soluciones innovadoras, la Inteligencia Artificial (IA) se destaca como una herramienta con un inmenso potencial para impulsar iniciativas de sostenibilidad en diversos sectores.
La transformación digital, junto con la sostenibilidad, es un elemento clave para el desarrollo económico y social que definirá la autonomía estratégica abierta de la Unión Europea. Para asegurar el éxito de esta oportunidad, es imperativo avanzar en diversas áreas estratégicas y construir un futuro económico sólido y equitativo. Este camino solo puede trazarse mediante una colaboración estrecha con la industria digital y un compromiso decidido por parte de las autoridades públicas.
La recopilación y gestión de datos en las ciudades es un proceso que permite tomar las decisiones más adecuadas y eficientes para mejorar el metabolismo urbano. Bajo esta premisa, este artículo aborda la necesidad de utilizar la tecnología para avanzar hacia ciudades más sostenibles y cumplir la Agenda 2030 en aspectos como la movilidad, la lucha contra el cambio climático, la planificación y la gestión del agua o los residuos.
La digitalización está impulsando múltiples avances tecnológicos que configuran un futuro ilusionante para todos. Hablamos de fenómenos como la Inteligencia Artificial, los objetos conectados, la automatización del transporte, el metaverso o la robotización que, casi cada día, protagonizan noticias sobre su vertiginoso desarrollo. Sin duda, estas innovaciones, junto con la sostenibilidad medioambiental y social, marcarán los próximos años y contribuirán al progreso económico y humano.
Las telecomunicaciones juegan un papel fundamental en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) marcados por la ONU. De entrada, porque la propia industria puede adoptar un mayor compromiso con la sostenibilidad y reducir tanto su consumo de energía como sus emisiones de CO2. Pero también y sobre todo porque las telecomunicaciones resultan un elemento imprescindible en la mejora de las infraestructuras y la conectividad, que están en la base de la erradicación de la pobreza, un mayor acceso a la educación y el objetivo de lograr un mundo más justo.
El Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT) reunió en Sevilla a más de un centenar de profesionales de las TIC, la arquitectura, la ingeniería y la construcción en el ‘III Congreso Nacional de Telecomunicaciones: Edificación conectada, digital y sostenible’.
Actualmente casi el 100% de la población española accede a la red. La generación, el almacenamiento y la transmisión-recepción de todos esos datos tienen grandes implicaciones ambientales derivadas de la alta cantidad de potencia energética consumida y de las emisiones de CO 2 asociadas. ¿Qué medidas se están tomando para disminuir sus efectos y qué otras se pueden adoptar?
Uno de los aspectos más controvertidos de las criptomonedas es el elevado coste energético de la computación utilizada para su funcionamiento. Solo Bitcoin, la más importante de ellas, requiere un consumo de energía similar al de un país como Noruega. ¿Es justificable? ¿Quién decide qué industrias deben usar más o menos energía? ¿Y qué alternativas tienen las criptomonedas para que sean más eficientes energéticamente?
En las ciudades, el concepto de Smart City que tanto escuchamos debe seguir enfocándose bajo un prisma social con el fin último de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y avanzar en la eficiencia de los servicios públicos que se ofrecen, sin olvidar el uso de la tecnología para evitar la paralización socioeconómica de nuestros entornos en situaciones de emergencia social.
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