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Operadores

En primera línea de los desafíos

De los actores involucrados en hacer viable la nueva generación móvil 5G, los operadores son los primeros en enfrentarse a los desafíos que plantea que esta tecnología esté finalmente disponible para los ciudadanos. La subasta del espectro y el despliegue de infraestructura son las barreras iniciales a las que los operadores deben hacer frente con un importante esfuerzo inversor, además de otros retos y dificultades como la regulación, normativas urbanísticas, seguridad… Y todo ello aún sin conocer (al menos completamente) si los casos de uso que precisen de esta tecnología y los modelos de negocio asociados permitirán generar el retorno suficiente que haga el servicio viable económicamente.

Grupo MASMOVIL

Bricio Valera, head of Access network 

Belén López Granados, head of Regulatory and Public Affairs. Grupo MASMOVIL

Grupo MASMOVIL tiene en marcha diferentes pruebas Piloto 5G para probar, desarrollar y validar la implementación 5G en su red. Incluye el despliegue de nodos en varias ciudades españolas y se basa en la arquitectura de NSA (Non Stand-Alone), que es la que está actualmente estandarizada y disponible y que incluye un ecosistema relativamente completo. Cuando la arquitectura SA (Stand Alone) quede estandarizada y su ecosistema esté disponible, se podrá comenzar con un despliegue más masivo implementando servicios de mMTC y URLLC con sus diferentes casos de uso especificados en 5G.

No es previsible comenzar con el despliegue de la arquitectura 5G SA antes de 2021, fecha en que el ecosistema estará maduro y los operadores habrán realizado las adaptaciones necesarias en sus sistemas y arquitectura de red.

Despliegue con modelo compartido

Creemos que el modelo de despliegue óptimo pasa por la compartición con otros operadores, ya sea de forma pasiva -compartición de infraestructuras-, o activa, bajo las arquitecturas ya presentes en anteriores tecnologías (2G/3G/4G) y que también están estandarizadas para la nueva tecnología de 5G (MORAN, MOCN, National Roaming…).

El papel de la Administración es clave para facilitar el despliegue de la fibra necesaria para proveer de transmisión suficiente a los nodos 5G y para facilitar la legalización de las nuevas estaciones base de acuerdo con los nuevos condicionantes técnicos necesarios para adaptar los estándares actuales de certificación.
Además, la mayor demanda de sites, que es previsible se produzca con 5G para cubrir las necesidades de mayor capacidad y velocidad con Small Cells, hacen que las facilidades que la Administración pueda
dar a los operadores sean claves para que su despliegue sea viable.

La intervención de la Administración es necesaria para optimizar el reparto actual del espectro en la banda de 3.5 GHz, ya que la actual fragmentación supone un impedimento para aprovechar las características mejoradas de capacidad y velocidad del 5G.

Competir en igualdad de condiciones

Los tres operadores tradicionales acaparan la totalidad del espectro en bandas bajas. De ahí la importancia de que la próxima subasta de 700MHz se realice mediante un marco regulatorio que facilite que aquellos operadores que no disponen de espectro en bandas bajas puedan acceder a una porción del mismo ya que de esta manera podrán competir en igualdad de condiciones que el resto de operadores.

Basado en la experiencia internacional, el marco normativo que rija la subasta debería permitir proporcionar una opción (opt-in) a operadores que no dispongan de espectro en bandas bajas, reservando por ejemplo dos bloques de 2 x 5Mhz en dicha banda y fijando un precio de reserva asequible para dichos bloques. El resto de bloques quedarían disponibles para el resto de operadores que ya disponen de espectro en dicha banda. Esta propuesta debería de ir acompañada de una revisión de los caps actuales, sin que ello afecte negativamente a la posibilidad de llevar a cabo negocios sobre el mercado secundario del espectro.

Proyecciones a futuro

Es bien conocida la cantidad de nuevos casos de uso que serán posibles gracias a las mejoras en velocidad y latencia de la tecnología 5G: telemedicina, coche autónomo, realidad aumentada, etc. También otros actualmente en desarrollo por fabricantes de equipos, operadores y verticales. Además, la industria debe ser capaz de encontrar una o varias killer applications que permita a los operadores un retorno razonable a las importantes inversiones previstas para la implementación de esta nueva tecnología.

Dado que 5G es todavía una tecnología en proceso de estandarización y pocos son aún los terminales compatibles con 5G, el 4G seguirá constituyendo la tecnología principal. No podemos olvidar que la tecnología 5G NSA se basa en el 4G existente, imprescindible para su funcionamiento. Tecnologías como 2G/3G, con capacidades de transmisión de datos muy inferiores, quedarán únicamente destinadas a proveer servicios de voz y MTC de bajo tráfico, habilitando la compatibilidad con terminales antiguos que aún todavía muchos clientes mantienen.

También se prevé que nuevas tecnologías ya presentes como WiFi 6, que proporcionan unas velocidades de acceso muy altas, puedan interaccionar y complementar la tecnología 5G, de forma que los operadores puedan mejorar a través de ellas la oferta a sus clientes.

Entre los retos a los que nos enfrentamos, la seguridad seguirá siendo un aspecto clave en las redes móviles, aumentando si cabe su relevancia con la implementación de 5G. El incremento de nodos, la complejidad de la red con la implementación de nuevos servicios que utilicen datos de los clientes y los dispositivos conectados, harán necesario incrementar los estándares de seguridad implementados por los operadores.

En Grupo MASMOVIL estamos preparados para participar en esta carrera y para que la tecnología 5G nos permita mejorar nuestro servicio y continuar teniendo los clientes más satisfechos de España.

ORANGE

Manuel Sánchez Malagón, director de Planificación de Red

En sus 20 años en España, Orange ha jugado un papel muy relevante en inversión en infraestructuras e innovación en productos y servicios, hasta convertirse en el que hoy en el segundo operador convergente del mercado español, donde ofrece sus servicios a más de 20 millones de clientes y acumula una inversión superior a los más de 31.000 millones de euros. La compañía es hoy uno de los principales referentes del liderazgo de España en Europa en convergencia y en el despliegue de redes de fibra óptica, 4G y, ahora, en los primeros pasos de 5G.

Orange quiere adoptar un papel protagonista en el desarrollo de 5G en España y, no en vano, somos el operador con mayor cantidad de espectro -100 MHz- en la banda 3,4 – 3,8 GHz, una de las más adecuadas para estos servicios futuros. Sin embargo, el lanzamiento de estos servicios ha de llevarse a cabo con las mayores garantías de calidad y fiabilidad para los clientes, de cara a que estos puedan disfrutar de todos sus beneficios.

Y esto aún llevará algún tiempo debido a condicionantes tales como la asignación de frecuencias, la definición de los estándares de latencia y conexión masiva de objetos, la seguridad, el desarrollo de aplicaciones de valor o la presencia de suficientes teléfonos inteligentes compatibles en el mercado. En Orange tenemos claro, además, que nuestra apuesta irá por lo que se llama 5G Stand Alone o 100% 5G, que se basa en una red 5G independiente de la infraestructura 4G, diferenciándose así de experiencias anteriores con arquitectura Non Stand Alone (NSA), que utiliza la red 5G únicamente como una ampliación de capacidad de la red 4G.

Despliegue con garantías para los clientes

Pensando en las ventajas de 5G – mayor velocidad, más objetos conectados y menor latencia- a día de hoy, solo está claro el estándar de velocidad, mientras que los otros dos no llegarán hasta el 2020 o 2021. En otras palabras, hoy en día solo podemos ofrecer a los clientes el atributo de mayor velocidad, pero no podemos ofrecerles aún la menor latencia o más objetos conectados. Pero incluso para poder ofrecer la mayor velocidad, necesitamos que los clientes tengan smartphones 5G. Y actualmente hay pocos y caros.

Por ello, para Orange no hay urgencia y preferimos seguir trabajando en todos los aspectos que rodean a 5G para asegurar que, cuando sea lanzada esta tecnología, cumpla con todas las expectativas de los clientes, algo que vemos más cercano a finales del año próximo o incluso 2021. Para esta extensión de 5G será fundamental, además, la colaboración con ayuntamientos y Administraciones Públicas, así como una homogeneidad en la normativa municipal para el uso de mobiliario urbano y el acceso a la infraestructura existente y una simplificación en los procesos de puesta en servicio.

Mientras tanto, en colaboración con entidades, empresas de diversos sectores industriales y fabricantes, desarrollará distintas experiencias encaminadas a probar las múltiples posibilidades de esta nueva tecnología. En este sentido, Orange España está llevando a cabo pilotos en ocho ciudades con distintos casos de uso, como el turismo inmersivo, el automóvil conectado, la Industria 4.0, el soporte experto remoto aplicado a la industria y las emergencias, la seguridad (videovigilancia y reconocimiento facial), entre otros. Todos los pilotos que se están realizando actualmente ayudarán a iniciar la curva de aprendizaje de 5G.

En Valencia, por ejemplo, Orange tiene previsto desarrollar casos de uso en distintos sectores. En junio de 2019 Orange y la Universitat Politècnica de València presentaron distintos casos de uso de la nueva tecnología móvil 5G, con aplicaciones a la robótica y a la conducción autónoma, como ejemplos de los futuros desarrollos que se pueden llevar a cabo con este estándar.

Esta presentación de casos de uso sirvió como avance de los encuentros europeos “Global 5G Event” y “EuCNC 2019”, también en Valencia y en los que representantes de distintos sectores industriales analizaron las múltiples oportunidades que ofrece esta nueva tecnología. Durante la primera jornada del “Global 5G event”, los más de 600 congresistas presentes pudieron contemplar la primera videoconferencia holográfica 3D en España, es decir, dos señales de vídeo emitiendo en tiempo real sin casi latencia desde diferentes escenarios de la ciudad.

Subasta y reorganización del espectro

El pasado año se realizaron las primeras subastas en la banda 3,6 – 3,8 GHz, una de las más adecuadas para estos servicios futuros. En este proceso, Orange consiguió 100 MHz. Sin embargo, aún se precisa una reorganización del espectro completo 3,4 – 3,8 GHz para que todos los operadores dispongamos de nuestro espectro de manera contigua.

Además, la banda de 700MHz actualmente está ocupada por la TDT y no estará disponible para su explotación por parte de las operadoras antes de junio de 2020, tras la correspondiente subasta que deberá ser convocada por el Ministerio.

Nuevos casos de uso y modelos de negocio

Las prestaciones avanzadas del 5G, así como su seguridad y fiabilidad, facilitarán nuevos casos de uso y modelos de negocio, como el coche conectado, robots que controlen cadenas de montaje, equipos remotos para cirugía… aplicaciones hasta ahora inconcebibles con las redes que conocemos. Además, el beneficio ligado a 5G en los sectores salud, automóvil, energía y transporte, apunta a 100.000 millones de euros, según la Comisión Europea.

TELEFÓNICA

Javier Gutiérrez Álvaro, director de Estrategia y Desarrollo de Red y TI

Siempre he sostenido que el despliegue de una nueva tecnología celular viene motivado por dos circunstancias. La primera, sería la necesidad de disponer de más capacidad, siendo habitual que la nueva tecnología proporcione más capacidad por la disponibilidad de nuevas bandas y/o mayor eficiencia espectral. La segunda, que permita el desarrollo de nuevos servicios que constituyan una demanda del mercado. Las dos anteriores solo tienen sentido cuando, además, la tecnología está madura; y esto, que parece una obviedad, es especialmente relevante en España, donde el despliegue de fibra hasta el hogar (FTTH) es tan relevante que gran parte de las necesidades de conectividad de alta velocidad en los hogares -que está siendo el principal driver de desarrollo en el mercado norteamericano- están ya cubiertas.

En este sentido, en Telefónica España llevamos desde principios de 2018 trabajando en todos esos frentes. Y seguiremos haciéndolo en 2019. Primero, probando la tecnología en campo que tenemos en funcionamiento en varias ciudades y asegurando la madurez tanto de equipos como de terminales, viendo qué nos puede aportar en términos de capacidad y nuevas prestaciones. Y segundo, conceptualizando y probando nuevos usos que puedan estimular esa nueva demanda de mercado.

Más capacidad acorde a la demanda

Estamos preparados para impulsar su despliegue. Si bien estamos perfectamente preparados para dar el pistoletazo de salida y saltar al mercado cuando sea necesario, pensamos que esto no ocurrirá antes de 2021. Es importante hacerlo en el momento justo, aquel en el que exista una demanda real del tipo de servicios que nos habilitará el 5G.

El papel de la Administración es, por supuesto, muy relevante, tanto en el ámbito de la gestión del espectro, procurando un acceso razonable al mismo y una disponibilidad efectiva lo más cercana posible a su subasta, como en el apoyo que pueda prestar mediante la colaboración público-privada para impulsar casos de uso y generar un ecosistema de innovación.

Subasta según disponibilidad efectiva

La subasta de la banda de 700 MHz es muy relevante para lograr una extensión geográfica importante del 5G y conseguir penetración en interiores. Nuestra opinión es que la subasta debería realizarse en el momento en que exista certidumbre sobre su disponibilidad efectiva. Esto vendría precedido de los debidos pilotos que permitan a los operadores verificar sus prestaciones, ver las implicaciones de su despliegue y, en definitiva, estar mejor preparados.

Sobre el modelo de subasta la clave está en que se evite caer en la mera intención recaudatoria y que constituya un mecanismo razonable para que el acceso al espectro se produzca en las condiciones adecuadas, tanto de precio como de duración de las concesiones, que debe ser lo más larga posible (mínimo 20 años). Además, las obligaciones de cobertura, de existir, tendrán que ser racionales y proporcionadas. Todo ello es necesario para que los operadores adjudicatarios puedan invertir en el despliegue de las redes sin una carga previa por el acceso al espectro que, en vez de propiciar, lastre el desarrollo del 5G.

Los usos los determinará el mercado cuando conozca las posibilidades

Es difícil circunscribir los usos potenciales a unos pocos verticales de negocio. Nosotros estamos viendo cómo, a medida que los diferentes sectores conocen y entienden las prestaciones que el 5G será capaz de traernos, conciben nuevos usos y servicios y enriquecen el ecosistema. Por el momento, parecen claros determinados usos relacionados con el vehículo conectado, IoT masivo -muy próximo al concepto de Industria 4.0 y smartcities-, control remoto de robots y maquinaria o retransmisión de contenidos en VR/AR (Realidad Virtual y/o Aumentada).

Surgirán muchos más conceptos, sin ningún lugar a dudas. Centrándonos en los habilitadores más operativos del despliegue del 5G creo que hay dos temas muy relevantes que deben resolverse. El primero, es la reordenación de la banda de 3,5 GHz -de la que se subastó la banda 43 hace más de un año-, que debe acometerse para garantizar a los operadores que disponen de su espectro contiguo y que pueden usarlo de manera eficiente. En segundo lugar, será preciso instalar nuevos equipos en un número ingente de emplazamientos, por lo que será de gran ayuda que la gestión de los proyectos sea ágil y sujeta a una normativa clara, sencilla y estable.

Y la seguridad…

Respecto a la seguridad, será especialmente clave en el 5G y debe existir una normativa -en la que está trabajando la CE con los Estados miembros- que cumpla varias condiciones fundamentales: estar armonizada a nivel europeo; soportar los estándares de GSMA/3GPP relativos a seguridad; estar coordinada con otras iniciativas adicionales de seguridad (GDPR, directiva NIS); ser eficiente en costes y que tenga el mínimo impacto en TTM (Time To Market) así como que cualquier certificación de equipamiento se realice a nivel europeo por una entidad verificadora independiente.

VODAFONE

Julia Velasco, directora de Ingeniería de Red

Vodafone fue el pasado mes de julio el primer operador español en lanzar comercialmente la tecnología 5G, con una cobertura de en torno al 50% de la población en 15 ciudades, y con la inclusión de los servicios 5G en todas sus tarifas (incluyendo las ilimitadas). Este despliegue se ha realizado sobre las frecuencias que Vodafone obtuvo en la subasta de espectro de la banda de 3.600 MHz el pasado 2018, y en la que la compañía se convirtió en el único operador en disponer de 90 MHz de espectro contiguos para 5G. Vodafone irá ampliando esta cobertura inicial en los próximos meses y años. Para ello será fundamental la puesta a disposición de los operadores de la banda de espectro de 700 MHz, que es la banda principal para la extensión de cobertura.

Respecto al modelo de despliegue, anunciamos el pasado mes de abril la firma de un acuerdo con Orange, para la compartición de infraestructura de red móvil mediante la tecnología RAN sharing, con excepción de las ciudades de mayor población. Este acuerdo garantiza la independencia de los dos operadores, pero ayudará, sin duda, a que ambos realicen un despliegue de la tecnología 5G a mayor velocidad y con mejores niveles de cobertura de lo que podrían afrontar de forma independiente, asegurando, en cualquier caso, la competencia y la posibilidad de diferenciación de los dos operadores en las grandes ciudades.

Subasta multi-ronda

En opinión de Vodafone el procedimiento idóneo para el otorgamiento de las concesiones es el de subasta multi-ronda económica ascendente, idealmente realizada por medios electrónicos, con precios de salida e incrementos razonables, y con niveles de transparencia adecuados que permitan a los participantes en cada momento tomar las mejores decisiones para su estrategia.

Resulta fundamental que el procedimiento de licitación de este espectro no favorezca a unos agentes frente a otros (es decir, que no haya bloques reservados ni procedimientos discriminatorios), y que el objetivo de dicha licitación sea la de generar un entorno pro-inversor para garantizar el despliegue exitoso de la nueva tecnología, frente a un objeto cortoplacista y reduccionista de maximizar la recaudación.

Tanto los precios de salida de los distintos bloques de frecuencias como la tasa por reserva de espectro que se fije para esta banda de frecuencias o las reglas que se aprueben para dicho proceso (caps, incrementos, etc.) jugarán un papel importante en el resultado final. Al respecto, no hay que olvidar que el marco regulatorio permite la existencia de distintos negocios jurídicos de mercado secundario de espectro.

Si nos centramos en la banda de 26 GHz (que es la que se considera como susceptible para realizar reservas específicas), Vodafone considera que en el momento actual debe asignarse al menos 1 GHz de espectro (26,5 – 27,5 GHz) para que ellos lo utilicen indistintamente para todo tipo de aplicaciones. Esta banda será óptima para la prestación de servicios relacionados con aplicaciones verticales. No somos partidarios de la atribución de reservas de espectro para usos específicos, y consideramos que la asignación de espectro a los operadores garantiza el mejor uso del espectro a medio-largo plazo, tanto en términos técnicos como económicos.

Penetración y retornos

La evolución del tráfico 5G es relativamente incierta, si bien hasta las previsiones menos optimistas coinciden en la necesidad de mayores cantidades de espectro y de inversión en redes, por el crecimiento del tráfico y de nuevos servicios como el vídeo HD. Este incremento del tráfico no se corresponderá de forma directa con un aumento de los ingresos por parte de los operadores de comunicaciones electrónicas. Esta realidad hace aumentar la incertidumbre del modelo de negocio que soportará la tecnología 5G y alienta la necesidad de una política pro-inversora para posibilitar y facilitar su desarrollo.

El reto fundamental es la creación de un entorno favorable para la inversión en redes que permitan materializar la sociedad del Gigabit y, por tanto, que favorezca la innovación, huyendo de modelos regulatorios restrictivos que supongan en la práctica innovar previo permiso. Asimismo, es importante la aplicación de una política de espectro que facilite y armonice la situación en Europa y se aleje de los modelos fragmentarios que simplemente extraen valor de la industria. También es vital la adopción de facilidades de despliegue en materia de urbanismo y de small cells, etc.

Vodafone está plenamente concernida y comprometida con la seguridad. Pero también considera que cualquier obligación que se imponga en este ámbito debe ser razonable y proporcional, y no debe comprometer en ningún caso la viabilidad de los despliegues de las redes 5G (ni en coste, ni en plazos) ni imponer restricciones discriminatorias o dirigidas contra suministradores específicos.

La Comisión Europea aprobó con fecha 26 de marzo de 2019 una Resolución sobre la ciberseguridad en las redes 5G, y la compañía está de acuerdo con que cualquier obligación a adoptar debe realizarse a nivel europeo, y debe ser aplicada globalmente a todos los suministradores.

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